El sorteo dictaminaba que el Masters 1000 de Monte-Carlo tenga un cruce sudamericano de alto vuelo desde el arranque. Y no defraudó.
Fue un partidazo entre el argentino Tomás Etcheverry (31°) y el chileno Nicolás Jarry (21°) que quedó del lado del platense.
Fue 6-4 y 7-5 para el albiceleste mostrando ya, claros signos de recuperación de nivel tras su desgarro, más allá de su acceso a semifinales en Houston.
Sin embargo, el duelo cerró con polémica. Es que el chileno pretendía que el juez de silla, Carlos Bernardes, le impusiera un warning a Etcheverry, quien, según él, demoró a la hora de servir en el match point tras un extenso punto previo.
Luego de acceder hasta cuartos de final en Miami, igualando su mejor desempeño en la categoría, registrado en Shanghai 2023, el santiaguino, de 28 años y dueño de tres títulos, buscaba extender sus buenas sensaciones en el polvo de ladrillo monegasco, donde se metió entre los 16 mejores durante la última edición, cayendo 6-3 y 6-4 versus el griego Stefanos Tsitsipas.
Justamente el griego, campeón de 2021 y 2022, será el rival del platense, de 24 años, quien se recuperó totalmente del desgarro sufrido en Buenos Aires.
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