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Vitaly Scherbo, el rey de las medallas de oro en Barcelona

Vitaly Scherbo ganó seis medallas durante los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Getty Images

Dueño de un gimnasio en Las Vegas, Vitaly Scherbo vivió hace 25 años el mayor momento de gloria de su carrera deportiva. Nacido en lo que hoy es la capital de Bielorrusia y entonces, en 1972, era una ciudad más de la Unión Soviética, a Scherbo hay quien le considera el mejor gimnasta en unos Juegos Olímpicos. Nadia Comanecci aparte, claro…

“Barcelona fue mágica para mi. Yo quería llegar a lo más alto y trabajé mucho para ello”, recordó hace pocos años en una entrevista concedida al diario Mundo Deportivo, en la que descubrió ser “un gran fan de los Lakers” y admitió que la mentalización fue vital para su triunfo en los Juegos de 1992. “En el equipo soviético nos enseñaban a salir y ganar independientemente de la competición. En tu mente sólo había entrenamiento, ir del hotel al gimnasio… ¿Nervios? teníamos un sistema de trabajo muy duro, nos entrenaban para afrontar los Juegos como si fuera un torneo local”.

Se retiró joven, en 1997, después de que ser el rey de los Juegos de Barcelona (6 medallas de oro) le deparase un futuro menos agradable del que supuso. Abandonó Bielorrusia para instalarse en Estados Unidos tras sufrir su casa un asalto y a principios de 1996 un grave accidente sufrido por su esposa, que permaneció un mes en coma, provocó en él una fuerte depresión que le llevó a la bebida.

Recuperada, su esposa le animó a volver a la competición y aún tuvo tiempo de participar como integrante de Bielorrusia, en los Juegos de Atlanta, donde conquistó 4 medallas de bronce. Pocos meses después tuvo un accidente de moto en el que se rompió una mano y decidió retirarse.

A los 15 años, en 1987, ya formaba parte del equipo nacional soviético y aunque no alcanzó a tomar parte en los Juegos de 1988 en Seúl, la brillantez con que ganó tres medallas de oro en las finales por aparatos, incluyendo un ejercicio de salto puntuado con un 10.00, en los Campeonatos de Europa disputados en 1990 acabaron de encumbrarle.

SINFONÍA DE ÉXITOS

Convertida la Unión Soviética en el ‘Equipo Unificado’, nombre bajo el que compitió en los Juegos de Barcelona, Scherbo llegó, con 20 años, entre los favoritos en varias disciplinas… Pero para nada como aspirante a la exhibición que completó.

En el Palau Sant Jordi realizó la mejor semana de su vida, dominando de manera impresionante y consiguiendo lo que ningún gimnasta había hecho antes: ganar.

Seis medallas de oro de 8 posibles. Conquistó la competición individual, la competición por equipos y las de anillas, salto, barras paralelas y caballo con arcos.

“Fue una maravilla. Ver lo que hizo, con el paso de los años, hace que sea aún más recordado”, apuntó en su momento Gervasio Deffer, considerado entre los mejores gimnastas españoles de la historia, ganador de dos medallas de oro y una de plata entre los Juegos de 2000 y 2004 y admirador declarado de un bielorruso que superó todas las expectativas.

Se quedó a un oro de alcanzar el récord de Mark Spitz cuando Michael Phelps, con siete años, nadaba en Baltimore sin tener conciencia de lo que le depararía el futuro. Porque en 1992 Barcelona se iluminó con Michael Jordan, Óscar de la Hoya, Gail Devers o Carl Lewis… Pero Vitaly Scherbo fue el rey del medallero.