La mujer y la gimnasta más laureada de la historia y de los Juegos Olímpicos nació el 27 de diciembre de 1934, en lo que ahora es Ucrania. Se trata de Larisa Latynina, quien a sus 89 años sigue siendo una auténtica leyenda viva de la gimnasia. A lo largo de su vida deportiva conquistó 18 medallas, entre ellas nueve de oro, representando a la ya disuelta Unión Soviética.
En 1956, con 21 años, Latynina debutó en los Juegos Olímpicos de Melbourne y ya demostró que tenía planeado entrar en los libros grandes de la historia del deporte. De hecho, en tierras australianas logró su máxima cantidad de medallas de oro en un mismo Juego, con un total de cuatro (equipos, individual, suelo y caballo). Además, sumó una de plata (barras asimétricas) y una de bronce (aparatos por equipos).
En 1958, ya fuera del ciclo olímpico, participó del Campeonato Mundial de gimnasia y consiguió el primer puesto en cinco de las seis pruebas a las que se presentó. Más allá del excelente resultado, lo increíble es que lo logró estando embarazada de cuatro meses. De hecho, ese mismo año dio a luz a su hija: Tatyana Ivanovna Latynina.
Luego de ser madre, tuvo un año para prepararse para los Juegos Olímpicos de Roma 1960, donde también completó una enorme actuación: tres medallas de oro, dos de plata y una de bronce.
Su gran consagración, aunque ya no le faltaba nada más, llegó en Tokio 1964, cuando a su enorme currículum le sumó seis preseas más: dos de oro, dos de plata e idéntica cantidad de bronce. Así, alcanzó el total de 18, una marca que ninguna mujer en la historia logró equiparar.