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Cinco momentos imborrables en la memoria de Raúl Quiroga

Raúl Quiroga, a la derecha, con barba, en los festejos por el título de Panini Módena, campeón italiano 1985/86 Gentileza La Gazzetta di Modena – Benito Benevento

Al momento de elegir, Raúl Quiroga no tuvo dudas. El argentino, descripto por muchos como el atacante más potente del planeta, recordó cinco momentos imborrables de su carrera deportiva. “¡El Preolímpico de Brasil! Ese fue un torneo fantástico”, inicia la enumeración. Cualquiera diría el bronce de Seúl: pero hay una explicación. Ya llegará. “La final por el Scudetto con Módena contra Tartarini Bologna: ese partido fue épico”, apunta en segundo lugar. “El triunfo contra Holanda, en Seúl 1988, también fue emblemático”, completa el podio de recuerdos.

“Y hay otros dos partidos con Montichiari de los que estoy tratando de conseguir videos. En uno le ganamos a Frejus de Francia por la Recopa de Europa, y creo que de los 15 puntos del quinto set debo haber hecho cerca de 14. El otro, contra Treviso, por el tercer puesto de la Copa Italia, porque pasó algo parecido. Era muy loco ver esos partidos. Si sacaba el equipo contrario, atacaba yo. Por primera o segunda línea, atacaba yo. Y si sacábamos nosotros y la defendíamos, atacaba yo independientemente de dónde estuviera ubicado en la cancha”, agrega entre risas.

–¿Por qué no mencionás el partido por el bronce de Seúl entre esos cinco grandes momentos?

–No te lo nombro por una simple razón: en el tercer set, Muchaga (el entrenador del equipo) me sacó y no terminé en cancha. Y me quedó un gustito amargo. Jugué bien el primer y el segundo set, y en el tercero fallé dos o tres pelotas y me sacó y no jugué más. Por supuesto, fuimos felices con esa medalla de bronce, que fue inolvidable, pero me quedó ese gustito amargo de no terminar en cancha.

EL DETALLE

PREOLÍMPICO DE BRASILIA 1987

“Raúl es un ganador. Y ha ganado mucho en su carrera. No me sorprende que elija el Preolímpico de 1987, porque lo ganamos, salimos primeros. Él se acuerda de eso porque fuimos campeones”, dice Waldo Kantor con una sonrisa. “En ese torneo y jugamos bárbaro. Debutamos ganándole a Brasil. ¡Fue la primera victoria en mayores contra Brasil en toda la historia del vóley argentino! Fue 3-0, en el debut y encima como visitantes”, enfatiza el exarmador y actual entrenador. “Además, les ganamos a Japón y Francia, y la final a Cuba, que en ese momento estaba ‘explotada de talento’. Fue sensacional para todos y Raúl jugó un gran, gran torneo”, completa Kantor.

PARTIDO DECISIVO DE LA FINAL POR EL SCUDETTO 1985/86

“El partido en el que Módena conquistó el campeonato en Bolonia, ganando 3-2, fue el que convirtió a Raúl en leyenda. Atacó 116 pelotas y 77 terminaron en el suelo. ¡77 puntos! Para mí, estaba claro que a partir de ese momento Raúl sería conocido por todos como ‘el Bombardero’ ¡Fue fantástico!”, rememora el periodista italiano Fabio Rossi, de La Gazzetta di Modena, en diálogo con ESPN.

Al día siguiente, La Gazzetta di Modena entrevistó a Quiroga y a dos entrenadores que fueron leyenda: Paolo Guidetti y Carmelo Pittera.

En el diálogo con el sanjuanino, lo apodan “el Bombardero, dicen fue protagonista y profeta del ataque de su equipo y que tuvo un impresionante porcentaje de ataques positivos. “Una auténtica ametralladora”, concluye la presentación.

“La victoria en la final de los playoffs la logró el argentino Quiroga. Ese hombre impresionante ha jugado fenomenalmente bien esta temporada”, lo elogió Guidetti, técnico de Panini Módena durante cinco temporadas, en tanto que Pittera, entrenador del seleccionado italiano subcampeón mundial 1978 se declaró “impresionado” por la actuación del atacante argentino en el partido decisivo.

PARTIDO CON HOLANDA EN SEÚL 1988

“Ese partido, si bien fue del grupo, fue como unos cuartos de final, porque nos catapultó a semifinales olímpicas. Raúl la rompió. Jugó impresionante”, recuerda Waldo Kantor.

“Ocho de doce argentinos que entrena Muchaga se ganan la vida en Italia, incluyendo a su delantero estrella, Raúl Nicolás Quiroga. Frente a los contundentes ataques de Quiroga, el joven equipo del entrenador Arie Selinger se quedó sin respuestas. Los cambios de ritmo y las variaciones en el ataque argentino superaron la defensa y el bloqueo neerlandés”, describió aquel día el periodista Jules Spijkers, del diario De Stem.

“Me acuerdo que íbamos ganando el tercer set por una diferencia cómoda y no teníamos una pelota para terminar el partido. Sacábamos nosotros y ellos siempre rotaban. Siempre. Estaba seguro que si había una sola posibilidad, se la daba a Raúl y chau. Y así fue: defendió Daniel Castellani y Raúl cerró el partido”, describe Kantor con su memoria prodigiosa.

PARTIDO CONTRA FREJUS EN LA RECOPA DE EUROPA

“Los grandes éxitos llegaron en 1991, cuando Gabeca Montichiari ganó, por primera vez, en Palma de Mallorca, una competición europea: la Recopa de Europa, venciendo en la final al Automobilist Leningrado por 3-1. Los grandes protagonistas de aquel desafío fueron Quiroga, Dall’Olio, Babini, Posthuma, Giazzoli y Nucci”, dice la descripción del Montichiari en el sitio oficial de la Liga Italiana (Lega Volley). Por supuesto, el apellido Quiroga figura primero en la lista.

“La Recopa aterriza en Montichiari. Quiroga arrastra a Gabeca al éxito”, tituló el diario italiano La Stampa, que aseguró que el sanjuanino había sido “incontenible en ataque”.

Claro que antes de esa final, en Palma de Mallorca, el Montichiari debió ganar un cruce de “semis” de alto voltaje: el 3-2 contra el Frejus francés que Quiroga mencionó en la entrevista. El quinto capítulo terminó 15-11, con el argentino como héroe. Al día siguiente, contra los soviéticos, se impusieron 3-1 en la final, con un increíble 15-2 en el último set.

TERCER PUESTO DE LA COPA ITALIA CONTRA TREVISO

La planilla, archivada en el sitio web Lega Volley, permite dimensionar la capacidad devastadora de Quiroga. Frente a 6.150 espectadores, en Milanio, el argentino anotó 50 puntos en el triunfo 3-2 de Montichiari sobre Sisley Treviso, auspiciado por la familia Benetton, en el juego por el tercer puesto de la Copa Italia 1989/90.

Ese podio fue el primer gran logro de Montichiari, un equipo que había ascendido en la temporada 1987.

En la Sisley Treviso, el máximo anotador fue Andrea Gardini, una de las glorias de la Generación de Fenómenos italianos, con 32 tantos. ¡El mejor del rival quedó a 18 puntos del sajuanino!

Quiroga, un auténtico fuera de serie de clase mundial