Gales venció a Inglaterra por 40 a 24 en el en el Principality Stadiumy de Cardiff, por la tercera fecha del Seis Naciones. El visitante pagó caro cada vez que se fue de partido, los dragones no perdonaron y se llevaron el triunfo.
En la primera etapa, en medio de la paridad, apareció la primera desconcentración. Penal para Gales dentro de sus 22 metros, Owen Farrell juntó al equipo inglés para hablar y Dan Biggar jugó un kick cruzado a la punta y Josh Adams apoyó la primera conquista. Luego, llegó el try de Liam William que se originó de un penal rápido.
Inglaterra no bajó los brazos y con una buena intervención de Anthony Watson, que pisó para adentro en el metro final, logró el primer try del visitante. Owen Farrell, errático, sumó dos penales para el 17-14 que dejaba a Inglaterra muy cerca de dar vuelta el marcador y con 40 minutos por jugar.
Nuevamente, Gales sacó a relucir la concentración en la segunda mitad y le bastó para desnudar la negligencia con la que se manejo Inglaterra a lo largo del partido. Kieran Hardy jugó un penal rápido dentro de los 22 metros y encontró a todos de espalda: corrió y se fue derecho al try.
Farrell volvió a descontar con su pie e Inglaterra se volcó en ataque para revertir el marcador. Ben Youngs le pagó con la misma moneda a Gales y a la salida de un ruck el escurridizo medio scrum salió rápidamente pegado a la formación, evitó 2 tackles en 10 metros y se zambulló en el ingoal. Con la conversión de Farrell, el partido quedó empatado en 24.
Las indisciplinas le jugaron en contra en los últimos minutos a Inglaterra. Callum Sheedy no desperdició cada envío a los palos y desequilibró nuevamente el marcador con tres penales. La frutilla al postre llegó con el try de Cory Hill que le dio el punto bonus y redondeó los 40 puntos con la conversión de Sheedy. Los rojos siguen primeros, ganaron los tres partidos y mostraron su gran momento ante Inglaterra que cada semana suma más preguntas a su juego.