El ex fullback de los Wallabies había sido expulsado de la selección por sus dichos homófobos, pero lejos estuvo de quedarse callado y volvió a aparecer con sus palabras.
Esta vez, Folau le echó la culpa de los incendios forestales y la sequía que hay actualmente en su país a los abortos y los casamientos homosexuales, legal desde el 2017.
En el último sermón que dio en la iglesia a la que asiste en Sidney, el jugador alegó que todos los males climatológicos que están aconteciendo actualmente en Australia son tan sólo un castigo de Dios al pueblo por promover la homosexualidad y el aborto.
Sin embargo, sus palabras ya recibieron el repudio de muchos, incluyendo a los líderes políticos del país, el primer ministro Scott Morrison y el líder de la oposición Anthony Albanese, quienes calificaron de “insensibles” y “reprobables” las declaraciones de Folau.
El ex jugador presentó una denuncia ante la asociación de Rugby de Australia por haberlo apartado después de sus frases controversiales, a la que le exige una indemnización por haber roto su contrato en el pasado mes de mayo.