La entrenadora y el clavadista combinaron la inflexible disciplina china y el desenfado mexicano para ganar la medalla de oro en el Campeonato Mundial
Ma Jin dice que a Osmar Olvera “le gusta sufrir” y después sonríe. El ganador de la medalla de oro en Singapur 2025 es el principal exponente del denominado ‘método Ma Jin’, un sistema que se formó entre la inflexible disciplina china y el desenfado mexicano.
“Osmar quiere sufrir. Osmar me pidió ser exigente con él. Hasta grita: 'Me gusta'. Me dice que quiere hacer clavados como los chinos. Le digo que a algunos mexicanos no les gusta la exigencia y él dice que eso falta. Osmar es diferente. Me dice que no importa, que no piense si está enojado o feliz; me dice que quiere escuchar la verdad y, si yo le pido diez veces un clavado, son diez veces.
"Él confía en mi trabajo y me quiere mucho. Estoy contenta por el resultado de Osmar. Ahora tengo un hijo chiquito más en México”, expresa Ma Jin, la entrenadora china que está detrás de los éxitos de Osmar Olvera, en entrevista con ESPN.
El ‘método Ma Jin’ ya se ha materializado en cuatro medallas en Juegos Olímpicos para México y amenaza con una quinta, posiblemente de oro, en Los Angeles 2028. Los alumnos vienen desde Paola Espinosa, ganadora de dos preseas olímpicas, pasando por el actual director general de la Conade, Rommel Pacheco, hasta Osmar Olvera, el niño maravilla que se ha convertido en una pesadilla para los chinos.
“Muchos mexicanos jóvenes pasaron, pero unos se quedaron conmigo y otros no. ¿Por qué? Para algunos es difícil aguantar; soy exigente, dura. México es libre y los muchachos quieren ser felices, y quieren que sea como ellos quieren. Si uno tiene fuerza de voluntad y puede aguantar, se queda”, aclara Ma Jin.
¿En qué consiste el ‘método Ma Jin’?
Ma Jin reconoce que parece que está enojada “cuando hablo” porque “no es cariñosa, sino directa”. En el CNAR, camina con su chamarra del representativo chino y un collar con los aros olímpicos, que hacen recordar que es la entrenadora detrás de los más recientes éxitos de los clavados mexicanos.
“Creo que sí soy dura; ahora soy mucho menos que antes. Antes mucho más, por eso molestaba más. No sé bien las palabras; unos no aguantan mi forma de hacer las cosas. Siempre los mexicanos dicen que si estaba enojada, y no estaba enojada, pero cuando hablo soy muy seria y no es costumbre mexicana. Soy muy directa, no tengo otras palabras para decir; yo soy sencilla, dura y directa. Esa es una forma diferente a los mexicanos, no cariñosa, sino directa”, dice Ma Jin.
El ‘método’ Ma Jin' exige sacrificio y mucho tiempo: “Una vez dijo Kevin Berlín que entrenar una hora conmigo equivale como a tres horas”. En promedio, un clavadista de alto rendimiento trabaja siete horas bajo el régimen de la entrenadora china: “cuatro por la mañana” y “al menos otras dos o tres horas por la tarde”; son “necesarias para la concentración".
“De principio trabajamos por bases, salidas y entradas, diez veces cada una de las pruebas, de diferentes posiciones, y si se llega a la calificación que creemos, cambiamos de posición; si no, tira otras diez veces más. De horario de trabajo, son cuatro horas en la mañana y en la tarde dos o tres horas. No hay horario, depende de lo que sea necesario”, asegura Ma Jin.
“No todas las personas aguantan. Soy muy exigente y quiero ser siempre mejor para ir adelante. Unos no aguantan, cada quien piensa diferente y toman caminos diferentes”, reconoce.
Si la entrenadora china solo ha ganado cuatro medallas en México, es porque más de un clavadista ha escapado del ‘método Ma Jin’. La entrenadora de Osmar Olvera ha cambiado “porque siempre en la vida se aprende” y “no puedo entrenar al igual que en China”.
“No podemos copiar todo de China, no tendría alumnos. Es difícil aguantar, por eso ahora, por mi tiempo en México, tengo que aprender a cómo llevar a los jóvenes y muchachos mejor que antes. Tengo que encontrar la forma de cómo trabajar con niños y así hago mi plan de trabajo; tengo que aprender siempre. Aquí hay todo, trampolines, cinturón, para sentir igual que en China”, reconoce Ma Jin.
Los resultados del ‘método Ma Jin’ han llamado la atención de su propia patria, China, una combinación entre las costumbres occidentales y orientales, que casi siempre termina en medallas.
“Mis amigos quieren ver mi trabajo y llevar más mexicanos a China, para que los niños conozcan a los mexicanos. Ahora no solo México quiere saber mi trabajo, China también quiere saber cómo trabajo, por los resultados con los mexicanos”.
El secreto chino de Osmar Olvera
Osmar Olvera tuvo un campamento de dos meses en China, previo a ganar la medalla de oro en Singapur 2025. Ahí, el mexicano convivió con la más alta escuela de clavados a nivel mundial y fue ‘derrotado’ por una niña de 13 años.
“Es que cuando tuvimos un campamento, puse un ejercicio de abdomen, y Osmar no estaba tan listo. Se enfermó en diciembre, por operación de nariz, después de los Juegos Olímpicos; había comido y no estaba listo. Hicimos mortales que trabajamos en México y perdió con una niña china. Osmar me dijo que cómo perdimos con una de 13 años. Más niños había; él los vio y sabe que tiene que trabajar mucho”, revela Ma Jin.
Osmar Olvera convivió con las costumbres chinas y estuvo bajo el mando de entrenadores del país oriental, para mejorar su técnica y derrotar a los clavadistas de esa nación.
“Por eso nos movimos de lugares, fuimos con amigos y amigas; quieren al mexicano, por mi amistad, lo quieren ayudar. No significa que quieran que les ganen a los chinos, sino que Osmar es muy simpático y trabajador, le gusta la comida china, nos llevamos muy bien, no estuvimos los meses suficientes, el tiempo se pasó muy rápido y por eso quiere otra vez ir”.
“Aprendió el idioma; uno es chino, y conocer más amigos, diferentes técnicas. Allá tienen cinturón, seco y de agua; en China, hice un poco de cinturón para Osmar y sintió que ayudó mucho. Mis amigos entrenadores ayudan a Osmar; por mi amistad, quieren ayudarnos”.
Osmar Olvera tiene la mira en Los Angeles 2028 y por eso quiere volver a China junto a Ma Jin, para mejorar su técnica y ganar, al fin, una medalla de oro en los Juegos Olímpicos.
“Queremos ir antes de diciembre; tiene selectivo antes de diciembre. No sé si la Conade tenga dinero o podamos hacer el campamento, o buscar en otra parte. Eso esperamos”, concluyó.