El español se tuvo que dejar pasar para cumplir el reglamento de presión de neumáticos y, sobre el final, mostró su superioridad al recuperar la punta y ganar la carrera corta de la 12ª fecha.
La victoria de Marc Márquez en el sprint iba camino a ser una más de tantas en su abrumador 2025. El líder del Mundial largó segundo y antes de completar la primera media vuelta ya había desbancado a Pecco Bagnaia para quedarse adelante y comenzar a sacar una diferencia abismal. Tanta, que en un giro llegó a hacerle siete décimas a su compañero del equipo oficial Ducati. Poco para analizar o recordar tendría la carrera corta del GP de Chequia, 12ª fecha del Mundial. Pero… Finalmente fue polémico. Y no por culpa del español, vale aclararlo, más bien por el reglamento de neumáticos que tiene la categoría y que terminó creando una farsa de competencia.
Primero, la regla. Por cuestiones de seguridad y rendimiento de las cubiertas provistas por Michelin, hay una presión mínima que deben cumplir los pilotos durante las carreras. Con ese mínimo de inflado, los corredores deben completar el 60% de las vueltas en las carreras de domingo y el 30% en los sprint. Los protagonistas tienen en el tablero de sus motos la info de la presión. Si al finalizar la competencia no se cumplió la normativa, hay recargo de tiempo. Y en Chequia, a Marc, como a su compañero Bagnaia, se le encendió la alarma. ¿Entonces? Tuvo que aminorar la velocidad de manera grotesca para que lo alcanzara Pedro Acosta, quien venía segundo a un mundo de distancia. Una vez que lo dejó pasara, el español de Ducati retomó la marcha y se pegó a la rueda trasera de la KTM.
Pecco ya había tenido que levantar antes, pero cayó mucho (fue séptimo). Marc hizo todos los radios lo más exagerados posibles y frenaba brusco para levantar la temperatura del neumático. Con más calor, la presión sube. Cuando quedaban un par de giros para el final y Márquez ya tenía la seguridad de que no estaba fuera de reglamento, aceleró y pasó a Acosta como un cono.
El sprint checo marcó dos cosas: el hexacampeón de MotoGP está absolutamente sobrado y puede hacer lo que quiera. Dejarse pasar sin problema, total sabe que lo recuperará. Su noveno título total y el séptimo en la máxima cilindrada solo está envuelto en una sola duda: ¿cuándo será? El segundo punto es que la categoría deberá rever el reglamento. Está bien si se hace por seguridad, claro, pero se debería encontrar una manera de no tener que transformar las carreras en una farsa como el sprint de Chequia.
Marc se bajó de su Ducati y consultó con la gente del equipo si todo estaba ok, porque estaba bajo investigación. Cuando le avisaron que la estrategia había servido, se mostró feliz. “Lo hicimos, por eso estoy sonriendo. Estábamos súper al límite. Cuando vi que la presión no era suficiente empujé un par de vuelta y frené fuerte, pero eso no alcanzaba. Así que dejé pasar a Pedro y giré muy cerca para levantar la temperatura. Al estar en reglamento empujé de vuelta en las dos últimas vueltas”, contó.
Márquez ganó, como casi todo el año. Llegó a su 11º triunfo en sprint en los 12 disputado, y es enorme candidato a conseguir su octavo éxito en carreras largas este domingo. Lidera con 95 puntos de ventaja sobre su hermano Álex, quien tuvo una mala largada y no anotó. Al Mundial le queda apenas un golpecito de horno para estar definido, con la mitad de la agenda aún por disputarse. En este contexto, la situación que se vivió en el sprint de Brno suma poco y nada.
