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James, el hombre clave

BRASILIA (Enviado especial) -- Desde el mismo día en el que este Seleccionado de Colombia comenzó la preparación para la Copa del Mundo en Bogotá, todos los protagonistas se han preocupado por destacar especialmente el grupo humano que conforman y el espíritu colectivo que reina entre los integrantes del plantel y el cuerpo técnico. Estos son los conceptos que más se repiten cuando uno charla con los jugadores colombianos. Sin embargo, dentro del campo de juego hay un hombre que se destaca, un futbolista que es al menos un poco más importante que los demás: James Rodríguez.

Tras la lesión de Radamel Falcao García, la Selección perdió a su emblema, a su ícono. El samario había sido el máximo goleador en las Eliminatorias y además desde hace años es uno de los delanteros más efectivos del mundo. Sin dudas, su ausencia fue un golpe muy duro para el equipo, que pudo reponerse gracias a esa fuerza colectiva de la que hablábamos al principio. En ese contexto, debía aparecer un nuevo líder futbolístico. Y todos las miradas apuntaron a James.

Por su talento, juventud, presente y posición en el campo, no había otro candidato a hacerse cargo de la responsabilidad. Es que Rodríguez tiene todo para convertirse en uno de los grandes jugadores colombianos de la historia. Primero y principal tiene la capacidad y la categoría, después tiene la mentalidad y finalmente cuenta con un contexto que lo ayuda. James es el mejor, pero no está sólo.

Ser mediocampista ofensivo o "enganche" en un equipo colombiano tiene un significado particular. No cualquiera se pone la número diez en un club y mucho menos en la Selección. Hay que tener un talento especial, una inteligencia superior, un conocimiento del juego mayor al de la media. El último diez mundialista de Colombia había sido Carlos Valderrama. Eso explica mejor lo que se necesita para jugar con ese número en la Tricolor.

James Rodríguez tiene todo lo necesario para hacerse cargo de cualquier responsabilidadd. Todos lo sabían, no tenía nada que demostrar, pero una Copa del Mundo es algo diferente y él aún debía rendir ese examen. Contra Grecia fue el mejor jugador del encuentro, cumplió con creces y eliminó cualquier tipo de duda que podía llegar a quedar sobre su figura.

El actual hombre de Mónaco jugó claramente como enganche en Belo Horizonte. Se movió por donde el juego lo necesitó y no tuvo una posición fija. Antes del Mundial no se sabía si Pekerman lo iba a utilizar en esta función o como volante por la izquierda, puesto que también conoce muy bien. Finalmente, el DT decidió ubicarlo donde siempre se desempeñó en las Selecciones juveniles y esa decisión le rindió sus frutos.

Frente a Grecia intentó 56 pases y compleó 49, lo que da una efectividad del 87,5 por ciento. Además, remató seis veces al arco, la mitad de todos los disparos del equipo, y corrió un poco más de diez kilómetros. Estos fríos números no alcanzan para explicar su influencia en el Seleccionado, pero sirven para empezar. La importancia de James en Colombia es la que tienen los cracks en cualquier equipo. Sin él, la Tricolor jugaría de otra manera, sin dudas.

Si empezamos a hablar de Rodríguez con números, es necesario continuar con conceptos futbolísticos. Hoy, es el jugador imprescindible del plantel. Nadie lo dirá y nadie lo preguntará, pero Colombia lo necesita como el agua para jugar como Pekerman quiere. Sin él, el plan del argentino no podría llevarse a cabo. James es enganche, sí, pero también es finalizador de jugadas y es un muy buen recuperador de pelotas. Su trabajo no se reduce a unir las líneas, sino también hace un esfuerzo muy grande en el retroceso.

Jugó un poco tirado a la izquierda, para cubrir ese espacio, pero cuando la pelota estuvo en poder de Colombia, él se convirtió en el conductor. A veces retrocedió hasta su campo para recibirla y en otras ocasiones se paró cerca de Teófilo Gutiérrez. Lanzó con maestría y encaró cuando tuvo la oportunidad. Se asoció con Ibarbo, Teo, Armero y hasta con Arias en el segundo tiempo. Manejó los tiempos y el partido se movió a su ritmo. Si él repite su actuación, Colombia ganará mucho más de lo que perderá.

"Estar al lado de grandes jugadores hace más fácil que uno juegue bien. Hace tiempo hemos creado una forma de jugar y no lo vamos a cambiar. Mañana tenemos un partido duro, ellos tienen jugadores buenos y debemos tener cuidado pero salir a ganar. Ahora es mi responsabilidad y estoy listo. Contra Grecia pude jugar bien y espero que ante Grecia también pueda hacer une excelente papel", afirmó el cucuteño en rueda de prensa.

Es cierto que un contexto adecuado hace crecer las virtudes de cualquier jugador, pero también lo es que un talento como James Rodríguez pontencia el colectivo. En definitiva, es una retroalimentación, pero está claro que Colombia necesita mucho de su Diez para mantener el nivel e intentar hacer la mejor Copa del Mundo de su historia.