Thierry Henry, el legendario delantero francés, se prepara para conducir a la selección olímpica de Francia en los Juegos Olímpicos de París 2024. Con un plantel que, pese a lo imaginado, carece de grandes estrellas, Henry se erige como el referente indiscutible para una generación que busca brillar en casa con el ambicioso objetivo de volver a ganar el oro tras 40 años.
La selección olímpica de Francia, con Henry al mando, busca emular el éxito de Los Ángeles 1984 y forjar un nuevo capítulo glorioso en la historia del fútbol francés. Su legado como jugador, aún más que su experiencia como entrenador, será fundamental para inspirar a una nueva generación francesa que tiene más obligaciones que argumentos para competir en París 2024.
Henry se sumó a las selecciones juveniles de Francia en agosto de 2023. Es el entrenador principal del Sub 21 pero también quedó a cargo del proyecto olímpico que encara el equipo Sub 23.
Durante meses, se especuló con que el equipo olímpico de Francia contaría con alguna de las figuras del seleccionado mayor. Nombres de peso como Kylian Mbappé, Eduardo Camavinga, Antoine Griezmann u Olivier Giroud. Mbappé dedicó el verano a mudarse a Real Madrid, las demás figuras se mostraron halagadas pero adujeron problemas de calendario tras una Eurocopa exigente, las pretemporadas con sus clubes que se vienen, y su necesidad de descanso.
Al final, el equipo olímpico de Francia cuenta con pocas figuras, nadie que haya estado en la Euro 2024. Los mayores son Loïc Badé (Sevilla), Michael Olise (Bayern Munich) y el veterano goleador Alexandre Lacazette. Entre los juveniles se destacan Castello Lukeba (RB Leipzig) y Lesley Ugochukwu (Chelsea). Ninguno de esos nombres opaca el de Henry.
En París 2024, Henry tiene como desafío estimular a una escuadra joven y prometedora, sin grandes referentes ni demasiada experiencia. Su conocimiento táctico y su historia como uno de los delanteros más prolíficos de su tiempo serán cruciales para inspirar y sacar lo mejor de sus jugadores.
Bajo el liderazgo de Henry, Francia aspira a ganar un torneo que siempre ha tenido un significado especial. El fútbol olímpico comenzó en esta ciudad en 1900. Francia, representado por el Club Francais, llegó hasta la final pero perdió 4-0 ante Reino Unido.
Francia volvió a jugar la final olímpica de fútbol masculino hace 40 años, en Los Ángeles 1984. Esa vez, derrotaron 2-0 a Brasil y se quedaron con el oro.
El entrenador de ese primer, y único, campeón olímpico francés fue Henri Michel, otro emblema del fútbol galo. La repetición de nombres es un lindo gesto de la historia para que Thierry Henry, y toda Francia, se ilusionen.
La experiencia de Henry como entrenador
La carrera de Henry como DT es un viaje acelerado de aprendizaje y evolución. Comenzó como asistente en la selección belga de Roberto Martínez. Fue parte del cuerpo técnico cuando Bélgica llegó hasta las semifinales de Rusia 2018 y perdió 1-0, justamente, ante Francia. Tras ganar el 3er puesto, 2-0 frente a Inglaterra, Henry dejó la selección para comenzar su propio camino como entrenador principal.
Esa primera experiencia fue en un lugar conocido. Asumió como DT del Mónaco, el club donde se formó como jugador, en octubre de 2018. El comienzo fue difícil, y breve. En enero dejó el puesto por malos resultados.
Su siguiente parada fue en el lado francés de Canadá. Se hizo cargo del Montreal Impact en noviembre de 2019 para competir en la MLS. Esta vez, pese a los buenos resultados, abandonó el cargo en febrero de 2021 para estar más cerca de su familia, de la que se había alejado durante la pandemia.
De vuelta en Europa, a Henry le apareció la oportunidad de volver a Bélgica como asistente, con Qatar 2022 como prioridad. En febrero de 2023, con la salida de Roberto Martínez tras ese Mundial, Tití también dejó su lugar en el cuadro belga y espero por una chance como la que le llegó, a los meses, para dirigir a las juveniles de Francia.
El legado de Henry como jugador de Francia
Thierry Henry es un nombre que resuena con fuerza en la historia del fútbol francés. Como jugador, dejó una huella imborrable en la selección nacional. En 123 apariciones dio 31 asistencias y marcó 51 goles. Con esa cifra es uno de los máximos goleadores históricos de Les Bleus.
Henry fue una pieza clave en la conquista del Mundial de Francia 1998, la Eurocopa 2000 y la Copa de Confederaciones 2003. La generación dorada que llevó a Francia a la cima del fútbol mundial no se termina de entender sin el talento y la clase de Tití.
Su habilidad para anotar goles decisivos y su elegante estilo de juego lo convirtieron en un ícono en todo el mundo y, en especial, en Francia. Ahora, como entrenador del equipo olímpico, volverá a serlo.
El sueño de Francia de volver a ganar la medalla de oro en los Juegos está en buenas manos. Los franceses confían en Thierry Henry para conquistar el fútbol de París 2024.