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¿Lo habría dejado en su testamento?

ROMA (EFE) -- Una amplia polémica se ha desatado en el fútbol italiano después de que el domingo, en un partido de la categoría regional aficionada calabresa, se guardase un minuto de silencio por el asesinato en la noche del sábado del presunto jefe mafioso de la "Ndrangheta" (mafia calabresa), Carmine Arena.

El hecho se produjo durante el partido Strongoli-Isola Capo Rizzuto, cuando el equipo visitante, cuyo presidente era primo del fallecido, solicitó al colegiado que se guardara antes del inicio un minuto de silencio por el fallecimiento de un familiar.

El árbitro, sin saber que se trataba de un presunto capo mafioso, accedió.

"Me hicieron la petición justo cuando estábamos bajando al campo. Me dijeron que había muerto una persona cercana al club y sólo al final del partido he conocido la verdad", reconoció después el colegiado.

El episodio no tendrá consecuencias judiciales, ya que no se trata de un hecho penalmente relevante.

No obstante, el fiscal de Crotone (sur de Italia), Franco Tricoli, aseguró que el hecho demuestra "una falta de sentido cívico frente a hechos tan dramáticos y graves".

"Sé que no se trata de un hecho penalmente relevante, pero lo es en el plano moral", afirmó el fiscal tras precisar que la "Ndrangheta" no se combate sólo con las actuaciones policiales, sino también con la complicidad ciudadana.

Además, aseguró, si se llega a este punto quiere decir que el nivel de insensibilidad frente a hechos como el ocurrido ha alcanzado un nivel preocupante.

La Federación Italiana, por su parte, y de boca del presidente del comité regional, Nino Cosentino, ha señalado hoy que no "tenía constancia" de que se hubiese guardado el minuto de silencio.