Se dio la lógica, pero los de Canberra tuvieron que sufrir para lograr el título porque Reds nunca bajó los brazos. El que había sido primero en la clasificación y que accedió directamente a la final se quedó con el título del Super Rugby Australia. Le ganó 28-23 al equipo rojo y quedó con la gloria del campeonato que organizó la unión aussie con las franquicias de su país ante la pandemia que azotó al mundo. Síntesis del partido.
Tercera conquista para los Brumbies que levantaron el trofeo de lo que era en su momento el Super 12 en 2001, comandados por el legendario George Gregan, y en 2004, con Owen Finegan como capitán.
En el primer tiempo, el dueño de casa hizo mejor las cosas, se adueñó del partido y empezó a inclinar la balanza. A los 17´, impuso condiciones en un line y posterior maul que finalizó Folau Fainga´a. Luego, a los 26´, Andy Muirhead hizo sentir el vigor y la potencia de un wing en los últimos metros para llevarse por delante dos jugadores y llegar al ingoal.
Reds poco podía hacer y con el pie de James O´Connor pudo sumar tres puntos, pero siempre se las ingenió para volver a estar en partido cuando parecía que la derrota estaba decretada. La indisciplina y la mala obtención en la hilera del conjunto de Queensland fueron claves para la derrota. El merito fue no bajar los brazos y poder llegar al final del partido con posibilidad de darlo vuelta, a pesar de que todo ese esfuerzo no le alcanzó.
Así, con el marcador 15-3, tuvo momentos de lucidez con el wing Jordan Petaia que se cortó y le dio el try al octavo Harry Wilson. En el epílogo, otro penal de O´Connor dejó el parcial 15-13 para Brumbies, una diferencia que no reflejaba lo hecho en el campo de juego por cada equipo.
En el complemento, el local salió a atropellar a su rival y a definir el partido. Ahora sí, con el try de Thomas Banks a los 5´ y con la conversión, un penal y un drop de Noah Lolesio sacó 15 puntos de ventaja y parecía que el campeón ya tenía nombre. Sin embargo, de a poquito, Reds volvió a remontar el marcador. Un penal de O´Connor acortó diferencia y otro momento de lucidez, esta vez del medio scrum Tate McDermott que se cortó por el eje, finalizó con el try de Angus Blyth a 16´del final y con solo cinco puntos de diferencia.
Tuvo chances Reds y apeló al line, pero nuevamente volvió a fallar. Brumbies mantuvo la defensa en forma. Se apegó a los cinco puntos de diferencia y dejó correr el tiempo para que el título se quede en Canberra. El scrum final, donde Reds lo complicó varias veces, fue el último esfuerzo para darle la pelota a Lolesio y que la saque del terreno de juego para desatar la alegría y el festejo en Brumbies que fue un justo campeón, por lo que mostró en la final, pero sobre todo, por lo hecho a lo largo de todo el torneo.