Los argentinos Leonel 'Tolito' Aguirre y Gonzalo Alfonso, que integran la dupla número dos del circuito A1 Padel, superaron este domingo por 6-3 y 6-3 a sus compatriotas Federico Chiostri y Maximiliano Sánchez Blasco en la gran final del Open de Puebla, en México, torneo que abrió la temporada de este tour y tuvo transmisión en vivo por Star+.
Aguirre y Alfonso mostraron una versión muy sólida. Casi sin errores no forzados, aplicados a su estrategia y concentrados en todo momento. En este nivel, se los verá seguido levantando trofeos.
Luego de dos temporadas jugando del lado del revés junto a Adrián 'Tito' Allemandi, Tolito volvió al drive y, la verdad, fue como si nunca lo hubiera abandonado.
Fantástico rendimiento del bonaerense, que manejó ritmos a placer, sin resignar ni una pizca de su magia.
Del otro lado, a Sánchez Blasco le costó la final. No estuvo cómodo en ningún momento del partido y cometió una cantidad desacostumbrada de errores no forzados.
Eso condicionó al binomio, pese a la muy buena performance de su compañero, que se lució sobre todo con las voleas.
El primer set se desbloqueó rápido para Aguirre y Alfonso, ya que consiguieron un quiebre de servicio en el tercer game y, de allí en más, no pasaron sofocones y cerraron el parcial con una nueva rotura de saque, esta vez en el noveno juego.
La segunda manga comenzó más pareja, con Chiostri-Sánchez Blasco buscando la alternativa de jugarle desde el fondo al cuerpo a sus rivales, para no permitirles volear con ángulo.
La cancha del Puebla Open no permitía una gran variedad de estrategias, porque estaba extremadamente rápida y eso hacía que el globo solamente fuera una opción cuando el jugador estaba cómodo. Y en este nivel, la comodidad es un lujo que se disfruta muy de vez en cuando.
Volvieron a aparecer las dudas de Maxi, tal vez algo nervioso por la instancia decisiva que estaba disputando. De hecho, el punto con el que Tolito-Gonza iban a conseguir el primer quiebre del set provendría de un error no forzado del hombre de Deaireaux.
Esa rotura sería crucial, ya que de allí en mas nadie cedería su servicio. Un nuevo 6-3 para el lomense y el cordobés, que festejaron a puro grito y, de paso, entrenaron la garganta para las muchas celebraciones que, si siguen jugando así, no hay dudas que protagonizarán este año.