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Día Internacional de Salir del Armario: 17 deportistas LGBTQ+ narran sus historias

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Lola Gallardo: 'Cuando no estas forzando algo, las cosas salen solas' (0:31)

La portera de la selección de mujeres de España y de Atlético de Madrid habla sobre su rol como embajadora de la comunidad LGBTQ+. (0:31)

Salir del armario. Esas tres palabras representan una experiencia prácticamente universal, y con frecuencia es un momento decisivo en las vidas de los miembros de la comunidad LGBTQ+. Para el Día Internacional para Salir del Armario (conocido en inglés como International Coming Out Day) que se celebra el 11 de octubre, ESPN conversó con 17 atletas de todas partes del mundo, para conocer sus experiencias.

Atletas provenientes desde Argentina hasta Australia, de Estados Unidos a Sudáfrica y muchos otros países en medio, compartieron detalles de la búsqueda de su identidad, por qué decidieron salir públicamente del clóset y cómo sus vidas han cambiado como resultado de su revelación.

A continuación, presentamos extractos de algunas de las respuestas dadas por ellos. También pueden leer en su totalidad la respuesta de cada atleta.

¿Cómo fue para ti el proceso de “salir del clóset contigo mismo”?

Luke Prokop, prospecto de la NHL: Hubo muchos cuestionamientos, me tomó mucho tiempo. Ver el crecimiento que hacemos por todo el mundo y los pasos que estamos tomando, hizo que todo fuera un poco más cómodo para mí. Simplemente, di un gran salto de fe y tuve un poco de confianza en mí mismo. Salí del closet conmigo mismo y después, finalmente, salí del clóset ante mis amigos y familiares. Fue difícil esconderlo. Al formar parte del mundo del hockey sobre hielo, las conversaciones que se escuchan en el vestuario son muy frecuentes y es algo de lo que no quería hablar. Evadía ese tema de conversación. Fue duro para mí pasar esos cuatro o cinco años.

Alana Smith, skateboarder olímpica: Quizás fue lo más duro… especialmente al crecer dentro de una casa [con] tantas carencias de disponibilidad emocional. Realmente, no conversábamos sobre nada, así que tenía que resolverlo todo por cuenta propia. Pensaba: ‘Guao, así me siento sobre todo el mundo y no sé si es normal’. Comencé a buscar [en internet] a otras personas y me di cuenta de que estaba bien [ser bisexual]. Asimismo, siendo no binaria, eso fue un proceso por sí solo. Pensaba: ‘No necesariamente me siento como si formara parte de un lado del espectro, o del otro. Quizás, en algunos días, me siento de una forma o de la otra’. El término medio va conmigo. Definitivamente fue una batalla, ese proceso de descubrirme.

Collin Martin, futbolista: Ya sabía que me gustaban los chicos en la escuela primaria. Cuando lo suprimes tanto, no tienes tan claro cómo eso será una realidad en tu vida. Así que, durante la escuela media y la secundaria, me enfrentaba con mi sexualidad pensando: ‘¿Cómo haré que esto funcione?’ Mejor dicho: ‘¿Cómo me voy a casar con una mujer y tener hijos, en vez de permitir que ésta sea mi realidad?’ No sólo tenía dificultades alrededor de mis compañeros, pero iba regularmente a la iglesia y me preguntaba qué tan grave era el pecado que cometía diariamente, sólo por ser yo mismo. Esto tiene múltiples capas. Tuve la suerte de contar con una familia que me apoyó mucho, aunque no sabían que era gay. No fue hasta que dejé la [Universidad de] Wake Forest que realmente comencé a [aceptar] mi sexualidad”.

Ian Roberts, leyenda del rugby: Siempre supe que [ser gay] no era aceptado por la mayoría de la sociedad, así que lo mantuve en secreto. Salí del armario con mis padres por primera vez antes de cumplir 25 años. No tuve una buena relación con mi familia durante cinco o seis años luego de salir del armario; sin embargo, mis padres lo fueron aceptando gradualmente. Cuando mi padre falleció [hace siete años], aceptaba sin reservas a la comunidad LGBTQ+. Nunca lo olvidaré: mi padre leía un periódico, y me senté a la mesa junto a mi pareja y mi mamá. Conversábamos sobre el matrimonio igualitario [en Australia], [puso] su periódico sobre la mesa y dirigió su mirada hacia nosotros, diciéndonos: '¿Por qué no se les permite casarse con la persona de la que están enamorados?’ Tomó su periódico y siguió leyendo. Fue un largo trayecto para que mi padre llegara hasta ese punto.

¿Tuviste una razón específica para salir del clóset ante el público y/o los medios de comunicación, en vez de mantener tu vida privada de forma discreta?

Greg Louganis, leyenda olímpica de los clavados: Salí del clóset poco después de cumplir 20 años. Era abiertamente gay ante mis amigos y familiares, pero no con los representantes de los medios de comunicación. El equipo de clavados de Estados Unidos sabía sobre mi orientación sexual, porque el equipo de clavadistas es sumamente pequeño y viajábamos internacionalmente. Salí del clóset en los Gay Games de 1994, dándole la bienvenida a los atletas y diciendo: ‘Es grandioso ser abierta y orgullosamente gay'. Esa fue mi salida del armario en público. La razón por la que salí del clóset también se debía a la cercanía del lanzamiento de mi libro ‘Breaking the Surface’ [“Rompiendo la superficie”] publicado en 1995, por lo que tenía que empezar a sentirme cómodo al hablar sobre mi identidad sexual en las entrevistas que confería. [Asimismo], revelé mi condición de seropositivo, al igual que haber formado parte de una relación abusiva, vivir con la depresión y mis diferencias de aprendizaje. Eso fue un peldaño más para alcanzar una mayor perspectiva y ser capaz de hablar sobre quién era yo, dentro de la totalidad de mi persona.

Brittney Griner, estrella de la WNBA: Esa sensación de no ser honesta contigo misma, y verte al espejo y que no te guste lo que ves, es una sensación horrorosa. No quería que nadie se sintiera de esa forma. Realmente, nunca tuve a nadie a quien admirar que fuera, digamos, importante… Por lo que yo quería ser una persona que podía servir de modelo a otros. Todos los que se acercan a mí, me dicen: ‘Me ayudaste, me inspiraste’, y creo que eso es algo más importante que el baloncesto, siendo sincera. Más importante que una medalla de oro, que cualquier premio. Saber que ayudaste a alguien a no sentirse deprimido, a no tener pensamientos horribles, porque he pasado por ello.

Charlie Martin, piloto de carreras de resistencia: Sentía que podía hacer mucho bien. Sentía que el automovilismo, especialmente siendo un deporte tan dominado por los hombres, al punto de realmente no tener mucha diversidad visible, realmente carece de historias que pudieran inspirar y educar a otros. Algunos dicen: ‘¿No te molesta cuando ves que eres el piloto de carreras trans Charlie Martin?’ La verdad no, porque el poder de la visibilidad es más importante que yo diga: "Sí, sería agradable que no me colocaran el prefijo ‘trans’”.

Dutee Chand, velocista olímpica: Un año antes de que se hiciera público, le había confesado a mi madre y hermana mayor el amor que siento por una chica y mis deseos de contraer nupcias con ella. Cuando la relación entre mi hermana y yo se hizo tensa, ella me amenazó con contar a los medios [diversos detalles] sobre mi relación con otra persona del mismo sexo y, debido a su ira hacia mí, cumplió con su amenaza. La prensa local comenzó a publicar noticias sobre mí y lentamente cobró relevancia a nivel nacional. Por ello, decidí tomar la palabra.

Katie-George Dunlevy, atleta paralímpica: No suelo hablar frecuentemente de ello, porque [usualmente] no es relevante; [sin embargo] a medida que pasa el tiempo, pienso: ‘En realidad, si le da esperanzas a alguien por allí, pues debería hacerlo’. Asimismo, soy una persona en condición de discapacidad y también mujer, por lo que tengo tres cosas [sobre las cuales hablar]: Mujeres en el deporte, vivo en condición de discapacidad porque tengo visión parcialmente limitada, y también salí del clóset. Me agrada hablar de ello. No lo grito a los cuatro vientos, pero tampoco lo oculto, como lo hice por mucho tiempo.

¿Ha repercutido tu salida del clóset de alguna forma sobre tu carrera y las oportunidades que se te han presentado?

Phuti Lekoloane, futbolista: Sí, tuvo una repercusión negativa sobre mi carrera en el fútbol. Muchos clubes me cerraron la puerta en la cara debido a mi sexualidad. Me afectó muy fuertemente y me ha quitado muchas cosas. La pregunta era: ‘¿Cómo podremos acomodarte? porque no creemos que nuestros jugadores se sentirán cómodos compartiendo habitaciones y duchas, y compartiendo el campamento de entrenamiento contigo’. En otra ocasión, el dueño del equipo me dijo que mi sexualidad iba en contra de las creencias del equipo, por lo que no se vería bien tener en la plantilla a un futbolista gay.

Griner: Antes de hacerme profesional dije que, si tenía que cambiar mi aspecto, mi forma de vestir, entonces no quería [hacerme profesional]. Si tengo que ponerme un montón de maquillaje, o verme extra femenina, sólo para conseguir un patrocinio o salir en el comercial de alguien… pues que se queden con ello. No voy a vender quién soy por cualquier cantidad de dólares, de fama, de lo que sea.

Sebastián Vega, basquetbolista: Hubo un cambio rotundo no tanto desde la técnica, los porcentajes de lanzamientos o las sensaciones sino principalmente desde el disfrute o la seguridad que yo tuve en la cancha. Hacía mucho tiempo que yo no la pasaba tan bien y disfrutaba de lo que estaba haciendo. Disfrutaba mucho del día a día y de todo lo que me estaba pasando, cosa que antes no porque siempre había obstáculos, cosas en mi cabeza, fantasmas que no me lo permitían. Me pasó que muchos periodistas, muchos compañeros y conocidos me dijeran: ‘Seba, se te ve distinto, se te ve contento y bien en la cancha’.

¿Cómo ha cambiado tu disciplina deportiva con respecto a su trato a la comunidad LGBTQ+ durante el transcurso de tu carrera?

Merel van Dongen, futbolista: Cada vez somos más abiertas con respecto a nuestras relaciones, ya no creemos que se trata de algo que debemos ocultar. Sería grandioso si eso ocurriera en el fútbol masculino. Cuando ves al fútbol como un deporte, el balompié femenino podría ser un ejemplo de apertura con respecto a quién eres y la persona que amas, como gran futbolista. En el fútbol masculino, lo opuesto es cierto: no puedes ser quién eres. Los hombres pueden aprender de las mujeres que tu forma de ser no hace diferencias, eres deportista profesional.

Douglas Souza, voleibolista olímpico: La comunidad LGBTQ+ siempre ha sido sumamente activa, especialmente en el voleibol femenino [en Brasil]. Todos siempre alientan a la selección nacional, a las ligas. Creo que lo que ha cambiado es que, gracias al crecimiento de las redes sociales, tenemos miles de grupos que hablan sobre los jugadores. Ahora contamos con más espacios para hablar.

Ramsey Angela, atleta olímpico: Quizás sea raro, pero apenas me enteré de la existencia de la comunidad [LGBTQ+ en el atletismo] el verano pasado. Sabía que existía, pero nunca le presté atención. Al menos, ahora que conozco el significado de las siglas, he cobrado mayor consciencia de ello. Antes de llegar a la Villa Olímpica, tuvimos un campamento de entrenamiento en Shiba, en las cercanías de Tokio. Una mañana me desperté y me di cuenta de que tenía unos cuantos miles de nuevos seguidores [en Instagram], gracias a un artículo publicado en el sitio web de la revista Attitude. Pensé: ‘¿Qué? Me encanta tener más seguidores, pero ¿quiénes son?’

¿Qué es lo más gratificante, y quizás inesperado, de haber salido del clóset?

Michelle Heyman, futbolista: Recibir una carta de una joven durante un partido del Canberra United. Ella intentaba salir del clóset ante su mamá y su papá, y buscaba consejo. Me hizo preguntas tales como: ‘¿Cómo saliste del clóset? ¿Crees que mi mamá y papá me odiarán? ¿Crees que me seguirán queriendo?’ En el siguiente partido de local, su mamá se acercó a mí y compartió conmigo la historia de la salida del armario [de su hija], y se sentían muy agradecidos de contar con [mi] apoyo. Fue un momento realmente conmovedor y hermoso que compartí con una aficionada y sus padres.

Collin Martin: Un amigo me dijo: ‘Podrías causar un impacto mucho mayor. Es maravilloso que te apoyen y creo que deberías contarle eso a la gente. No existen muchas personas como tú… deberías salir del clóset’. Y sé que eso suena realmente simple, pero no lo ves de esa forma cuando se trata de ti mismo. No crees que vas a repercutir en otras personas. Fue algo que me dejó perplejo.

Chand: Puedo tomar a mi pareja de la mano en público, en cualquier lugar. Antes de salir del clóset, nos ubicábamos a los extremos opuestos de centros comerciales, parques y calles. Ahora, viajamos juntas sin temer a lo que podrían decir los demás. El aspecto inesperado ha sido el apoyo que he recibido por parte de muchas personas en todo el mundo. Mi foto ha salido en portadas de revistas importantes, he sido invitada a varios programas de televisión de alta sintonía en India y la comunidad LGBTQ+ me ha recibido de la mejor forma.

¿Qué consejo le darías a otras personas que actualmente luchan con su identidad?

Adam Rippon, patinador sobre hielo olímpico: A nadie le importa. Sé que eso suena como una locura, pero la verdad es que a nadie le importa tanto. Eso no debería hacerte sentir triste; deberías sentirte liberado, porque la única persona a la que realmente le importa la forma cómo te sientes y la forma en la que interactúas con todo el mundo eres tú; así que concéntrate en las cosas que te gustan, en vez de intentar complacer a los demás. Sólo debes hacerte unas preguntas verdaderamente simples: ¿Qué me gusta? ¿Me gusta esto? ¿Quiero vestir esto? ¿Quiero hablar con esta persona? ¿Me siento atraído por esta persona? Solo debes hacerte las preguntas más simples y no complicarlo más de lo debido.

Charlie Martin: Si no hay una persona en tu vida con quien te sienta capaz de compartir tus pensamientos, pues pensar en asistir a terapia es una buena idea; para contar con alguien imparcial que te pueda ayudar a responder tus preguntas. No todos hacen transición: a veces, se trata de elegir vivir conforme a la identidad con la que se sienten cómodos. Puede parecer desalentador y puede parecer que debes hacer algunos cambios importantes en tu vida. Dar algunos pasos al inicio, como cambiar tu nombre, pronombres, tu forma de vestir, la forma en la que arreglas tu cabello… hacer esas pequeñas cosas es la mejor forma de comenzar, y es una buena forma de ver las cosas con las que te sientes cómodo, sin presionarte.

Smith: Una de las cosas que he debido aprender es que siempre creceré como ser humano y que apresurarse a etiquetarse es innecesario: es un proceso tan duro, largo y poderoso. Darse su tiempo está bien. Está bien expresarse e intentar cosas distintas. Probarse las camisetas hasta que una quede bien. No seas tan duro contigo mismo, porque eso pasa.

A la hora de debatirse la posibilidad de salir del armario, ¿cuáles fueron el peor y mejor de los escenarios que te imaginaste? ¿Se cumplió alguno de ellos?

Lekoloane: Sentí temor por mi vida debido a los asesinatos de miembros de la comunidad LGBTQ+ que ocurren en mi país. Es algo cotidiano. Incluso tengo miedo de salir a la calle: nunca sabes cuando vendrán por ti. Eso es lo único que me da miedo.

Chand: Ya había luchado una batalla bastante dura contra la regla de hiperandrogenismo para ganarme el derecho de volver a correr y no quería perderlo. El mejor escenario era verme compitiendo en los Juegos Olímpicos de Tokio y no seguir escondiendo quién soy. Mi carrera no se ha visto perjudicada por mi salida del clóset, tal como creía. Pude correr en Tokio y volver a encontrarme con la persona que amo.

Roberts: Tengo un amigo… lo conozco desde mi adolescencia, tiene mi edad, crecimos en las décadas de 1980 y 1990, íbamos juntos a las discotecas. Él salió del clóset ante su familia luego de cumplir 20 años y ellos nunca volvieron a dirigirle la palabra. Lo vi hace tres o cuatro meses, y… me impactó. Pensé: ‘Oh, Dios mío, eso sigue ocurriendo. Tienes mi edad, tienes 55 años y tus padres siguen sin dirigirte la palabra”.

¿Llegaste a sentir presión para convertirte en ‘modelo a seguir’ o embajador de la comunidad LGBTQ+? ¿Lo aceptas ahora?

Lola Gallardo, futbolista: Me siento muy cómoda porque no dejé de ser yo. Cuando no haces un papel o cuando no estas forzando algo, las cosas salen solas. Y es verdad que no he tenido ese tipo de presión, pero sí que me gusta ser un personaje en el que la gente se fije para que la vida de esa persona sea un poco más fácil o más bonita. Entonces, yo cuento mi historia, estoy muy orgullosa de la historia de mi vida y ojalá todo el mundo lo estuviera.

Rippon: Nunca he sentido presión para convertirme en modelo a seguir, porque no creo que lo sea; aunque si puedo hacer cosas que le dan poder a la gente, pues es grandioso. Creo que la razón por la que llegué hasta acá es, simplemente, porque aprendí en concentrarme en cosas que me parecían realmente auténticas. Si había algo de lo que quería hablar, hablaba al respecto. Si había algo que no me parecía correcto, lo decía. Si realmente me agradaba algo que hacía alguien, hacía lo necesario para asegurarme de que lo supiera. Simplemente intentaba darle poder a la gente de esa forma. Espero que la gente haya recibido eso de mi parte durante mi vida deportiva y carrera atlética. Espero que les haya inspirado, pero la verdad no sé si soy un modelo para seguir.

Louganis: Había una cosa que me preocupaba un poco cuando decidí dar el paso y revelar mi condición de seropositivo… que me convirtiera en símbolo del VIH. No era algo que yo quisiera, pero de cierta forma sí le di un rostro y ayudé a concientizar al respecto. Pensé que fue algo positivo. No es algo que yo quisiera (no deseaba recibir esa clase de atención); sin embargo, aprendí que dar ese paso puede ser algo realmente poderoso e influyente. Cuando trabajo con niños, los animo a que aprendan a ser sus propios héroes. Si seguimos aportando eso, habremos vivido una vida de la que podemos sentirnos orgullosos.

Con la colaboración de Lucas Benicio, Jean Santos, Lucie Bertoldo, Kyle Bonagura, Bethan Clargo, Pablo Cormick, Lindsay du Plessis, Sjors Grol, Emily Kaplan, Alex Kirkland, Niamh Lewis, Kathleen McNamee, Susan Ninan, Leonard Solms, Josh Weinfuss.