El estadounidense Noah Lyles (9.79 segundos), en una final cerrada supera al jamaiquino Kishane Thompson y se lleva el Oro de los 100m en los Juegos Olímpicos de Paris 2024.
PARÍS -- El estadounidense Noah Lyles se convirtió en el hombre más rápido del mundo al vencer en la final olímpica de los 100 metros, con un tiempo de 9.79 (marca personal) al jamaicano Kishane Thompson.
Lyles, al igual que hizo el año pasado en los Mundiales de Budapest, volvió a demostrar que es el hombre más rápido del mundo. En esta ocasión puso en pie a los asistentes a una de las finales olímpicas más esperadas y que se adjudicó por solo cinco milésimas sobre el joven velocista jamaicano Kishane Thompson, que se ilusionó con arrebatar el trono a su rival, igual que su compatriota, el también estadounidense Fred Kerley, tercero. inició en París, el reto con el que llegó a la ciudad francesa, el de ganar las preseas doradas en los 100m, 200m y el relevo 4x100m, el mismo triplete que hizo hace justo un año en los Mundiales de Budapest.
Noah Lyles, puso en pie a los asistentes al Estadio de Francia, en una de las finales olímpicas más esperadas y que se adjudicó por solo cinco milésimas sobre el joven velocista jamaicano Kishane Thompson, que se ilusionó con arrebatar el trono a su rival, igual que su compatriota, el también estadounidense Fred Kerley, tercero.
Noah Lyles, de 27 años, afrontó la final consciente de que los casi 80,000 espectadores que abarrotaron el inmueble olímpico estaban pendiente de él y respondió montando un show antes de la carrera, alentando al público, dándose golpes en el pecho y haciendo gestos de complicidad con la grada.
Sus 0.178 de reacción fueron el peor tiempo de los ocho finalistas, por lo que en carrera le tocó remontar, algo que hizo con esa punta de velocidad que a mitad de recorrido le salvó de una mala salida. En meta paró el crono 9.79, mismo tiempo que el joven jamaicano Kishane Thompson, que llegó solo cinco centésimas después para colgarse la plata y sorprender al estadounidense Fred Kerley, que se conformó con el bronce con sus 9.81.
Por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos bajar de diez segundos en las semifinales no dio acceso a la final. Y es que el nivel que hubo por entrar en la pelea por las medallas fue enorme, con el corte marcado por el estadounidense Kenneth Bednarek en 9.93.