Con su actuación en los cuartos de final del boxeo olímpico, Verde convirtió la Nord Paris Aaren en un escenario totalmente mexicano
PARÍS -- Marco Verde aseguró la cuarta medalla para México en Paris 2024. El mexicano consiguió el metal tras superar en un dramático combate al indio Nishant Dev en la Nord Paris Aaren.
A continuación te presentamos los detalles que no se vieron de la emotiva pelea del ‘Green’.
Lágrimas y huellas de la batalla
Luego de su combate, Marco Verde acudió a zona mixta para dar sus primeras palabras a los medios de información. Durante las preguntas, la emoción invadió al boxeador mexicano y la voz entrecortada era evidente.
Además de las lágrimas, el rostro del mexicano lució con varias heridas. La principal en el párpado y ceja. El boxeador confirmó que tuvo que recibir puntadas. “No sé cuántas, pero sí la sufrí”, reveló.
La espera de la familia
La familia tuvo que esperar más de una hora y media para abrazar a su medallista olímpico. Marco fue recibido con aplausos y porras por parte de sus padres. Se fundió en un emotivo abrazo con cada uno de sus familiares y convivió con ellos solo por algunos minutos, para después ser despedido con un “Viva México” y tomar el camión que lo regresaría a la Villa Olímpica.
Ordena a la prensa
Marco Verde se encargó de ordenar a la prensa nacional y pidió silencio mientras hacía una pregunta cada periodista. El boxeador mexicano le brindó la palabra a cada uno y escuchó a todos con mucha atención. Pidió que no se encimen los cuestionamientos, para respetar el espacio de cada uno.
Entrevistado por la prensa del rival
No solo los medios de información mexicanos buscaron palabras de Marco Verde. El ‘Green’ también fue entrevistado por la prensa de India. Lo hicieron en inglés y los periodistas reconocieron el nivel del pugilista mexicano.
Una arena mexicana
El escenario resultó el mejor para Verde. Vibró en cada golpe y movimiento del púgil. Las banderas mexicana adornaron el lugar y el grito de “México, México, México” sonó cuando Marco más lo necesitaba. Cuando la porra del de la India se escuchaba, la fanaticada mexicana se encargaba de apoderarse del ambiente.