<
>

Moto3: Valentín Perrone rozó el triunfo en la infartante carrera de Hungría

El piloto argentino lideró gran parte de la 14ª fecha del Mundial y protagonizó un final para el infarto con Máximo Quiles en el circuito de Balaton Park.

¡Inolvidable, fantástica e infartante! Los tres adjetivos, tal vez, hasta se queden cortos para describir la última vuelta del GP de Hungría de Moto3. El duelo final entre Valentín Perrone y Máximo Quiles fue para vivir sentado en el borde de la silla, con nervios, una de esas definiciones que a los fanáticos les genera esa adrenalina especial. ¡Hasta hubo roce en la recta final! El cierre fue para el español, quien venció en la 14ª fecha del Mundial por apenas 18 milésimas sobre el argentino, quien fue segundo.

El Coyote estuvo en la pelea durante las 20 vueltas que duró la carrera de la cilindrada menor en el circuito Balaton Park. Partió desde el segundo lugar y el cuarto puesto parcial fue la peor posición que tuvo. Con un ritmo fantástico y con la elección del compuesto medio para la cubierta trasera (sus rivales optaron por el blando), Perrone tomó la punta de la carrera en el 11º giro y se mantuvo ahí hasta el último. Y ahí sí, para los que no hayan visto la definición, por favor ir al video que está en la parte alta de esta nota y hacer clic. A disfrutar.

Contexto: dos chiquilines de apenas 17 años, ambos en su primera temporada en el Mundial. Para Perrone, su 14ª carrera. Quiles, en su décima, tras dos ausencias en las dos fechas iniciales porque no tenía los 17, edad mínima para participar de Grandes Premios mundialistas. Después faltó a otro par por lesión. En síntesis, un par de rookies dando todo y mostrando talento, valentía y velocidad en la difícil pista húngara.

Quiles, el pupilo de los hermanos Márquez (por algo la dupla catalana puso sus ojos en el piloto del Aspar Team) pasó a Perrone en el comienzo del giro final. El argentino ni se inmutó, siguió pegado a la rueda trasera de Máximo, dando todo. Llegaron a la última chicana y a la variante final. Ahí, a escasos 250 metros de la meta, el argentino volvió a la punta, pero Quiles aguantó y se le fue encima. Con temple de acero, el Coyote se lo sacó de encima con el codo. A ver, que no pase por alto el dato. ¡Lo empujó con el codo, en plena recta, a fondo, en una moto, a metros de la bandera de cuados! Finalmente, Quiles tuvo más velocidad en el tendido recto y ganó el pleito por 18 milésimas.

Uf, un segundo, hay que tomar un poco de agua para bajar… Ahora sí, brillante lo de los dos pilotos. No por nada se dio el respetuoso saludo entre ambos al final. Perrone celebró como loco el segundo puesto, su mejor posición en Moto3 (había sido tercero en la catedral de Assen). La victoria está ahí, a la vuelta de la equina. Venía de hacer la pole en Austria y se quedó sin luchar por el éxito tras un roce con… Quiles. Ojo, Máximo fue atendido antes por David Muñoz. Pero el duelo con el murciano, por una cuestión generacional, pero fundamentalmente por el rendimiento de ambos, promete extenderse en el tiempo.

“Sabía que Máximo salía muy rápido de las curvas, que se tiraría en la última vuelta y mi plan era que, si yo era segundo, me iba a tirar en la última chicana o en la última curva y lo hice. En la salida me pasó por nada. Igual disfruté mucho la carrera, quiero agradecerle a mi equipo porque trabajó muchísimo en el verano. Gracias a todos los que me apoyan”, dio Perrone antes de subir al podio.

El Coyote volvió a mostrar, en su primera temporada en el Mundial, que tiene potencial con la KTM del equipo Tech3. Con el podio húngaro, logró escalar hasta el séptimo lugar en la tabla, con 92 puntos (lidera José Antonio Rueda, con 250). Lleva una seguidilla de 12 carreras finalizadas en zona de puntos. Todavía quedan ocho fechas para el final de la temporada y Perrone irá por su primer triunfo. Ese que rozó en Balaton Park, por el que se entregó entero y que se le escurrió en un final para el infarto.