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Nikola Jokic, el dueño del juego en el apasionante Serbia-Australia

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De la mano de Jokic, Serbia eliminó a Australia en un partidazo (1:07)

El juego se fue a Tiempo extra luego de que patty Mills empatara el tiempo regular a falta de 1 segundo en el reloj. Jokic fue desicivo en los dos minutos finales del juego. (1:07)

Nikola Jokic detectó la doble marca y rápidamente encontró al compañero que estaba libre: asistencia para el triple de Ognjen Dobric. En la siguiente acción, Jokic le robó la pelota a Patty Mills. Un par de minutos después, le metió una gran tapa a Josh Giddey. Luego, tomó un rebote, perdió el balón y rápidamente lo recuperó para instantes después convertir un doble fundamental para que Serbia se pusiera al frente ante Australia. Otro rebote y otra canasta decisiva tras un giro digno de la gimnasia artística que tanto atrae en estos Juegos Olímpicos. Todo eso en el tiempo suplementario del duelo de cuartos de final de Paris 2024. El cierre del partido estuvo en las manos de Bogdan Bogdanovic, pero Jokic ya había hecho el trabajo principal.

Jokic siempre juega bien. Esa es una máxima del básquetbol moderno que nunca debe olvidarse. Antes de ese electrizante tiempo extra, el pivote serbio que acostumbra a brillar en Denver Nuggets ya había sido determinante para la recuperación de su seleccionado, que en la primera mitad llegó a sufrir 24 puntos de desventaja y luego protagonizó la mejor remontada en la historia de los Juegos Olímpicos.

La incidencia de Jokic en el partido se puede observar rápidamente en sus estadísticas. Nikola registró 21 puntos, 14 rebotes y 9 asistencias y coqueteó con el triple-doble, algo que solo tres jugadores consiguieron en la historia del básquetbol olímpico: Alexander Belov para Unión Soviética contra Canadá en 1976, LeBron James para Estados Unidos contra Australia en 2012 y Luka Doncic para Eslovenia contra Francia en 2021.

Pero la importancia de Jokic va más allá de los números. Mucho más allá. Cuando él está en cancha, es la referencia ineludible del ataque serbio. Y, más allá de algunas licencias defensivas, le impone respeto a sus rivales del otro lado.

Serbia, último subcampeón del mundo, llegó a París con el objetivo de subirse al podio. Frente a Australia lo demostró con su espectacular reacción entre el cierre de la primera mitad y el notable tercer cuarto. En el camino rumbo a las medallas tendrá, seguramente, un obstáculo muy complicado: Estados Unidos, equipo contra el que ya perdió en la fase de grupos en un partido en el que solo pudo dar batalla mientras Jokic estuvo en cancha.

Nikola Jokic hace de todo y todo bien: traslada la pelota, pasa, tira, toma rebotes y cuando es indispensable se pone el overol para defender.

Nikola Jokic marca el tempo de los partidos. Se juega a su ritmo. La búsqueda de la lentitud y la desaceleración será fundamental para el próximo encuentro. Serbia deberá evitar el vértigo contra Estados Unidos.

Nikola Jokic es el dueño del juego. Y la esperanza de Serbia para dar el gran golpe en Paris 2024.