El colombiano brilló en una carrera inolvidable y venció en el GP de Hungría, 14ª fecha del Mundial. Avanzó desde al 11º puesto para escalar al peldaño más alto del podio.
Su arrasador paso por la temporada 2024 de Moto3 encumbró a David Alonso entre los proyectos más firmes para desembarcar en MotoGP en un futuro cercano. Con el título de la división menor en el bolsillo, el colombiano subió un peldaño y comenzó su andadura en Moto2. El inicio no fue sencillo. Rápidamente dejó de visitar ese lugar que tanto frecuentaba en Moto3: el podio. Alonso pasó de cerrar 2024 con siete éxitos en fila a enhebrar seis competencias fuera del top ten en 2025.
Muchas veces el piloto del Aspar Team habló de la parte mental. Siempre fue su familia el primer bastón donde apoyarse en los momentos complicados. Y el difícil inicio de Moto2 lo tenía mal. Llegó a llorar en soledad, porque su confianza se minó y las dudas nublaron su mente por momento. Pero Alonso salió adelante. El podio en Gran Bretaña (séptima fecha) fue el primer bálsamo. Pero enseguida llegó otra seguidilla de complicaciones, con algunos accidentes (por errores propios y por equivocaciones ajenas). Pero llegó Hungría, en el circuito de Balaton Park, y el colombiano pegó un salgo gigante con un triunfo memorable.
El campeón de Moto3 no logró cerrar una vuelta limpia en clasificación y quedó condenado a partir desde el octavo lugar en el difícil trazado húngaro. Esa ubicación de movida lo obligaba a pasar por el difícil embudo de la primera y segunda curva de Balaton Park. La múltiple rodada en el fondo del pelotón fue la muestra de la dificultad de ese lugar. Pero Alonso lo pasó, con tranquilidad y sin arriesgar de más. Por eso, en la primera vuelta estaba 11º. ¿Alguien imaginaba que desde ese lugar llegaría al triunfo? Posiblemente ni él mismo. Pero…
Ya en el primer tercio de la competencia, Alonso comenzó a mostrar un ritmo alucinante, con tiempos de vuelta impactantes. Y comenzó a avanzar. Superando pilotos como conos. En el tercio final, llegó el embate hacia la punta. Arón Canet, Collin Veijer, Jake Dixon… Uno a uno fueron cayendo rivales y tras la superación a Dixon ya estaba en podio. Ese resultado ya era muy bueno, pero fue por más.
En la penúltima vuelta superó a Diogo Moreira y en la última, fue por Manuel González, el líder del torneo. Y lo pasó con una maniobra de cuadro, para sellar su primer triunfo en Moto2. “Honestamente estar aquí es increíble. Trabajé muy duro y tuve momentos difíciles, llorando solo. Pero así es este deporte, hay que volver a la moto al día siguiente, es lo que querés. Necesitaba saber si podía ganar en Moto2. Me enfoqué mucho en mí en el final para no cometer errores, no mirar mucho para adelante, más en el piloto de adelante”, contó Alonso después de la victoria.
El colombiano tachó en Hungría uno de los debe de su lista. Se sacó la espina de ganar en Moto2. En Moto3 firmó su primer éxito en su 11ª carrera y en la intermedia debió esperar hasta la 14ª. La curva de crecimiento es casi similar, pero con el dominio y los triunfos recurrentes con los que desembocó en Moto2, para Alonso ya era una carga pesada. En Balaton Park se sacó la mochila. Con su éxito, avanzó al 14º lugar en la tabla, que sigue liderando González (finalmente tercero, porque también perdió al final con el brasileño Moreria).
