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class="STORYtextLINK">a Magdalena Kairuz
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SANTIAGO DE CHILE (Enviada especial) -- Confianza en sí mismos y mucha inteligencia fueron las claves para que Pachuca se llevara, por primer vez en la historia, un trofeo continental a México.
En la previa, todo hacía pensar que Los Tuzos llevaban las de perder y el estadio Nacional de Santiago preparó la fiesta para que América conociera a su nuevo Cacique.
Sin embargo, los jugadores del Pachuca siempre se mostraron con confianza en el equipo, sus condiciones y la capacidad para dejar atrás el 1-1 con sabor a derrota cosechado en casa. Y en la noche del miércoles demostraron en la cancha que sus dichos no eran sólo de la boca para afuera.
CACIQUE CON AUTORIDAD
Colo Colo confirmó en la primera parte su condición de favorito. Es que el conjunto dirigido por Claudio Borghi se había cerrado bien atrás, dejando sin espacios a Pachuca, que buscaba el arco de Christian Cejas, pero sin ideas.
Los colocolinos se hicieron fuertes por la banda izquierda con las permanentes subidas de Gonzalo Fierro (que después fue desapareciendo) y Alexis Sánchez, mientras el goleador Humberto Suazo intentaba pasar a un Aquivaldo Mosquera que lo superaba tanto en lo físico como lo futbolístico.
¿Y Matías Fernández? ¿Dónde estaba el gran ídolo y promesa de Chile? En su primera aparición casi arma un desparramo en el fondo mexicano, pero sólo fue una chispa, luego, prácticamente no tuvo grandes intervenciones. Jugó demasiado retrasado y con un largo camino por recorrer hacia el arco, con mucha marca (en especial de Jaime Correa) de por medio.
Colo Colo tuvo la iniciativa en un comienzo y el dominio del juego, pero no consiguió crear situaciones de riesgo. Alexis Sánchez originaba buenas jugadas desde el costado izquierdo, pero no sabía resolverlas y terminaba perdiendo ante Fausto Pinto y Aquivaldo Mosquera.
Damián Álvarez tuvo sólo 45 minutos en la cancha y le cambió la cara a un Pachuca que no decifraba cómo quebrar el fondo chileno.
Velocidad, tanto física como mental, precisión, gambeta y generosidad, porque no buscaba el lucimiento personal, sino el beneficio del equipo.
Generó el primer gol e inició el contragolpe para el segundo. Además estuvo cerca de anotar el propio y forzar otras tantas situaciones en favor de Los Tuzos.
Fue la pieza que parecía faltarle al Pachuca para terminar de engranar y poner en marcha la hazaña.
* La Conmebol también lo eligió como la figura de la final y le entregó un automóvil de la marca del principal sponsor del torneo.
Promediando la primera etapa, la posesión pasó a ser de Pachuca que iba sin plan definido a tratar de romper la sociedad Arturo Sanhueza-Rodrigo Meléndez, que estaba asfixiando a la dupla Christian Giménez-Gabriel Caballero.
Pero cuando Andrés Chitiva se corrió del medio hacia la izquierda y le abrió un poco más el abanico de opciones a Pachuca que, igualmente, aún no conseguía situaciones claras.
Un cabezazo elevado de Chaco Giménez, un remate cruzado en el área de Chitiva y otro centro pasado que Caballero no llegó a empujar fueron las opciones que generó el equipo norteanericano.
Y de, alguna manera, empezaba a arrinconar a Colo Colo contra Cejas. Pero el Cacique pegó en el momento justo.
Meléndez recuperó un balón en el medio, tocó hacia adelante para Matías Fernández, quien le entregó un pase en profundidad a Fierro. El lateral casi pierde la pelota ante Mosquera, pero esta vez, la tiró hacia atrás para que Suazo entrara solo y definiera con un remate cruzado ante la salida del Miguel Calero. Delirio en el estadio y el tanto que dejó a Chupete como máximo artillero del certamen, con 10.
Los gestos de los futbolistas de Pachuca, mientras su rival festejaba, daban la impresión de que el gol los había golpeado muy fuerte y no parecían tener el ánimo suficiente para darlo vuelta.
CAMBIO PARA QUE TODO CAMBIE
Para la segunda parte, Enrique Meza, DT tuzo, decidió sacar a Juan Carlos Cacho (que casi no la tocó) y a Fernando Salazar para hacerle lugar a Damián Álvarez y Gerardo Rodríguez.
El mediocampista argentino logró en apenas unos minutos en la cancha lo que nadie en Pachuca en todo el primer tiempo. Álvarez le dio mayor profundidad. Se convirtió en un verdadero dolor de cabeza para Alvaro Ormeño y Miguel Riffo.
Y cuando Rodríguez entró en sintonía con el otro ingresado, terminaron de invertirse los roles entre ambos equipos.
En apenas siete minutos del complemento, Álvarez encaró por la izquierda superando todas las marcas y lanzó un centro cruzado que Caballero envió a la red, ante la salida de Cejas.
Colo Colo se retrasó para cuidarse de un segundo gol y Pachuca se hizo del control del partido.
Álvarez comandaba el ataque desde la banda derecha y el equipo se rehacía una y otra vez, y cuantas veces fuera necesario, para tratar de vulnerar a la cerrada defensa colocolina.
El tiempo corría y el equipo albo apenas había generado una situación de riesgo y, justamente, a partir de esta surgió el contragolpe que terminó en el segundo gol tuzo.
Damián Álvarez recuperó en el medio, pasó entre dos rivales y avanzó por la izquierda, tocó para Andrés Chitiva, quien continuó la carrera a toda velocidad superando a sus marcadores y cruzó la pelota para Christian Giménez, que acompañaba por la derecha, quedó mano a mano con Cejas y definió cruzado para el 2-1.
Un golpe muy duro para Colo Colo, que ahora necesitaba dos goles más para ser campeón y restaban menos de 20 minutos. El árbitro argentino expulsó a Fierro y Chitiva por una discusión. Y a partir de allí, Pachuca decidió jugar con la desesperación del Albo, sumando más gente a la defensa y dejando solamente a Álvarez en campo rival.
Los jugadores colocolinos quisieron forzar algún penal, pero el árbitro Héctor Baldassi, no compró.
El Cacique no tuvo poder de reacción y cayó en la desesperanza. El tiempo ya no alcanzaba. Los Tuzos corrieron a abrazarse frente al pequeño sector donde había un grupito de hinchas mexicanos. Mientras varios jugadores locales se retiraron con la cabeza gacha o llorando, aunque su gente valoró la gran campaña con el "Para mí sigue siendo el eterno campeón..."
UN LUGAR EN LA HISTORIA
Pachuca supo supo mantener la calma cuando el rival se le iba encima y no le permitía buscar el gol que tanto le urgía.
Pero en cuanto vio a Colo Colo con la defensa un poco baja, salió a buscar y, con los cambios Meza, supo encontrar lo que necesitaban. Lo que se dice un planteo inteligente y un equipo maduro. Y es por eso que, aunque el Cacique se destacó por resultados y estilo de juego, Pachuca demostró que tiene el carácter que se necesita para plantarse frente a más de 66 mil personas que intentaban intimidarlos y se llevó con toda justicia una copa de la Conmebol (siendo de la Concacaf) por primera vez hacia México.