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Para festejar desde la cima

Protagonizaron una final muy entretenida Getty Images

NUEVA YORK -- Serena Williams consiguió por tercera vez ganar el US Open, tras derrotar en una gran final a la serbia Jelena Jankovic por 6-4 y 7-5, en un encuentro en el que además las dos tenistas se jugaban también el número uno mundial.

Con la consecución de su noveno Grand Slam, la jugadora estadounidense vuelve a coronarse como número uno, posición que abandonó el 10 de agosto del 2003, debido a una lesión, que le hizo perder la privilegiada posición que ocupaba desde el 8 de julio de 2002.

Las lesiones habían impedido hasta ahora a la menor de la Williams volver a la cima del tenis femenino, posición en la que ha desbancado a la también serbia Ana Ivanovic, que fue eliminada en la segunda ronda.

El partido estuvo a la altura de lo que se esperaba, ya que ambas jugadoras deleitaron al público que abarrotaba la pista del Arthur Ashe con grandes puntos y un encuentro muy emocionante. Jankovic, que jugaba su primera final de Grand Slam, desplegó un gran tenis, aunque los nervios le jugaron una mala pasada con su servicio en puntos decisivos.

El primer set estuvo lleno de alternativas. Williams apostó por la potencia de sus golpes. Por contra, Jankovic trató de mover por la pista a su contrincante, sabedora de su mayor movilidad y condición física.

Ninguna de las dos consiguió hacerse fuerte con sus servicio y tras romperse el servicio mutuamente, Williams se apuntó otro en el séptimo juego, que le permitió servir con 5-3 para tratar de apuntarse el primer set.

Sin embargo, la combativa Jankovic no se lo puso fácil y se apuntó el saque de la estadounidense para seguir con vida en el set, aunque Serena jugó muy agresiva sobre el servicio de la serbia y logró su tercer break y adjudicarse el primer parcial.

En el comienzo del segundo set, las jugadoras aguantaron mejor su servicio hasta que Jankovic aprovechó su primera bola de break en el séptimo juego y se puso 5-3 tras consolidar la rotura.

La serbia dispuso de un 0-40 para forzar el tercer set, pero Serena se recompuso de manera increíble y sumó siete puntos consecutivos que invirtieron la situación con servicio de Jankovic. La serbia levantó hasta cinco bolas de rotura de servicio para disponer de otro punto de set, en el que hizo una doble falta que la desconcentró y perdió finalmente el saque, lo que dejaba el set con un 5-5 en el marcador.

Williams dispuso de su primer punto de partido con saque de Jankovic que no pudo aprovechar, aunque una nueva doble falta de la jugadora de Belgrado permitió a la tenista americana disponer de una nueva oportunidad, que en esta ocasión no desaprovechó.

Fue el primer triunfo de la menor de las Williams en el US Open desde el 2002 (antes celebró en 1999) y el mismo le garantiza el puesto número uno del ránking de la WTA por primera vez desde agosto del 2003, el paréntesis de tiempo más prolongado para un mejor en la cima.

"Siento como que tengo una carrera nueva", dijo Williams, de 26 años. La estadounidense, cuarta cabeza de serie, no cedió un solo set en todo el torneo.

Al sentenciar el triunfo, Williams lanzó su raqueta al aire y empezó a saltar de alegría, como si hubiese ganado su primer título de Grand Slam. "Perdóname, me excité demasiado", le dijo la campeona a Jankovic, cuando se encontraron en la red para saludarse. "Serena fue superior", declaró Jankovic. "Simplemente formidable", agregó la serbia.

Ni bien se consagró, el padre de Serena, Richard, saltó de su asiento en la tribuna para celebrar, mientras que su madre y su hermana Venus, a quien Serena eliminó en los cuartos de final, aplaudían desde un palco reservado.

"Su empeño es increíble", comentó Richard Williams. "Me parece que ella es una combinación de perro pit bull, Mike Tyson de joven y caimán".