El joven español mostró un gran nivel durante todo el fin de semana y se aprovechó del abandono de varios candidatos para celebrar su primera victoria en MotoGP.
El 21 de abril de 2013, un tal Marc Márquez lograba su primera victoria en MotoGP al vencer en el GP de Estados Unidos y se convertía, a los 20 años y 63 días, en el piloto más joven en ganar una carrera en la máxima categoría del Mundial de motociclismo. Aquel día en el que el español festejaba en Texas, un compatriota de apenas ocho años recién cumplidos miraba todo eso como algo lejano. Una docena de años después, aquel niño murciano llamado Fermín Aldeguer se quedó con el GP de Indonesia, 18ª fecha del ejercicio 2025 y, con 20 años y 183 días quedó como escolta de Marc en el rubro de vencedores jóvenes.
El piloto del equipo Gresini ya había sacado credenciales de candidato en Mandalika en el sprint del sábado, que lideró durante todo el trámite, pero no pudo contener el embate final de Marco Bezzecchi, el gran candidato de todo el fin de semana. El italiano de Aprilia había logrado la pole y solo su mala largada había puesto en apuros su éxito en la carrera corta. Aldeguer celebró su segundo lugar como un éxito, y no es para menos. Está en su primera temporada dentro de la máxima categoría y en Ducati siguen de cerca su trabajo.
La revancha llegó el domingo para Aldeguer, en la carrera larga. Otra vez Bezzecchi largó muy mal, pero en esta ocasión la completó con una maniobra extraña en la séptima curva, llegó muy pasado de velocidad y se llevó puesto a Marc Márquez. El campeón terminó en el centro médico y dejó Indonesia con el brazo derecho inmovilizado (sí, justo el brazo derecho) y viajó a Madrid para hacerse estudios profundos (¿se habrá terminado la temporada del catalán?).
Sin Bezzecchi, Aldeguer volvió a tomar la punta, tal como el sábado, pero esta vez no apareció nadie que pudiera ponerlo en aprietos. De hecho, su ritmo fue arrollador y cruzó la meta con 6s987 de ventaja sobre Pedro Acosta, el escolta. Y la brecha se achicó en el último giro, que el de Ducati hizo muy lento (cedió casi dos segundos). El Tiburón de Mazarrón, quien esta vez no se cayó y es noticia, aguantó los ataques finales de Álex Márquez, el compañero de Aldeguer y hermano de Marc, quien completó el podio. Con su tercer puesto, sumado al abandono de Pecco Bagnaia (se fue al piso y no sumó nada en todo el fin de semana) está cada vez más cerca de sellar el subcampeonato.
Mandalika fue una carrera de supervivencia. Largaron 19 y llegaron apenas 14. Las caídas se multiplicaron en todo el fin de semana y los más pintados fueron quedando afuera. En medio del revuelo, Aldeguer fue implacable y, desde este domingo indonesio, ya es ganador en la máxima categoría.
