El español aplastó en Balaton Park, consiguió su séptimo triunfo en fila, estiró su ventaja a 175 puntos y dio una muestra más de que no hay rivales para el combo que forma con su Ducati.
Marc Márquez ganó el GP de Hungría. Sí, no hay nada nuevo bajo el sol. El español hizo lo que quiso, apretó en el momento que lo decidió y después del sofocón de la largada, en la que se tocó con Marco Bezzecchi en la segunda curva, el piloto de Ducati dominó a su gusto para firmar su décimo triunfo de la temporada en las 14 fechas disputadas. El combo formado por Marc-Ducati oficial es perfecto y el catalán los exprime de manera brillante.
Con semejante andar, solo queda hacer cuentas para imaginar en qué carrera será campeón. Porque a los diez éxitos de domingos hay que sumarles los 13 de los sprint. Lleva siete plenos seguidos (carrera corta y competencia larga). Tras la competencia en Balaton Park, Marc se fue con 175 puntos de ventaja sobre su hermano Álex cuando quedan ocho fechas. Cada cita otorga un máximo de 37 unidades, es decir que quedan 296 en disputa.
Si el mayor de los hermanos de Cervera continuara su racha de plenos en las próximas tres citas (Cataluña, San Marino y Japón), el título quedaría sentenciado en Motegi, porque en si Álex fuera segundo en todas, la distancia se iría a 199 y quedarán 185 en juego. Es decir, el piloto de Ducati conseguiría su séptimo título de la máxima categoría cinco fechas antes del cierre. Eso sí, en caso de que Álex quedara más atrás del segundo lugar en Cataluña o San Marino (en Hungría fue 14º), Márquez podría celebrar en tierras italianas, seis fechas antes.
“En la primera curva, cuando vi a marco por delante solté los frenos para evitar problemas. En la segunda pensé que iba a ir más abierto y nos tocamos un poquito. Tenía ritmo muy bueno estoy súper feliz”, analizó Márquez sobre su trabajo en Hungría. Detrás, a un mundo, llegó Pedro Acosta, quien cerró un fin de semana en el que había mostrado un rendimiento en su KTM como para estar donde finalizó. Después de un gran viernes, todo se complicó con la caída en la clasificación del sábado. Ya en la carrera larga, fue para adelante y terminó con el rótulo del mejor del resto.
Márquez hace lo que quiere, gana como quiere y saldrá campeón muy pronto. Para muchos, el Mundial puede ser aburrido y previsible. Pero es momento de disfrutar del manejo de uno de los pilotos que ya hicieron historia y que quedarán por siempre en el olimpo de la categoría.
Jorge Martín y su mejor resultado como campeón
Probablemente, la felicidad de Jorge Martín tras el GP de Hungría haya sido, incluso, mayor a la del mismísimo Marc Márquez. El madrileño finalizó cuarto, su mejor resultado como monarca de MotoGP, en apenas su segunda carrera finalizada. Martinator sufrió dos accidentes en la pretemporada que lo dejaron afuera de las tres primeras fechas. Volvió en la cuarta, en Qatar, y terminó internado en terapia intensiva tras caerse de su Aprilia y ser embestido por Fabio Di Giannantonio. El parón de siete competencias para recuperarse de las lesiones se pasó en medio de la polémica por su intención de dejar la casa de Noale al fin de año, rescindiendo el contrato vigente hasta el final de 2026.
Finalmente, Jorge se quedará en Aprilia y decidió comenzar a trabajar en la búsqueda del mejor rendimiento posible. El séptimo lugar de Chequia fue lo mejor que había logrado como campeón hasta que llegó Balaton Park y terminó cuarto, tras una genial remontada desde el 16º lugar de partida. Martín se bajó de su moto y se abrazó con todos los integrantes del equipo, con Massimo Rivola, director de Aprilia, a la cabeza. El tercer lugar de Marco Bezzecchi le brindó un 3-4 final a la marca que fue muy celebrado.
