Marco Verde aseguró la cuarta medalla de México en Paris 2024, y cumplió la promesa a su padre, olímpico en boxeo de Barcelona 92
Marco Verde cayó fuliminado cuando el réferi levanto su mano en el combate de los Cuartos de Final de Paris 2024. Le había hecho una promesa a su padre y abuelo antes de viajar a los Juegos Olímpicos, porque defendía el legado de su papá, olímpico en Barcelona 92, y del boxeo mexicano, la disciplina que más medallas le ha entregado y a la cual 'El Green' aportó a la lista el metal número 14 del deporte de los puños.
El peleador aseguró la cuarta medalla para México en Paris 2024, después de una demostración de "puro corazón y huevos", como el mismo Marco definió el combate de su padre que lo inspiró para elegir el box sobre el béisbol.
Dice Marco Verde que ama su barrio, pero los sueños están fuera de él. Tuvo que dejar su casa a los 12 años, entrenar en la Ciudad de México y competir en París para que la frase cobre mayor sentido, porque de los puños del pugilista México regresó al podio olímpico. Abandonar el béisbol y dedicarse al boxeo, en contra de los deseos de sus padres.
“Era complicado, porque desde chico me concentraba en el béisbol. Jugaba en torneos buenos, me gustaba mucho aventarme por las pelotas, no me importaba si me lastimaba o no, me gustaba aventarme, no importaba si tenía que ser de cabeza. A los 12 años tuve que decidir entre el box o el béisbol, lo decidí porque lo sentí en la sangre y eso me llevó a donde estoy ahora”, revela Marco Verde en el Ride a París de ESPN.
El boxeador es originario de Mazatlán, Sinaloa, lo conocen en el barrio como el “Green” y en las últimas fechas como el “olímpico”, debido a que al igual que su padre consiguió clasificar a la justa veraniega. Ahora podrán llamarlo medallista, porque peleará para cambiar el color del metal, de bronce a plata u oro.
“Me acuerdo de los Panamericanos, cuando llego a casa, convivo con mi familia y amigos de mi padre. Ven a mi padre y a mí, y nos dicen, los dos olímpicos del barrio, los dos que salieron de este barrio”, recuerda el hijo de Manuel ‘Sammy’ Verde, quien estuvo en Barcelona 1992.
La última esperanza del boxeo mexicano en Paris 2024
Marco Verde defendió el legado familiar y del boxeo mexicano en Paris 2024, la disciplina que ya suma 14 medallas olímpicas.
“Una frase que me dicen mucho: ‘amamos el barrio, pero los sueños están fuera de él’. Me gusta estar en el barrio, pero los amigos se pierden en las drogas o otras cosas, eso me llevó a salirme de casa y buscar esto”, recuerda el púgil que con dos combates en París en la categoría de 71 kilogramos, ganó medalla en boxeo, la primera para México desde Río 2016.
La última esperanza del boxeo varonil en Juegos Olímpicos era el peleador de 22 años, porque su compañero Miguel Ángel Martínez cayó eliminado en su debut en París. México solo ha ganado dos medallas en boxeo en los últimos 24 años, la de Christian Bejarano en Sidney 2000 y Misael Rodríguez en Río 2016.
"Nos ha tocado que nos digan: 'van contra tal peleador, o sea, ya van a perder', y creo que enfocarnos en eso, más que nada, porque damos la sorpresa y dimos la sorpresa. Nadie se lo esperaba, y dimos esa sorpresa, porque el trabajo duro es lo que rinde. Así que, simplemente nos enfocamos en entrenar, no nos interesa que nos distraigan los medios y eso, para mí es entrenar y mi familia, creo que eso es fundamental", mencionó el peleador en el recorrido que hizo con ESPN por las calles de la Ciudad de México.
Hay dos consejos que Marco Verde recibió de su padre: el boxeo es celoso y va a sufrir si quiere destacar. El 'Green’ lamenta perderse las reuniones familiares, las salidas con los amigos y estar lejos de sus abuelos. “Tuvimos que elegir el boxeo, que es lo más difícil, pero después de cada competencia y de ganar, creo que nos da muchísimas satisfacciones ganar por todo el esfuerzo que hemos hecho”, menciona.
Rebelarse a la familia por el sueño olímpico
A Marco Verde se le pregunta quién es su ídolo y en automático responde que es su padre, ‘Sammy’ Verde. Aún así, su familia intentó que el atleta optara por el béisbol en lugar que el boxeo, se les rebeló.
“Mi mamá nunca le gustó, desde que empecé, desde la fecha es difícil verme pelear, ahora más que peleamos sin careta. A mi padre le gusta más el béisbol, lo dejé, tuve que decidir entre el béisbol y el boxeo. Elegí el box, pues me dijo, ni modo, vas a sufrir”, explica.
A los seis años, Marco comenzó su andar en el deporte, pero fue en el béisbol. Después, a los 12, eligió el boxeo, el deporte que lo llevó a unos Juegos Olímpicos y le da una oportunidad de darle una revancha a su padre, que se quedó en la primera ronda de Barcelona 1992.
Por eso, en la maleta que llevó a París va la camisa que su papá mandó hacer cuando era boxeador profesional, será su amuleto en su debut olímpico. “Era mi papá en ese retrato, en la parte de atrás de la espalda que diga Sami. Así que esta camisa no me va a faltar”.
Marco aseguró medalla y tiene los últimos dos combates en Paris 2024 para cambiar de color el metal. "Todo lo que prometí a mí mismo: que le iba a dar una medalla a México, mi padre, mi familia y a todos”, dijo el peleador apenas después de vencer a su rival en Cuartos de Final.