BIRMINGHAM, Inglaterra -- Cada vez que Lina Nielsen termina una carrera, el mismo pensamiento pasa por su cabeza. "Mira lo que hiciste", se dice a sí misma. "Es una locura." Ella también tiene una buena razón para decirse eso.
La última semana fue un torbellino para la velocista británica Nielsen, una de las mejores atletas de 400 metros con vallas del mundo. El miércoles de la semana, reveló en una entrevista que tiene esclerosis múltiple (EM), una afección de por vida que afecta el cerebro y la médula espinal y que puede causar problemas con la visión, el movimiento y el equilibrio, y desde que mostró síntomas por primera vez a los 13 años, o durante más de la mitad de su vida. Solo un puñado de personas lo sabía: su familia, amigos cercanos, compañeros de equipo. "Todos los que necesitaban saber, sabían", dijo. Sin embargo, esta no es su primera gran revelación. Eso ocurrió cuando le contó a su hermana gemela idéntica, Laviai.
Lina, oficialmente diagnosticada con EM justo antes de cumplir 18 años, se lo ocultó a Laviai. Pasaron dos meses antes de que pudiera decírselo. Viajaban en la parte trasera de un automóvil.
"¿Qué es eso?" preguntó Laviai, como harían la mayoría de los adolescentes. Lina describió lo que era la EM y dijo que esa era la razón por la que a veces no podía controlar sus dedos y por la que ocasionalmente no podía caminar, o por la que a veces sufría de visión doble.
Pero Lina tenía una cosa más que decirle a su hermana gemela idéntica que había estado jugando en su mente y alimentando su sentimiento de culpa. Era la razón por la que no le había dicho a Laviai en primer lugar.
"Lo siento", comenzó, "pero como una gemela idéntica, es posible que también tengas que pasar por esto".
Lina y Laviai, ambas velocistas británicas de talla mundial, son inseparables. Siempre lo han sido.
"No tenemos otros hermanos, por lo que siempre hemos sido increíblemente unidas", dijo Laviai a ESPN. "Somos mejores amigas, y es genial tener siempre a alguien que te entienda día tras día. Es un nivel de comprensión muy profundo. Puedo entrar en una habitación y entender al instante cómo es su estado de ánimo. Eso es realmente útil cuando se trata de su condición".
Fue Laviai la que siempre estuvo ahí para Lina cuando sufría sus recaídas. Ella estaba allí a los 17 años, cuando la condición causó parálisis en el lado derecho de Lina, con Laviai cepillando el cabello de su hermana antes de la escuela o ayudándola a cepillarse los dientes. También estuvo allí para ella en una habitación de hotel en Eugene, Oregón, durante el Campeonato Mundial de Atletismo del mes pasado, cuando Lina sufrió su primera recaída en cinco años. Era el día antes de la serie de Lina en el mayor evento de su carrera.
"Me di cuenta de que algo andaba mal", dice Laviai. "Tuve esa sensación, pude ver que algo estaba pasando.
“Era muy callada y reservada y se veía un poco cansada. No quería pensar lo peor, pero pensé que tal vez eran los nervios o el estrés. Me dijo: 'No puedo sentir mi torso'. No he escuchado esas palabras salir de su boca en cinco años, y al día siguiente tenía una carrera por el Campeonato Mundial".
El entumecimiento que Lina había sentido al despertar había progresado en el momento de la carrera, con el brazo izquierdo y la mayor parte de la pierna izquierda sintiéndose entumecidos. Ella también tenía debilidad en su lado derecho.
"Sentí cada emoción que ella sintió", dijo Laviai. "Cuando ella estaba molesta, yo estaba molesta; cuando ella lloraba, yo lloraba; cuando ella estaba nerviosa, yo estaba nerviosa".
Laviai, como siempre, estaba allí a su lado. Viajó al estadio con su hermana, quien estaba cada vez más preocupada de que pudiera caerse en la pista durante quizás la competencia más importante del año. Y luego vio cómo Lina avanzaba, corría su carrera y terminaba última.
Fue una gran decepción, pero también puso en marcha la revelación pública que estaba por venir. Cuando Lina regresó a su hogar en Londres, procesó lo que había sucedido y decidió que era hora de contárselo a los demás y, con suerte, inspirar a otros con EM. Eso incluía a su hermana.
Laviai ha sabido durante nueve años que había una buena posibilidad de que ella también tuviera EM.
"Siempre esperé que ella no tuviera que pasar por eso", dijo Lina. "Si sigues nuestro Instagram, tenemos un estilo de vida muy saludable, siempre comemos alimentos saludables. Así que te diría: 'Asegúrate de tomar tu vitamina D, asegúrate de hacer esto, asegúrate de tomar tu Omega 3, haz esto", no hagas esto. Realmente no quiero que ella pase por eso".
Pero eso no pudo detenerlo. En julio pasado, cuando Laviai recibió la vacuna contra el COVID-19 y sintió un hormigueo en el brazo durante más tiempo del debido, le preguntó a Lina si pensaba que podría ser esclerosis múltiple. Su hermana dijo que probablemente no lo era, pero las pruebas revelaron una pequeña lesión, un signo de esclerosis múltiple. Poco después, le dieron un diagnóstico temprano de la condición.
"La detectamos en una etapa muy temprana, así que creo que la EM de Lina es muy diferente", dijo Laviai. "Acabo de tener lo que describiría como un brazo muerto el año pasado.
"Fue porque pude detectarlo temprano y comenzar el tratamiento temprano [que tengo tan pocos síntomas]".
Hacer pública la noticia ha sido una experiencia muy personal para Lina, que volvió a competir en los Commonwealth Games a fines de julio, aunque no llegó a la final porque sigue recuperándose de su última recaída. Dijo que no ha procesado completamente lo que significa para ella, o para otros con la condición, muchos de los cuales le han enviado mensajes llamándola "inspiración" o "guerrera".
Lina tiene la intención de comunicarse con todos ellos, sabiendo cuánto esfuerzo se necesita para comunicarse. Los mensajes solo han confirmado al mundo lo que Laviai ha sabido todo el tiempo.
"He estado viendo todos los comentarios que ha recibido y asintiendo con la cabeza", dijo Laviai. "Sé todo esto aún más. Es una mujer increíble, la persona más fuerte que conozco".