En algún momento antes del mediodía en el Parque Central el domingo, Shalane Flanagan debería cruzar la meta del Maratón de Nueva York. Eso, de por sí, no es poca cosa para la ex corredora olímpica de 40 años de edad.
Ahora consideren esto: Ella se convertirá en la primera persona jamás en correr seis Grandes Maratones del Mundo en tan solo seis semanas.
Debido a la pandemia, los Maratones de Boston, Londres y Tokio se mudaron de sus fechas tradicionales de la primavera a octubre, y ahora las seis carreras se están llevando a cabo en un espacio de 42 días por primera -- y probablemente única -- vez.
"Cuando vi cómo se desenvolvió el calendario de los maratones, se sintió como una oportunidad única en la vida", dijo Flanagan. "Lo denominé un eclipse porque era tan raro que esto sucedería. No tardé mucho en pensar, '¿Por qué no debería ser yo la que lo logre?'"
Aunque Flanagan está acostumbrada a la distancia del maratón -- ella ganó el Maratón de Nueva York en 2017 -- su misión es aún más improbable ya que ella está técnicamente retirada, luego de haber anunciado su salida del deporte dos años atrás.
"Mi retiro coincidió con dos cirugías de reconstrucción de rodilla, y básicamente no pude correr por un año. Entonces llegó la pandemia", dijo Flanagan previo a la carrera del domingo. "Durante ese tiempo me convertí en madre y entrenadora, así que hubo muchos cambios de vida, y me di cuenta hasta qué nivel mi salud mental está ligada a correr. En realidad necesito correr. No es un trabajo para mí, es una pasión. Extrañaba tener objetivos. Los atletas son tan orientados a los objetivos y todo el mundo estaba sin objetivos durante la pandemia'".
Ella estableció un objetivo de menos de tres horas para cada una de las carreras y ha destrozado la marca en cada carrera hasta ahora, incluyendo un tiempo de 2:35:04 en Londres.
Su búsqueda actual la ha empujado física y mentalmente, pero le ha encantado cada minuto de ello. Junto a su hijo de 18 meses, Jack, así como un grupo muy unido de mujeres que incluye a su fisioterapeuta, una fotógrafa y una gerente de marca de Nike, la trotamundos Flanagan ha maravillado a aficionados alrededor del mundo con su travesía.
Pero es solo Shalane siendo Shalane, según aquellos que la conocen mejor.
"Shalane siempre es el tipo de persona que va a perseguir algo", dijo la medallista de plata olímpica de 2020 en tres mil metros con obstáculos, Courtney Frerichs, quien entrena con Flanagan en el Bowerman Track Club en Portland, Oregon. "Recuerdo unas semanas después de que ganó en Nueva York [en 2017], estaba de vuelta entrenando con nosotros, completamente de lleno en ello, y yo casi ni podía seguirle el paso. Ella simplemente es así.
"No me sorprendió cuando dijo que estaba hacienda esto, pero me ha sorprendido cuánto se está divirtiendo con ello".
Para muchos atletas, la idea de correr 157.2 millas de pruebas competitivas difícilmente sería el sueño de retiro, pero la mayoría de los atletas no son Flanagan, cuya carrera se basó en lo inesperado. Ella fue la primera mujer estadounidense en ganar en Nueva York en 40 años cuando cruzó la meta en 2017 y es una de tan solo dos estadounidenses en ganar medalla en los 10,000 metros en los Juegos Olímpicos. Flanagan conquistó la medulla de bronce en Beijing 2008 (y más tarde fue promovida a plata tras una prueba fallida de dopaje de Elvan Abeylegesse). Siempre ha abierto su propio camino.
Y no se aventuró lejos del deporte luego de retirarse oficialmente. Ella casi inmediatamente comenzó a entrenar en Bowerman, donde había estado basada por más de una década. Ahora trabajaba con muchos de los corredores jóvenes junto a quienes había entrenado, incluyendo Frerichs.
"Ella era la fuerza impulsora para crear un equipo de mujeres aquí. Ella siempre ha sido una gran líder y genuinamente ha querido siempre ayudar a otros a triunfar", dijo Frerichs. "Cuando miro atrás hacia el año pasado, ella tuvo un papel fundamental".
Mientras ella ayudó a sus corredores a enfocarse en la preparación para los Juegos Olímpicos atrasados en el invierno y la primavera de este año, Flanagan misma estaba en las etapas tempranas de preparación para su cruzada de seis maratones. Ella y su esposo Steven Edwards habían adoptado a su hijo Jack en abril de 2020, y Flanagan con dificultades hallaba el tiempo para correr. Ella no se dedicó completamente a entrenar hasta después que volvió de Japón en agosto.
Berlin, el primer maratón en el calendario abreviado de 2021, fue programado para el 26 de septiembre.
"Básicamente me preparé en seis semanas, lo cual es muy corto en el mundo de los maratones", dijo Flanagan. "Pero dado el contexto de mi vida entera de entrenamiento, era apropiado. Sin embargo, no recomendaría eso para la mayoría de las personas".
La marca personal de Flanagan en el maratón, de 2:21:14, lo estableció en el mismo recorrido alemán en 2014, y aunque sabia que no sería capaz de repetir ese ritmo para una carrera -- y mucho menos seis -- ella quería asegurarse que estaba dando su máximo a su objetivo. Así que se estableció a sí misma la marca de menos de tres horas.
En Berlin, ella hizo justo eso, y cruzó la meta en 2:38:32. Ella le rebajó más de tres minutos a su tiempo apenas una semana después en Londres. Un hito aún más impresionante ya que Jack, quien se había quedado mayormente en la casa durante la pandemia, sufrió su primer resfriado durante la etapa europea, lo cual significó que Flanagan también se enfermó. Pero ella siguió y aguantó -- tanto, de hecho, que tuvo que caminar brevemente durante la carrera ya que sufrió un dolor "salvaje" en sus piernas.
El periodo más difícil llegó ocho días después en Boston. Ella había corrido el Maratón de Chicago menos de 24 horas antes.
"Sabía que ese periodo de dos días sería excepcionalmente duro y me preparé como si cosas malas del fin del mundo fuesen a suceder", dijo Flanagan. "Sabía que tenía que estar al tanto de cada detalle y creo que por eso fue tan fluidamente. Tan pronto arrancó la carrera en Chicago, pensé, 'Bien, tengo que empezar a recuperarme para Boston'. Tenía mis comidas planificadas, mi hidratación, e incluso tomé el temido baño de hielo en Boston esa noche para no estar sin arrepentimientos al día siguiente. Funcionó".
Ella corrió el Maratón de Boston en 2:40:34 -- seis minutos más rápido que su registro en la Ciudad de los Vientos.
El 18 de octubre, solamente una semana después de Boston, Flanagan recibió su propio maratón en Portland, como reemplazo para Tokio, que se llevó a cabo virtualmente. Con una pechera que decía "Mamá de Jack" y unida en el recorrido por Frerichs por las últimas 10 millas, Flanagan terminó frente a un grupo de familiares y amigos en 2:35:14.
"Estar con ella al final del maratón, una semana después de que ella corrió dos maratones más, y verla lidiar con tanto dolor fue increíble", dijo Frerichs. "Y entonces logró ese registro, y pensé, 'Por Dios. ¿Cómo?'"
Flanagan entonces tenía 19 días, su periodo de descanso más largo, para prepararse para Nueva York. Ella se ha pasado tanto tiempo como pueda recuperando y alimentando su cuerpo lo mejor posible. Pero no ha tenido un perfil bajo exactamente. El lanzamiento de su libro de recetas más reciente -- su tercero con su ex compañera de equipo universitaria y nutricionista Elyse Kopecky -- fue la semana pasada. Flanagan dijo que muchas de las recetas y los rituales en "Rise and Run" la han ayudado a superar los últimos meses y bromeó que ella y Kopecky se hicieron muy populares cuando repartieron sus propios panques caseros en el Maratón de Chicago a otros corredores.
Como Nueva York fue el lugar de uno de sus mayores logros profesionales, y un sitio que siempre ha sido especial para ella, Flanagan dice que se siente apropiado terminar este viaje allí. Pero, a pesar de las dificultades y el dolor, no está del todo deseando que llegue a su fin.
"Estaré triste cuando se termine", dijo Flanagan. "No pensé que iba a disfrutarlo de esta manera, pero creo que es un testimonio a las personas que he incluido en mi equipo para ayudarme a hacer esto. Extrañaré viajar por el mundo con mi equipo de mujeres y mi hijo. Lo hemos pasado bomba. La celebración post-carrera siempre incluye papitas fritas y champaña, así que ¿cómo puede ser malo eso jamás?"
Después del domingo, ella dice que no tiene planes de correr por al menos un mes. Pero el descanso probablemente no dure mucho más que eso.
"Creo que al final estaré pensando de cuánto nos hemos divertido. Supongo que ahora tendré que inventarme otro desafío difícil".