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El quinto mejor de la historia

Todo se trataba lanzadores y receptores hasta que Derek Jeter tomó el micrófono el miércoles para explicar los cómo y los por qué de su retiro pendiente, convirtiendo este en un gran momento para medir al capitán contra el pitcher más grande (Mariano Rivera) y el cátcher más grande (Yogi Berra) en la historia de los Yankees de Nueva York.

En la mayoría de las clasificaciones de todos los tiempos de los más grandes de la franquicia, Babe Ruth, Lou Gehrig, Joe DiMaggio y Mickey Mantle representan a un cuarteto intocable, las piedras angulares de la mitología de los Yankees. Jeter no tiene un lugar en esa mesa, y no hay motivo para sentirse avergonzado. Pero él pertenece al debate de los bares deportivos acerca de quién debe ocupar el quinto sitio, un debate que incluye a su querido amigo, Rivera, cuya gira de despedida probablemente inspiró al torpedero a programar la suya.

Comparar a Rivera con Jeter es un poco como comparar a Adam Vinatieri con Tom Brady. No se puede negar el rol invaluable del pateador para ayudar a que los New England Patriots ganaran tres títulos del Super Bowl en cuatro años hace una década, pero el quarterback tocó el balón en casi todas las jugadas ofensivas para construir la más reciente dinastía auténtica de la NFL.

Rivera, el especialista de élite, jugó en casi 1,500 partidos menos que Jeter, el pelotero de tiempo completo de élite, durante casi el mismo periodo, y promedió 1.15 innings por aparición. Ellos fueron figuras irremplazables en los cinco títulos, pero el parador en corto tiene una ligera ventaja sobre el cerrador por la disparidad asombrosa entre su tiempo dentro del campo.

Así que esto nos deja con una divertida confrontación Jeter vs. Berra por un lugar entre los cinco mejores Yankees. Si Jeter consideró a Joe Torre como a un segundo padre, parecía considerar a Yogi como su tío favorito. La relación entre ellos ha sido bromista, con Berra presumiéndole a Jeter sus 10 anillos de campeonato, y Jeter respondiéndole que esos equipos nunca tuvieron que lidiar con una serie divisional o serie de campeonato en camino a la Serie Mundial.

"Y le digo a Jeter que nació en la época equivocada", mencionó Yogi bromeando, durante un entrenamiento primaveral en 2010.

"Si nosotros hubiéramos ido directamente a la Serie Mundial cada vez que ganamos nuestra división", respondió Jeter ese mismo día, "hubiéramos tenido muchas oportunidades. Así que definitivamente es más difícil ahora. Bromeaba con Yogi el otro día que algunos de sus títulos no cuentan. Pero él no me cree".

Ni tampoco lo hacen algunos aficionados, que no compran el argumento que Jeter ha sido un jugador superior. Berra ganó tres veces el premio como JMV de temporada regular, o tres más de los que Jeter ganó (aunque el torpedero probablemente hubiera ganado el premio en 2006), y el catcher se ponchó apenas 414 veces en su carrera, o 1,339 ocasiones menos que Jeter, el líder desafortunado de la franquicia en esa categoría. De hecho, Berra nunca tuvo una temporada donde se ponchara 40 o más veces (él tuvo una notable campaña en 1950, donde se ponchó apenas 12 veces en 597 turnos); Jeter ha tenido nueve temporadas con al menos 100 ponches.

Berra también gana en los números de cuadrangulares (102 más en 3,059 turnos menos), carreras remolcadas y porcentaje de slugging, y defensivamente fue mejor en su posición de lo que Jeter ha sido en la suya.

Pero los contrapuntos del capitán son fuertes, aunque él no los mencione para consumo público. Jeter tiene 1,166 hits más, 701 carreras más, 318 robos más y 204 dobletes más que Berra, y tiene una ventaja considerable en promedio de bateo (.312 a .285), porcentaje de embase (.381 a .348), y en la medición sabermétrica de victorias sobre reemplazo (71.6 a 59.3, según Baseball-Reference.com). En la postemporada, Jeter tiene mejores promedio de bateo, de embasarse y de slugging.

Jeter también fue el pelotero símbolo de su época, algo que Berra no fue. Por supuesto, si Jeter hubiera jugado en la parte final de la era dominada por DiMaggio y en plenitud de la era de Mantle, él tampoco hubiera sido el Yankee símbolo.

Es por eso que Jeter vs. Berra es difícil de resolver. Para guía, y debido a que nunca vi jugar en vivo a Berra -- quien tiene 88 años -- busqué consejos de un par de aficionados lo suficientemente viejos como para haber visto a Yogi en su mejor época. Mi suegro, Jack, dudó un poco, antes de referirse a la famosa jugada de Jeter, "el giro", contra Oakland en 2001. "Se supone que el parador en corto no debe estar en ese sitio", dijo. "Es muy reñido, pero tengo que ir con Jeter".

Mi padre, Tom, dijo que podría ser cualquiera de los dos. "Yogi fue un gran Yankee, y jugó en una posición especial", dijo. "Jeter es la elección popular ahora, porque todavía juega, pero dentro de 10 años, cuando la gente los vea a ambos como parte del pasado, quizá sea una historia diferente".

Para ser equilibrados, ya que escribí un libro acerca de Jeter, le pedí una opinión a alguien que escribió un libro acerca de Berra. El columnista del New York Times Harvey Araton, autor de "Driving Mr. Yogi", una valoración del vínculo generacional entre Berra y el antiguo as de los Yankees Ron Guidry, respondió a la pregunta Jeter-o-Yogi de esta forma:

"Ambos jugadores de clasifican muy alto en intangibles inmesurables y han jugado posiciones importantes de liderazgo como catcher y parador en corto. Pero habiendo cubierto a Jeter con los Yankees y luego colocarlo dentro del contexto de la era --manchada por los PEDs--, tendría que elegir a Jeter como el pelotero de mayor impacto.

Por una parte, él es el rostro de esta generación de los Yankees, mientras Berra nunca fue ese jugador durante su época. Encima de eso, puede discutirse que Jeter, aunque no estuvo solo, ha sido el rostro en el muro protector de lo que restaba de la credibilidad del deporte, y contra las fuerzas que han estado a punto de destruirlo por completo. Escuchan a la gente que dice, 'Si yo descubriera que Jeter consumía PED's también, nunca más vería béisbol'. Con el paso del tiempo, han existido muy pocas presencias como esas en el deporte de conjunto. ¿Jordan, Gretzky... y quién más?".

Pero hace algunos años, ESPN New York clasificó a Berra (sexto) y a Rivera (quinto) por delante de Jeter (séptimo) en el listado de los 50 Yankees más grandes. Yo tenía a Jeter en quinto sitio, y todavía pienso que a él le pertenece el primer sitio disponible, luego del cuarteto inamovible de Ruth, Gehrig, DiMaggio y Mantle. Aunque Jeter y Berra tienen un OPS casi idéntico, el volumen puro de hits del capitán (el líder de todos los tiempos de la franquicia, con una ventaja idéntica a la que Secretariat tenía todo el tiempo) y carreras (él necesita 84 para reemplazar a Ruth como el líder de todos los tiempos de la franquicia), sus números superiores en postemporada, y su relevancia resistente como rostro de la franquicia le da el mismo tipo de ventaja muy delgada sobre Berra como contra Rivera.

Al final, todo es cuestión de opinión y preferencia personal, nada más White Ford, otro Yankee en el "Top-10" y el mejor pitcher al que Berra le atrapó, dijo que él no podía elegir entre su catcher y Jeter. "Ambos son sensacionales, ambos integrantes del Salón de la Fama", dijo Ford. "No le puedo dar una ligera ventaja a ninguno. La estaría inventando".

Mel Stottlemyre, ex compañero de Ford, quien debutó con los Yankees un año después que Berra se marchó y que observó a Jeter desde la caseta como coach de pitcheo de Joe Torre, estuvo de acuerdo de que era una misión difícil separar a Yogi de Jeter. "Pero esto sí es claro", dijo Stottlemyre. "Si Yogi es el quinto, Jeter tiene que ser el sexto. Y si Jeter es el quinto, entonces Yogi tiene que ser sexto".

David Kaplan, director del Yogi Berra Museum & Learning Center en el campus de la Universidad Montclair State, y un viejo amigo de Berra, ofreció esta opinión acerca del cátcher retirado y el torpedero pronto a retirarse:

"Considerando las eras y posiciones distintas en las que jugaron, ¿qué persona puede señalar al que fue más grande? Lo que yo diré es que sus similitudes son sorprendentes. Ambos tuvieron un impacto tremendo en sus equipos. Yogi logró actuaciones geniales con pitchers pedestres. Jeter inculca una confianza ganadora con su simple presencia. Ambos fueron líderes callados, notables en los momentos críticos, competidores férreos, unos caballeros.

"Ambos respetan al béisbol y la tradición de los Yankees como pocos, y ambos son reverenciados como pocas otras figuras deportivas. ¿Jeter vs. Yogi? Ambos son hermosos".
Kaplan visitó a Berra el domingo, y le preguntó si él pensaba que era mejor jugador que Jeter, o a la inversa. Él dijo que Yogi respondió solamente "encogiendo los hombros de forma desconcertada", pero fue más enfático cuando le preguntó si pensaba que Jeter hizo lo correcto en declarar que 2014 será su temporada final.

Cuando era mánager de los Mets en 1972, Berra no quería hacer un canje para adquirir a Willie Mays -- entonces de 41 años -- pero el equipo lo adquirió de todas maneras, antes de que Mays demostrara que era exactamente lo que Yogi temía que fuera -- una estrella severamente disminuida. Quizá esa experiencia le dio forma a la respuesta de Berra a Kaplan acerca de la salida planeada de Jeter.

"Él debe retirarse", dijo Berra.

Sí, Derek Jeter debe retirarse. Al final de la temporada 2014, el número 2 debe irse como el número 5 en la lista de los más grandes Yankees de todos los tiempos.