La argentina Delfina Brea está culminando una temporada que no olvidará jamás. La temporada en la que logró el objetivo de su vida, ser número uno del mundo.
En pareja desde principios de año con la española Gemma Triay, luego de una muy comentada separación de la también ibérica Bea González, demostraron tener una química instantánea dentro de la cancha: en su segundo torneo juntas llegaron a la final, y en el tercero -el P2 de Cancún, México- conquistaron el primero de sus nueve títulos.
Nueve meses después, se aseguraron terminar el año en la cima del ránking, ganándoles esa pelea a las exreinas del escalafón, las españolas Ariana Sánchez y Paula Josemaría.
En una selecta charla vía videollamada de la cual participó ESPN.com, Brea repasó el año, contó las metas para 2026 y hasta se animó a señalar cuál de las rupturas de pareja ya confirmada las beneficia a Triay y a ella.
"El momento en el que logramos asegurarnos terminar el año como Nº1 fue raro. Yo no había mirado nada, ni los puntos que nos faltaban ni nada. Todo iba más allá de esos números; no quería estar tan pendiente de lo que pasaba. Miraba el partido muy tranquila; no habíamos comentado nada. Después me di cuenta de que Gemma lo veía muy nerviosa y cuando perdieron me miró y me dijo: 'Ya está'. Lo bueno es que estaba mi papá, que había ido a Acapulco (sede del último Major del año, donde Brea y Triay terminarían siendo subcampeonas) a acompañarme", relató la jugadora de Bullpadel.
La meta de su vida, conseguida a los 25 años. Ya en agosto habían llegado a la cumbre del ránking, pero ahora lo consolidaron y se ganaron el título de Nº1 del año.
"Se disfruta mucho. Quizá no tanto como me hubiese imaginado, porque siempre hay más por hacer y por mejorar. Ese chip es difícil sacárselo. Fue un año en el que quedamos número uno pero no quiere decir que haya sido perfecto o que hayamos ganado todos los partidos. Pasaron cosas en la pareja, de nivel y de otro tipo de cosas que fuimos surfeando con el tiempo", analizó.
No obstante, enseguida vuelve sobre sus pasos. "No quiero que el titular sea que ser número uno no es como me lo imaginaba sino por otro lado: hoy hay una argentina feliz que es número uno y que era feliz antes".
Sostener la motivación después de eso es para pocos. Todo indica que Brea integra el grupo de esos elegidos.
"Ese es el gran desafío y es lo más difícil. Eso es lo que les pasa a los grandes, a los ídolos, justamente lo que los hace grandes es la constancia y la cantidad de años que pueden llegar a sostener un mismo nivel de trabajo, de concentración, de ganas. Es algo que voy a experimentar por primera vez: cómo encaramos el próximo año estando en la cima. Soy una persona exigente y confío en que eso siempre me va a llevar para adelante", matizó Delfi, hija de Nito Brea, exjugador profesional de pádel y uno de los mejores entrenadores del planeta.
La temporada 2026 y cuál ruptura de dupla las beneficia
El año próximo, Brea y Triay deberán al menos igualar una temporada fantástica como la actual, en la que ganaron tres de los cuatro majors y en el restante perdieron la final.
Difícil. Muy difícil.
Para ellas, sin embargo, nada parece imposible.
"Como pareja creo que hay muchas cosas por mejorar. Técnicamente cada una tiene sus cosas y creo que en conjunto podemos jugar mejor. Algunas parejas este año se nos resistieron un poco porque no jugamos tan bien. Me parece que es un buen momento para trabajar algunos puntos débiles", analizó, extremadamente autocrítica, la primera argentina en trece años que logra liderar el ránking mundial.
Delfina es, además de una excepcional jugadora, una gran analista de todas las aristas del pádel. Y por eso reveló cuál es la ruptura que, desde su punto de vista, las ayudará en 2026.
"La separación de Ari (Sánchez) y Paula (Josemaría) a nosotras, pensando en el año que viene, nos beneficia", se sinceró.
