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Santiago Lorenzo y una derrota que no opacó su sonrisa olímpica

Lorenzo se despidió de sus primeros Juegos Olímpicos. EFE

PARÍS (Enviado especial) -- Cuando Edouard, muy atento voluntario de los Juegos Olímpicos de París 2024, irrumpió en el camino de Santi para pedirle disculpas por la hostilidad de sus compatriotas en el Arena Paris Sud 4, no tuvo en cuenta muchas cosas.

Ignoró que Lorenzo entró corriendo al estadio con una mano arriba y una sonrisa dibujada en la cara.

También que en una de las tribunas estaban su papá, su mamá, sus hermanas y algunos amigos, más que suficiente para sentirse como en casa.

Desestimó que en el banco tenía a Gastón Alto, su entrenador, amigo, excompañero y coterráneo, para bancarlo y acompañarlo.

Tampoco consideró que a aproximadamente 11.500 kilómetros, en su San Rafael natal, estaban dándole fuerzas el Profe Piruzi, quien lo inició en el tenis de mesa, y todos sus amigos, o que a 11.000, un poco menos lejos pero igual de cerca, hacían lo propio Pilar, su novia, el cuerpo técnico de la Selección Argentina y un montón de chicos y chicas que sueñan con ser como él.

Edouard, más amigable con Santi que los 7.000 franceses que en coro abuchearon su ingreso, quizás como reprobación a Argentina, quizás como apoyo a Alexis, uno de los prometedores y espectaculares hermanos Lebrun, no tuvo en cuenta que los 16 años en el deporte, los 7 fuera de su casa y los 4 en el exterior fueron soñando con ese momento.

Por todo eso, con la misma sonrisa del comienzo del partido, que por cierto es la misma extenuada sonrisa que esbozó cuando se quedó con el mejor punto del partido, atinó a responderle: "Lo sé, lo entiendo, tranquilo".


Con un marco impresionante, casi ajeno al tenis de mesa, Santiago Lorenzo hizo su debut olímpico. El sanrafaelino de 22 años fue superado en sets corridos (6-11, 5-11, 6-11, 6-11) por Alexis Lebrun, 16° del mundo y uno de los grandes proyectos del anfitrión, que copó el pabellón del Paris Expo Porte de Versailles.

El salón principal del recinto, con cuatro partidos en simultáneo por turno, se venía calentando para la función de las diez de la noche desde que Félix, el otro Lebrun, venció al indio Harmeet Desai. Las expectativas de los 7.000 franceses estaban en el partido de Lorenzo, que no pudo dar la sorpresa y cerró su primera experiencia olímpica.


Finalizado el partido, en diálogo con ESPN.com, Lorenzo analizó lo que vivió estos días: "Me llevo muchas cosas positivas de lo que he vivido en la Villa Olímpica, en mi primer Juego Olímpico, jugando con 7.000 personas. Y en el juego, jugar con un 15° del mundo siempre es positivo, más allá de haber perdido, porque uno se da cuenta de los errores más fácilmente que cuando juega con un rival 'más normal'. Espero que esta derrota me sirva para crecer mucho".

"Nunca en mi vida había jugado con un marco así. Nadie está acostumbrado a esto en nuestro deporte, el tenis de mesa, y creo que en la mayoría de los deportes no pasa de tener un estadio de 7.000 personas cantando, pero lo disfruté: me di el gusto de disfrutarlo, de mirar a las tribunas cuando podía y de vivir esto, porque es único. Uno sabe que acá va a ser visitante, y más jugando con un francés, pero lo entiendo. Es parte del juego y hay que entenderlo así. Aproveché y disfruté mucho de jugar acá", continuó.

En esa línea, Lorenzo contó que "intentó entrar con la mente en blanco y con la cabeza fría", aunque "es complicado teniendo ese ambiente". Y agregó: "Trataba de buscar a mi familia, que sabía que estaba acá, mi novia se quedó en Buenos Aires, mis amigos de San Rafael: sabía que todos estaban alentando, con muchísima gente de Argentina".

Respecto al juego, el mendocino marcó que la diferencia estuvo en "el saque, la recepción y la tercera pelota", facetas en la que el francés "marcó la diferencia entre un top 15/20 del mundo y un 80/70", aunque destacó que "en el rally se sintió de igual a igual o incluso mejor que su rival", que justamente quería evitar los peloteos largos y "terminó imponiéndose en la lucha táctica".

Finalmente, Lorenzo, que jugó "uno de sus primeros partidos ante rivales de este nivel", ya que atesoraba entre sus contrincantes más fuertes a Hugo Calderano, el brasileño que es 6° del mundo, se planteó objetivos para lo que viene: "Lo próximo es seguir entrenando y mejorando, tenemos Juegos Panamericanos antes de los próximos Juegos Olímpicos, y obviamente que quiero estar en Los Ángeles 2028. En París mi objetivo era clasificar y disfrutar acá, pero mi objetivo para los próximos Juegos va a ser llegar mejor que a este y poder competir de igual a igual con estos jugadores. Todo esto es mágico y lo estoy disfrutando".