BARCELONA -- Enchufado en el césped, con el equipo habiendo ganado cuatro partidos consecutivos en Cornellà para quedar a uno del record que se consiguió bajo el mando de Javier Aguirre, la tranquilidad no acude a los despachos del Espanyol, que en esta recta final del mercado teme perder a dos jugadores que no contemplaba. Stuani sigue en la puerta de salida y, por sorpresa, Eric Bailly podría marcharse al Villarreal.
Y entre todo ello, el jugador por quien el Espanyol esperaba sacar mejor tajada e intuía podía abandonar el club en este mercado de enero, Héctor Moreno, tiene todos los números de continuar. Por lo menos hasta final de temporada. La semana pasada apareció el interés de la Juventus, que se sumaba al de varios clubes de la Premier, pero en Cornellá no se ha recibido ninguna propuesta en firme y a cuatro días de acabar el mercado la venta del central mexicano empieza a darse por imposible.
"Soy feliz en el Espanyol pero en el fútbol nunca se sabe que pasará", admitió, por su parte, Stuani este lunes, conocedor del interés del Tigres mexicano por su fichaje y, también, de los problemas de tesorería del club periquito, que todavía no ha pagado a la Reggina el millón y medio de euros que le adeuda por hacerse con 50 por ciento de sus derechos restantes que comparte con el club italiano.
Ocurre, a partir de ahí, que la Reggina forzase al Espanyol al traspaso de Stuani, por quien Tigres ofrece 3 millones de euros y el uruguayo acabase aceptando su salida. "La decisión final es mía. Yo decidiré, pero ahora mismo no puedo decir nada más que primero hablaré con el club y ya se verá", cerró el delantero uruguayo, máximo goleador periquito con 11 dianas y con contrato hasta el final de la próxima temporada.
ERIC, DESTINO AL VILLARREAL
El otro nombre propio en Cornellá es el del joven marfileño Eric Bailly, por quien el Villarreal ha presentado una oferta que se cifra en 10 millones de euros, de los que el club blanquiazul solamente ingresaría la mitad, puesto que comparte sus derechos con su empresa de representación.
El submarino amarillo piensa en el canterano periquito como sucesor de Gabriel, que tiene atada su marcha al Arsenal, y aunque el Espanyol se muestra contrario a la marcha de Bailly, contractualmente no puede evitar el traspaso, que le dejaría cinco millones de euros en caja pero le supondría la pérdida de un futbolista que se contempla desde la dirección deportiva trascendental en el futuro del club.
Y todo ello acabaría sucediendo porque el Espanyol, el pasado verano, no ejerció su derecho de adquirir otro 30 por ciento de los derechos del joven jugador a su empresa de representación. ¿El precio? 200 mil euros... Ahora, claro, los representantes no atienden a las llamadas desesperadas del club y mientras el Villarreal le contempla como fichaje inmediato, fuentes cercanas al Manchester City admiten que le siguen de cerca.
La marcha del marfileño podría coincidir con la llegada al club de Iván Ramis, central de 30 años que juega desde hace tres temporadas con el Wigan Athletic en la segunda categoría del fútbol inglés y que acabando contrato en junio podría forzar su salida para fichar por el Espanyol.
La dirección deportiva blanquiazul lleva desde noviembre siguiendo a Ramis... Pero contemplando su fichaje para sustituir a Héctor Moreno. Al final el central del Wigan podría llegar, pero para pelear con el mexicano, Álvaro y Colotto, perdiéndose por el camino un Eric que estaba llamado a ser la nueva perla del club.