El remero Felipe Klüver comentó la gran semifinal en la doble par ligero que realizó junto a Bruno Cetraro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. En declaraciones a Canal 5 Uruguay, el deportista uruguayo manifestó su felicidad por haber podido terminar segundo en la regata de semis, pasar a estar entre los seis mejores y así poder disputar la final olímpica en busca de una medalla.
El mercedario declaró: “Es impresionante, todavía no caemos que estamos en una final. Ahora a retocar la máquina y seguir. Llegar a una final olímpica es algo que soñás pero que no imaginás, es muy emocionante”.
Klüver analizó la actuación del equipo celeste: “Osvaldo (Borchi, el entrenador) escribió en una hoja la estrategia y nosotros con Bruno la memorizamos. La idea era ir hasta los mil metros cómodos, sin que se nos fueran mucho los rivales, tenerlos al lado; luego de los mil metros le empezamos a dar. Estábamos muy manija para hacer lo que nos dijo Osvaldo y en los últimos 500 metros le dimos más fuerte, en los últimos 250 cerramos los ojos y le empezamos a dar para atrás y para adelante, y la verdad que fue impresionante cómo anduvo ese bote, cómo respondió y se dio todo. Cuando llegamos vimos que salimos segundos, la estrategia salió a la perfección. Estamos muy contentos y más manijas que nunca para mañana”.
El remero comentó que las condiciones climáticas adversas favorecieron al bote uruguayo. Esto se puede deber a dos aspectos importantes y entrelazados: en Uruguay, los remeros están habituados a entrenar en ríos bravos, difíciles de domar, por lo que los celestes ya estaban habituados a remar en condiciones similares. Además, esas mismas dificultades hacen mejorar la técnica de los deportistas, y, en condiciones climáticas desfavorables, los remeros con mejor técnica tienen ventaja sobre aquellos cuya principal virtud es la potencia física.
“A veces Osvaldo nos dice que hay que trabajar y trabajar, y hay días en que te vas del entrenamiento sin ganas preguntándote para qué carajo te sirve el ejercicio que te marcó, y en estos días te das cuenta. En muchas ocasiones nos mandaba a remar en malas condiciones, donde no podía ni remar, y en esta semifinal las condiciones también eran muy malas, pero ya estábamos acostumbrados gracias a ese trabajo previo”, subrayó Klüver, quien agradeció todo el apoyo brindado, en particular a su Mercedes natal, al Club de Remeros de Mercedes y a Álvaro Silva.
Y valoró sobre su relación con Cetraro: “En su momento, yo entré al bote con un desconocido y hoy es más que un hermano. La confianza es todo arriba de un bote, saber lo que va hacer el otro y que no va a abandonar hasta la última remada es algo impagable. También es importante la confianza de Osvaldo, esto es un equipo de tres y la confianza entre los tres es impresionante. A veces Osvaldo se enoja, pero hoy le damos las gracias porque gracias a su trabajo hoy llegamos a donde llegamos”.
Tras asegurar el diploma olímpico al estar entre los seis mejores, Klüver dijo respecto a la final que se disputará este miércoles a la hora 21:50 de Uruguay y a la posibilidad de subirse al podio: “Hay que darle, mucha gente no nos tenía ni en cuenta. Tuvimos una clasificación muy mala, un repechaje donde pasamos de asco, y en esta semi clasificamos. Nunca se sabe, hay que salir a la cancha y darle. Vamos a ir por todo; una medalla olímpica es algo que sueña todo deportista”.
“Está la chance. No hay que pensar, hay que darle nomás. ‘El que pensaba, perdía’, me dijo un compañero la primera vez que participé de un Sudamericano, me acordé de eso que me dijo Mauricio y me ayudó muchísimo. Quiero agradecer a toda la gente que nos ha apoyado y nos alienta”, finalizó Klüver, quien con Cetraro y el entrenador Borchi intentarán darle a Uruguay su undécima medalla olímpica en toda la historia, lo que sería la quinta del remo oriental.