CINCINNATI -- Cada temporada hay un rótulo para “el mejor jugador del cual menos se habla” en la NFL.
Esa etiqueta este año le pertenece al corredor de los Cincinnati Bengals, Jeremy Hill.
Después de todo, explotó en la segunda mitad de temporada liderando a la liga en varios departamentos, incluyendo yardas por tierra. De hecho, si a ustedes les gustan las proyecciones, Hill habría tenido 306 acarreos para 1,652 yardas de haber jugado toda la campaña.
El punto de inflexión fue en la novena jornada ante los Jacksonville Jaguars. Aprovechó el hecho de ser titular por primera vez y terminó totalizando 154 yardas y dos touchdowns.
Antes de ese partido, sólo había promediado siete acarreos por encuentro, pero cuando le llegó su turno no soltó más.
“Cuando se lastimó Giovani Bernard, el equipo me necesitaba”, recuerda Hill. “Tenía que aprovechar mi oportunidad y por suerte lo hice. Estoy ansioso porque empiece la temporada”.
A diferencia de la campaña pasada, Hill parte como titular, aunque él es consciente de que seguramente compartirán acarreos.
“Tenemos grandes corredores e imagino que no tendré el número de acarreos que muchos están proyectando”, dijo Hill. “Es algo que hay que preguntarle a los entrenadores. Yo he sido el protagonista de un ataque terrestre y también los he compartido. Puedo hacer ambas”.
Si bien Hill dio la declaración políticamente correcta, está claro que le gustaría que lo recompensen siendo el principal protagonista por tierra.
Después de todo, él y Bernard tienen estilos completamente opuestos y el segundo es más factor con sus manos e ideal para terceros intentos.
Ahora bien, también es cierto que los corredores no tiene una larga vida en la NFL, y quizás compartir acarreos es lo ideal si uno pretende extender su carrera.
Lindo problema tienen los Bengals en la posición de corredor.
“Pese a que existe una competencia, nos llevamos muy bien con Gio”, agregó Hill. “Pasamos tiempo juntos fuera del emparrillado, porque creemos que eso mejor la amistad y la química. Una competencia sana es lo mejor para sacar lo mejor de ambos”.
Ya sin el peso de ser novato y de que “todo sea nuevo”, Hill cree que tiene todo para que “su segunda temporada sea mejor que la primera”.
Y eso debe asustar a toda la AFC Norte.
El coordinador ofensivo, Hue Jackson, le pide a Hill constantemente que “se la crea más”.
“Lo trato de hacer, pero mi naturaleza me hace intentar no prestarle atención a lo que dicen de mí porque sé que si produzco el resto viene solo”, declaró Hill.
El problema para Cincinnati es que la ofensiva no se basa únicamente en el ataque terrestre, y a la hora de la verdad, su mariscal Andy Dalton ha dejado bastante que desear.
Los Bengals no han ganado ningún partido de postemporada en la era de Marvin Lewis-Andy Dalton.
“Cuando la gente me recuerda ese dato, utilizo la misma filosofía”, confesó Hill. “No podemos jugar un partido de playoffs mañana. Hay que seguir trabajando y cuando llegue ese día, llegará. Tenemos que preocuparnos por lo que podemos controlar”.
Del otro lado del balón, hay buenas noticias para los Bengals, considerando que Geno Atkins está nuevamente saludable, y cuando ese es el caso es uno de los mejores, sino el mejor tackle defensivo de la NFL. A la vez, el apoyador Vontaze Burfict también está al 100 por ciento.
“Si la salud nos acompaña, esa unidad puede ser muy peligrosa”, opinó Hill. Hill brilló en la LSU a nivel colegial, donde compartió terreno con actuales jugadores de la NFL como Odell Beckham Jr., Jarvis Landry, Alfred Blue, Kenny Hilliard, Zach Mettenberger.
Siempre que pienso en el talento que tenían esos equipos, me cuesta creer que no hayan ganado un título en la NCAA, pero a pesar de que los éxitos no los acompañaron en ese entonces, el concepto de familia permanece.
“Hablo con Odell y Jarvis prácticamente todas las semanas”, admitió Hill. “Parece que todas las semanas enfrentó a un ex compañero, y entre todos siempre intentamos ayudarnos”.
Hill no se plantea metas personales “porque no quiere ponerse un techo”, pero a la vez hay que una cruda realidad que excede los números individuales.
Los Bengals increíblemente han estado en los playoffs todos los años desde el 2011. El problema es que todavía no han ganado ningún partido de postemporada.
En otras palabras, hasta que se rompa esa mala racha, serán conocidos como el equipo talentoso que no brilla cuando más importa.
“Nuestra meta sigue siendo ganar en casa y ganar la división”, concluyó Hill. “Cuando llegue ese día, llegará”.