Arturo Vidal tomó un avión en el aeropuerto de Milán-Malpensa, la noche del domingo. Su destino no era Manchester. El chileno, en su lugar, se dirigió Yakarta. La Juventus estará de gira por Asia y Australia durante los próximos quince días. Su presencia en el plantel y los comentarios del técnico del United, Louis van Gaal, sugiriendo que "tal vez no necesitamos a otros jugadores" ha dado un poco más de esperanzas a los seguidores de los Bianconeri, pensando que su futuro está en su club. Esta ha sido una causa de comprensible ansiedad para ellos.
Vidal es el jugador más decisivo del campeón italiano. Nadie ha marcado más goles para ellos (40) a lo largo de sus tres años en el club, que por supuesto también ha coincidido con su regreso a la cima de la Serie A y un dominio que no se veía en el club de Turín desde 1930.
Mientras que muchos consideran a su compañero de equipo, Andrea Pirlo, como la bisagra sobre la que el equilibrio de poder se inclinó en 2011, nadie expresa mejor el espíritu y la filosofía de Antonio Conte en el terreno de juego que el jugador conocido como "El Guerrero". Vidal, por ejemplo, intentó más entradas cada 90 minutos que cualquier otra persona en la Serie A la temporada pasada. "Si tuviera que ir a la guerra", dijo Conte, "me llevaría a Arturo". Él hace las dos fases del juego y es un mediocampista completo como pocos pares en su posición.
Como tal, el invierno pasado, la Juventus lo convirtió en su jugador mejor pago con un nuevo contrato que se extiende hasta el año 2017 por € 5 millones por temporada, después de descontar los impuestos. En estos días las noticias como estas, se interpretan menos como una promesa de compromiso para dar fin a la especulación sobre el futuro de un jugador y más como un club protegiendo el valor de un activo a la espera de una venta. La petición de la Juventus para que el mediocampista colombiano Fredy Guarin, fuese incluido en cualquier posible acuerdo por Mirko Vucinic del Inter en enero -- una transferencia que se derrumbó -- hizo poco para disuadir esa lectura de sus acciones. ¿Se insinuó como una posible estrategia de sucesión por delante de la venta de Vidal o Paul Pogba en el verano?
El presidente, Andrea Agnelli, había puesto al descubierto el estado financiero del club en la conferencia de los líderes en el fútbol, en octubre pasado. "Estoy tratando de pensar en lo que será de nosotros en dos o tres años si tenemos una oferta enorme por uno de los mejores talentos que tenemos hoy en día, Pogba", dijo. "¿Seremos capaces de retenerlo? No lo sé. No creo que en este momento tengamos la fuerza para retener a un jugador de ese calibre".
Noten que dijo "dos o tres años". Seamos claros, la Juventus no tiene problemas financieros. No son como el AC Milan, ni operan en la austeridad del Inter. Por el contrario, son el club con la mejor gestión de Italia, que son dueños de su propia tierra, sus perspectivas a medio y largo plazo se ven bien. Los nuevos acuerdos de televisión, patrocinio y comerciales entran en vigor a principios de la temporada 2015-16. Por el momento, sin embargo, en términos relativos tienen que ser un poco más moderados que en los últimos tres años.
La Juventus ganó menos dinero la temporada pasada que en la campaña anterior. Pero eso ya era algo sabido. En 2012-13, sólo hubo dos representantes de la Serie A en la fase de grupos de la Champions League, ya que el Udinese no clasificó para los playoffs. Eso significó que la Juventus y el Milan consiguieron dividir entre ellos la enorme cantidad de dinero en efectivo del mercado de televisión italiano. Y debido a que la Juventus llegó más lejos que el Milan, también tuvo derecho a aún más dinero. Fue una temporada rara. Nadie -- ni siquiera los ganadores, Bayern Munich -- recibió más ingresos de la Champions League que la Juventus.
Por supuesto que la temporada pasada fue diferente. Tres equipos italianos clasificaron para la fase de grupos. El dinero de televisión tuvo que ser dividido entre varios equipos e incluso si la Juventus hubiese ganado la competencia, no hubiese ganado lo mismo que el año anterior. Dio la casualidad que fueron eliminados temprano en la competencia y sólo limitaron el déficit al alcanzar las semifinales de la Europa League. Los costos, por su parte, han subido. Los salarios de los jugadores suben año tras año. Podría decirse que la Juventus también ha sido víctima de su propio éxito, ya que un equipo ganador también tiene que pagar las primas y los complementos relacionados con el buen rendimiento.
Con el ingreso en descenso y los gastos en aumento, una inyección de dinero en efectivo de una enorme ganancia de capital realizada a través de una gran venta de jugador -- al estilo de Zidane al Real en 2001 -- mejoraría el aspecto del libro de balances. Lo que nos lleva a Conte. Después de tres años, se cree que él quería redimensionar el equipo para que cambiase de rumbo y fuese más competitivo en Europa. La única forma de financiar esa escala de gastos, sin embargo - -y se informa que estaba detrás de Alexis Sánchez y Juan Cuadrado -- era hacer algo que nunca hubiese contemplado: vender a Pogba o Vidal.
Se cree que ese prospecto ha contribuido a su renuncia. Pero no fue la razón detrás de la misma. En cambio, el consenso es que Conte sintió que había logrado todo lo que pudo en la Juventus y no iba a poder mejorarlo, al menos en la Serie A. Había ganado el Scudetto cada año, ganando con más estilo en cada ocasión. ¿Qué motivación había para continuar? La esperanza de la Juventus era que Conte podría sentirse diferente después de unas vacaciones de verano, pero al regresar para la pretemporada no fue así y no pudo fingir más.
Las repercusiones de su decisión son intrigantes. Pensemos cómo, posiblemente, podría haber cambiado el enfoque de la Juventus en el mercado. Uno se imagina que la Juventus, aunque a regañadientes, hubiese estado más feliz de dejar partir a Vidal si Conte se hubiese quedado y de alguna manera le hubiese dado su bendición. Hubiesen confiado en Conte para mantener el equipo competitivo sin él. ¿Esa misma fe puede extenderse a su sucesor, Max Allegri? Su nombramiento fue tomado por algunos como otro indicador de una venta inminente. Él había absorbido a Thiago Silva y Zlatan Ibrahimovic en el Milan, después de todo, y los mantuvo respetables durante un año.
Pero, ¿cómo se ve la partida de Vidal ahora? ¿Podría la Juventus justificar la pérdida de otra figura considerada crucial en el renacimiento del equipo después de perder inesperadamente a un símbolo como Conte? ¿No será demasiado separarse de él y Vidal el mismo verano? ¿Y Allegri no necesita toda la ayuda posible para mantener a este equipo exitoso y ganarse el aprecio de los fans? ¿El hecho de retener a Vidal no le daría la mejor oportunidad de hacer eso?
También tengamos esto en mente: Allegri no hará las demandas que Conte supuestamente estaba haciendo a la Juventus. Él no va a pedir un Sánchez y/o un Cuadrado que hubiera requerido la venta de Vidal. En su lugar, se las arreglará más o menos con lo que tiene o con lo que han hecho hasta ahora, lo que podría hacer que la venta de Vidal no sea una consideración tan directa. Por el momento, el gerente general Beppe Marotta está diciendo que el jugador no está en el mercado, que la Juventus no ha recibido una oferta y que el jugador no ha expresado su deseo de marcharse. El trono del Rey Arturo todavía se encuentra en Turín.
El United puede pagarle más a Vidal, le dará la oportunidad de jugar en una liga en la que, junto con La Liga, todo el mundo quiere estar en estos momentos. Su posición en el juego también es mayor. Pero a diferencia de la Juventus, no son un campeón reinante ni están en la Champions League esta temporada. "Sería difícil dejar este vestuario", dijo Vidal ante la firma de su nuevo contrato. Uno se imagina que sería incluso difícil ahora, después de la salida de Conte.
Con 29 días hasta que se cierre la ventana de trasferencias, por supuesto, mucho podría cambiar. Pero Marotta dijo este fin de semana: "Si un jugador pide irse, tiene que hacerlo en los tiempos lógicos". Con eso quiere decir que tiene que hacerlo ahora, muy pronto o no tiene que hacerlo en absoluto. Porque si la Juventus es convencida para vender, van a querer tanto tiempo como sea posible para reagruparse y volver a invertir para apaciguar a los seguidores. Pensando con sensatez, no dejarían que se marche cerca del día final del plazo.
Por ahora, todo indicaría que el equipo no quiere vender, pero, según Marotta, aún no ha recibido ninguna propuesta indecente que lo haga girar la cabeza. Todo lo que queda por hacer es seguir la historia de cerca en este espacio.