Apenas distanciadas por unos metros, los que separan la calle uno de la ocho, la jovencísima argentina Agostina Hein, de tan sólo 16 años, y la veterana chilena Kristel Köbrich, de 38 años, escenificaron este viernes en la piscina de La Defense de París el cambio de ciclo que se vive en las pruebas de fondo de la natación sudamericana.
Si para Hein los de París 2024 son sus primero Juegos para Köbrich supone su sexta participación consecutiva en una cita olímpica, tras debutar con 19 años recién cumplidos en los Juegos de Atenas 2004.
Desde entonces la "Cobra", como se conoce popularmente a la chilena, que el pasado mes de febrero se convirtió en Doha en el nadador, hombre o mujer, con más participaciones en unos Mundiales de piscina larga, con un total de doce, no ha faltado a ninguna cita olímpica.
Una dilatada trayectoria que Kristel Köbrich no descarta en prolongar hasta los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, tras las agrias sensaciones que le dejó su actuación en las series de los 800 libre en las que fue penúltima con un tiempo de 8:46.46 minutos.
"Este no es el resultado por el que estoy entrenando y eso es lo que no me gusta, lo que me da rabia", señalo Köbrich que en los Mundiales disputados el pasado mes de febrero nadó ocho segundos más rápido -8:38.81- que en la capital francesa.
Un resultado que llevó a descartar a la chilena cualquier posibilidad de poner fin a su carrera deportiva de manera inmediata.
"Si yo dijera basta, podría hacerlo con la conciencia tranquila, pero este tiempo es malísimo, no es coherente con lo que vengo trabajando y quiero plasmar algo totalmente distinto. No sé si me queda una competición, dos o tres, pero esta claro que así no", indicó Köbrich.
Tampoco se mostró satisfecha con su resultado la argentina Agostina Hein que se quedó muy lejos de la posibilidad de alcanzar la final tras concluir decimocuarta en las eliminatorias de los 800 libre con un crono de 8:37.43 minutos.
"El hecho de estar acá ya es un logro total, pero no estoy contenta con los resultados porque sé que tengo mucho menos que el tiempo de hoy", aseguró Hein que este curso ya ha nadado en 8:29 minutos.
No obstante, a diferencia de Köbrich, el tiempo juega a favor de Agostina Hein, la deportista más joven de la delegación argentina en estos Juegos de París, y confía en lograr un mejor resultado en próximas participaciones olímpicas.
Para ello Hein, bronce en los Mundiales júnior disputados el pasado año en la ciudad israelí de Netanya, no dudó en señalar como un ejemplo a seguir a la nadadora chilena a la que calificó de "ídola".
"Yo la verdad es que la amo. Compito con ella desde hace varios años y verla cómo se mantiene, cómo entrena, la resiliencia que tiene es increíble. Tiene una cantidad de Juegos impresionante y para mí es una ídola", afirmó la nadadora argentina.
Una Agostina Hein que es el futuro de las pruebas de fondo de la natación sudamericana, eso sí, con el permiso de Köbrich que se resiste a dejar de seguir dando guerra.