Al español le quedaban dos curvas para firmar el mejor tiempo de clasificación de la 12ª fecha del Mundial, pero se fue al piso. El italiano recibió el regalito.
Marc Márquez ya se relamía. Su 74ª pole position en MotoGP estaba al alcance de la mano. Era solo cuestión de negociar las dos últimas curvas (13 y 14) del trazado de Brno para pegar otro martillazo más en una temporada que lo tiene como absoluto dominador. Sus parciales eran notables, dos décimas por debajo de lo logrado por Pecco Bagnaia un rato antes. Pero de repente, todo se terminó en la 13ª variante: el hexacampeón se fue al suelo con su Ducati y el italiano se quedó con una pole position que nadie imaginó en el GP de Chequia, 12ª fecha.
Primero, contexto. Pecco venía de un viernes olvidable. A su espíritu mancillado por las continuas palizas que recibe de su compañero de equipo, hay que sumarle que el equipo se equivocó con los neumáticos que le pusieron en la práctica del primer día de actividad y no pudo ganarse el boleto directo a Q2. Por primera vez desde Valencia 2023, el italiano debía pasar por Q1. Un rato antes de la clasificación, había sido 18º en el segundo entrenamiento libre, la primera sesión de seco total del fin de semana. Falto de velocidad y reacción, Bagnaia deambulaba por la pista mientras Davide Tardozzi, el director del equipo oficial Ducati, meneaba la cabeza. Poco y nada queda en el turinés de aquel piloto que fue campeón en 2022 y 2023 y peleó por el tricampeonato hasta la última cita del año pasado. Falto de confianza, opacado al extremo por el arrollador Márquez, Pecco es una sombra.
En Q1, Pecco mandó un aviso: fue el más veloz y mostró velocidad. Ya instalado en Q2, el italiano optó por una estrategia diferente. No cerró vuelta lanzada en la primera salida del segundo segmento de clasificación y, mientras todos estaban en boxes esperando el final para ir por todo, Bagnaia decidió volver a pista, solito con su alma. Y logró un vueltón: 1m52s303 para bajar 219 milésimas el tiempo que había logrado su compañero en el stint inicial.
Bagnaia no tenía nada más, ya había entregado todo. Solo le quedaba esperar y ver qué harían los rivales en la salida final. Y allá fueron todos, pero… Marco Bezzecchi se fue al piso (tercera caída del fin de semana para el italiano). Bandera amarilla en la primera curva y vuelta abortada para todos. El reloj se consumía, solo quedaría un intento. Pecco estaba en pista, más para ver de cerca que pasaba que para bajar su tiempo. Con el reloj casi en cero, Márquez se lanzó e hizo estallar los relojes en el primer parcial. Listo, era pole. Pero llegó la curva 13… Johann Zarco se fue al piso justo por delante de Marc, quien se distrajo por lo del francés y allá partió.
“Estoy bien. Estoy contento con ser segundo, mi caída fue una distracción porque venía muy fuerte para llegar a ese frenaje, pero cuando se cae Zarco, mi visión se fue con el humo que generó él y me hizo perder la moto. Pero estoy contento porque esta pista es muy complicada para el ataque”, explicó el líder del Mundial.
Con caída y todo, Márquez largará segundo en el sprint y la carrera larga del domingo. Bagnaia deberá abrir las puertas que las motos no tienen para tratar de contenerlo. Álex Márquez, su escolta en el Mundial a 83 puntos apenas fue octavo. Y el campeón, Jorge Martín, fue el más lento de Q2 en su vuelta a las pistas y largará 12º.
Bagnaia terminó siendo el ganador de la batalla por la pole, pero la guerra de las carreras tiene como claro candidato a Márquez. Para Pecco, la felicidad de poder haberse quedado, al menos, con las migajas que deja su compañero.