Si de medallas de oro se trata, hay un único rey y por amplio margen: se trata de Michael Phelps, quien conquistó un total de 23 en las aguas de los Juegos Olímpicos. En total participó en cuatro ediciones: Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.
Su primera participación olímpica se dio en Grecia, cuando compitió en ocho pruebas, obteniendo seis preseas de oro y dos de bronce. Luego llegaron los Juegos de China, donde logró una marca histórica: obtuvo el primer puesto en idéntica cantidad de veces que se tiró al agua a competir. En 2012 sumó otras cuatro de oro, y finalmente en 2016 metió las últimas cinco para cerrar la estadística en un total de 23.
El número final habla solo, pero lo que agiganta aún más la figura del estadounidense es que sus más inmediatos perseguidores en la historia, si se le puede decir inmediatos, aparecen con apenas nueve medallas de oro. Estamos hablando de Larisa Latynina, gimnasta que representaba a la Unión Soviética, Paavo Nurmi, también conocido como ‘El finlandés volador’, quien se especializaba en las carreras de media y larga distancia, y otros ejemplos como los de los estadounidenses Mark Spitz y Carl Lewis.
¿Y Usain Bolt? Ocho medallas de oro, también muy lejos del gran nadador Michael Phelps. A esta altura, y repasando los números de la historia, parece difícil imaginar que algún día alguien pueda romper la marca del Tiburón de Baltimore.