El más esperado y polémico de todos los premios que reparte la Asociación de Escritores de Béisbol de Estados Unidos (BBWAA, por sus siglas en inglés) es el de Jugador Más Valioso.

En primer lugar, porque no hay una definición clara de lo que significa ser "más valioso" y cada cual interpreta el término como mejor le parece.

¿Es más valioso el que mejores estadísticas individuales puso sobre la mesa?

¿O aquel cuya actuación fue clave en que su equipo avanzara a la postemporada?

¿Y qué culpa tiene alguien con los números más sobresalientes estar en un equipo malo, sin nadie que lo acompañe a tirar del carro?

Por lo pronto, sabemos que el JMV de la Liga Nacional está entre Giancarlo Stanton, de los Marlins de Miami, Paul Goldschmidt, de los Diamondbacks de Arizona, y el canadiense Joey Votto, de los Rojos de Cincinnati.

Y el de la Americana saldrá entre Aaron Judge, de los Yankees de Nueva York, el venezolano José Altuve, de los campeones Astros de Houston, y el dominicano José Ramírez, de los Indios de Cleveland.

Vale aclarar que lo hecho en la postemporada por Goldschmidt, Judge, Altuve y Ramírez no cuenta absolutamente para nada en la definición de los galardones, pues la votación de la BBWAA cerró antes de que comenzaran los playoffs.

Las únicas estadísticas que cuentan son las de la campaña regular y basados en eso, Stanton, Goldschmidt y Votto, por el viejo circuito, y Altuve, El Juez y Ramírez, por el joven, fueron los que más votos recibieron de los periodistas.

La primera injusticia aflora ante la ausencia de Charlie Blackmon y/o Nolan Arenado, ambos de los Rockies de Colorado, piezas fundamentales en la primera visita de su equipo a la postemporada desde el 2009.

Tratemos de meternos en la cabeza de algunos colegas. Hay quienes ven como hándicap que Blackmon y Arenado jueguen la mitad de sus partidos en el Coors Field de Denver, a una milla sobre el nivel del mar, donde la pelota vuela más que en cualquier otro parque.

¿Y? Allí juegan ellos y los otros 23 compañeros de su equipo y no todos pusieron grandes guarismos. El mérito de lo que hicieron nadie puede escatimárselo sobre la base de un argumento geográfico.

Quizás, el hecho de pertenecer a un mismo equipo -- y pasa muchas veces -- haya conspirado en su contra, como si se robaran votos entre sí, pero de todos modos, el que no estén ellos y sí aparezca Votto es injusto.

Blackmon fue líder de los bateadores (.331) de la Nacional y encabezó todo el béisbol en hits (213), triples (14) y anotadas (137).

Además, despachó 37 cuadrangulares y remolcó 104 carreras.

En promedio, anotadas, hits, dobles, triples, jonrones, impulsadas y bases robadas, el jardinero central de los Rockies superó al primera base de Cincinnati, quien sólo tuvo más bases por bolas, promedio de embasamiento y WAR, esa sacrosanta estadística sabermétrica donde dos más dos no siempre es cuatro.

Señores sabermétricos que pretenden reinventar un deporte que nunca han jugado y que sólo ven a través de una computadora: búsquenme al primer fanático que diga ir al parque a ver al líder en WAR o de más alto OBP y les doy un premio.

Sólo en sus mentes pseudocientíficas, un jugador con menos average, imparables, extrabases de todo tipo, carreras anotadas y empujadas y almohadillas estafadas es mejor que uno que lo supera en cada uno de esos departamentos.

Las estadísticas del canadiense de los Rojos fueron incluso inferiores en casi todos los renglones que las de Arenado y del dominicano Marcell Ozuna, de los Marlins, quien no figura entre los finalistas tampoco.

Ozuna también logró mejores cifras que Goldschmidt en cuanto a jonrones, remolcadas y average, las tres ramas de la Triple Corona.

Entonces, el JMV del viejo circuito lo debería ganar, ante la ausencia de Blackmon, el poderoso jardinero derecho de Miami, líder absoluto en vuelacercas (59) e impulsadas (132).

Stanton se convertiría en el primer jugador en la historia de la franquicia en ganar el premio, aunque podría recibirlo con otro uniforme, pues cada vez son más fuertes los rumores de canje que lo envuelven.

En la Americana, la extraordinaria campaña de Judge debería darle de golpe los premios de Novato del Año y Jugador Más Valioso.

¿Cómo podrían los votantes de la Asociación de Escritores de Béisbol de América ignorar a alguien que encabezó el joven circuito en jonrones (52, récord para debutantes), carreras anotadas (128) y bases por bolas (127)?

Que además, fue segundo en la liga en impulsadas (112), en slugging (.627), en promedio de embasamiento (.422) y en OPS (1.049).

Para complacer también a los amantes de las estadísticas sabermétricas, El Juez tuvo el mayor WAR (8.8) del joven circuito y sí, fue líder en ponches (208), departamento que en el 2014 encabezó Mike Trout cuando ganó el primero de sus dos JMV.

El Juez tuvo posiblemente el debut más impresionante de cualquier pelotero en la historia y merece convertirse en el tercer jugador en archivar ambos galardones de MVP y Novato del Año, algo que anteriormente consiguieron Fred Lynn, de los Medias Rojas de Boston en 1975, y el japonés Ichiro Suzuki, con los Marineros de Seattle, en el 2001.

En los últimos 40 años, sólo tres jugadores de los Yankees han ganado el premio de JMV: Thurman Munson en 1976, Don Mattingly en 1985 y Alex Rodríguez, quien lo consiguió dos veces, en el 2005 y 2007.

El joven de 25 años fue la pieza fundamental en el renacer de una franquicia en pleno proceso de reconstrucción y que pocos esperaban ver en los playoffs tan pronto como esta campaña.

Judge tiene en Altuve a su rival más directo, con un pie y una pulgada menos de estatura que el de Nueva York, pero que crece hasta el infinito cuando entra a la caja de bateo.

Ganó su tercera corona de bateo (.346) y segunda en fila, además de conseguir su cuarta campaña consecutiva con más de 200 imparables, aunque con cifras inferiores a Judge en la mayoría de los otros departamentos.

El venezolano fue el alma de los Astros, echándose sobre sus hombros el peso del equipo, sobre todo durante la ausencia por lesión del puertorriqueño Carlos Correa, mientras que Ramírez, si bien fue fundamental para la Tribu, tiene números inferiores a Judge y Altuve y está de más en esta pelea.

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Olvídense de la nómina más cara del béisbol, que ha convertido a Dodgers de Los Ángeles en los nuevos Yankees.

Tampoco tengan mucho en cuenta la suerte de los años pares, que ha visto coronarse a los Gigantes de San Francisco en las Series Mundiales del 2010, 2012 y 2014.

El equipo que está listo para el salto en el 2016 por la división Oeste de la Liga Nacional es el de los Diamondbacks de Arizona.

La firma del derecho Zack Greinke por 206 millones de dólares le da un líder indiscutible a una rotación que deberán integrar además Shelby Miller, llegado por vía de canje, Patrick Corbin, Robbie Ray y el dominicano Ruby De La Rosa.

El bullpen también se reforzó con la contratación del agente libre Tyler Clippard, para sumarse a Daniel Hudson y el cerrador Brad Ziegler, salvador de 30 partidos en el 2015.

Además, cuentan los Diamondbacks en sus filas con el prometedor cubano Yoan López, quien podría hacer su debut en las Mayores en el 2016, ya como abridor, ya en funciones de apagafuegos.

Con una rotación sólida y un bullpen reforzado, los Diamondbacks necesitan de apoyo ofensivo para revertir el récord de 79-83 del 2015.

El hombre en torno al cual se construirá la alineación es el primera base Paul Goldschmidt, un perenne candidato al premio de Jugador Más Valioso en la Liga Nacional.

Los tres jardineros, el cubano Yasmany Tomás en el izquierdo, A.J. Pollock en el central y el venezolano David Peralta en el derecho, deben ser tres puntales alrededor de Goldschmidt.

Tomás, quien recibió un contrato de 68.5 millones antes de la pasada campaña, no cumplió todas las expectativas en su año de novato, en parte por iniciar como antesalista, posición que nunca logró dominar. Ahora llegará sin esa preocupación y deberá enfocarse en aumentar su producción ofensiva, acorde con su salario.

El cuadro interior también se reforzó con la llegada del dominicano Jean Segura, canjeado desde los Cerveceros de Milwaukee.

Segura, de 25 años, es un jugador que todavía no ha explotado al tope de su potencialidad. Arizona podría beneficiarse de ese pico aún por llegar.

Las dudas del equipo están en la antesala, que debe ocupar Jake Lamb, y la intermedia, dominada por Chris Owings.

En el caso de Owings, ofrece seguridad defensiva, pero Lamb no ha mostrado el poder requerido para su posición. Es entonces que podría aprovechar su oportunidad Brandon Drury, clasificado quinto entre los prospectos de la organización.

El catcher dominicano Wellington Castillo tendrá por su parte la tarea primordial de conducir a un cuerpo de pitcheo experimentado y que lo catapultará a la titularidad en el equipo de su país que defenderá la corona en el IV Clásico Mundial de Béisbol del 2017.

En dependencia de cómo marche la primera mitad de la temporada, la gerencia encabezada por Tony LaRussa y Dave Stewart, moverán piezas para rellenar los huecos que aparezcan en el camino, en busca del salto que lleve al equipo hacia la postemporada por primera vez desde el año 2007.

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Tres de los cuatro primeros clasificados en la votación para el premio de Jugador Más Valioso en la Liga Nacional eran primeras bases. El tipo que está generalmente considerado como el mejor bateador en el planeta es un primera base. El jonronero más prominente en el deporte en este momento es un primera base. Y estamos en una era en la que la defensa en la primera base se valora más que en cualquier otro momento de la historia del béisbol.

Así que hay un montón de buenas opciones en el ranking de los 10 mejores primeras bases en las mayores.

1. Paul Goldschmidt, Diamondbacks de Arizona

Un escucha hizo el caso de que el primera base de Arizona podría ser el mejor jugador entre los peloteros más completos en las mayores, incluso por delante de Mike Trout y Bryce Harper, porque juega una posición con un mayor grado de dificultad técnica. "Él tiene el poder, y él es un gran bateador, por supuesto. Pero también es uno de los mejores corredores", dijo el escucha, refiriéndose a su eficiencia, no a la velocidad. "Y él es un gran primera base. Él puede hacer cualquier cosa".

Goldschmidt se embasó por hits, boletos o pelotazos 312 veces en la temporada 2015, con 73 extrabases, 103 carreras y un récord personal de 1.005 de OPS. También se robó 21 bases y ganó su segundo Guante de Oro.

En una posición donde confluyen grandes jugadores, él se ha convertido en el principal estándar.

2. Miguel Cabrera, Tigres de Detroit

Comenzó la temporada en tiempo después de someterse a una cirugía de tobillo en la temporada baja, pero una lesión en la pantorrilla lo limitó a sólo 119 juegos, el total más bajo en una temporada de su carrera. Incluso en una temporada disminuida, Cabrera recordó a todo el mundo lo grande que es como bateador, ganando el título de bateo con promedio de .338 - recuerde, él no corrió bien y él es un bateador derecho, dos desventajas naturales en el logro de un alto promedio - y tuvo el más alto porcentaje de embasado de la liga con .440.

Evaluadores rivales también señalan que Cabrera es una mejor primera base de lo que se percibe que es, con buenos instintos y buenas manos. Pero es por su trabajo en el plato que siempre será recordado Cabrera, y en el año 2016, tiene la oportunidad de llegar a 2.500 hits y 1,500 carreras impulsadas ...y él cumplirá apenas 33 en abril.

3. Joey Votto, Rojos de Cincinnati

Antes de que el premio MVP fue anunciado la semana pasada, a Votto se le preguntó en la televisión en directo si la de 2015 fue su mejor temporada, y la respuesta fue clásica de Votto: fue totalmente honesto. Sí, dijo con esas palabras, evitando las líneas vacías y poco sinceras habituales pronunciadas por los jugadores que son parte de un equipo que lucha y los Rojos tuvieron una temporada terrible al terminar últimos en la competitiva División Central.

Pero Votto siempre ha parecido entender que la mejor manera para él ayudar a su equipo es producir oportunidades para la producción de carreras, y se destaca en esto: la temporada pasada, Votto se embasó la asombrosa cifra de 319 veces a través de hits, boletos o pelotazos, para un porcentaje de .459 de embasamiento. Sólo Harper y Trout clasificaron más alto en OPS + que Votto, quien superó una lesión en la rodilla en el 2014 para jugar 158 partidos en el 2015.

4. Anthony Rizzo, Cachorros de Chicago

Fue hace sólo cuatro años que los evaluadores rivales estaban preocupados que Rizzo estaría dominado en su carrera por bolas rápidas en la zona de adentro, que fueron la causa de su promedio de bateo de .141 y 46 ponches en su primera temporada con los Padres de San Diego. Pero el entrenador de los Cachorros, Eric Hinske, sugirió que Rizzo se acercara al plato y se negara a ceder terreno, y esto le ha ayudado a lidiar contra lanzadores zurdos, así como con las bolas rápidas. "Si no vas a lanzarle adentro, él va a matarte", dijo un evaluador de su rival. "Y no hay muchos lanzadores dispuestos a lanzar adentro." La temporada pasada, Rizzo bateó 31 jonrones con 72 extrabases, 78 bases por bolas y 94 carreras, y fue una de las razones por las que los Cachorros cumplieron la predicción de invierno de Rizzo de que cosas buenas vendrían para este equipo.

5. Chris Davis, agente libre (Orioles de Baltimore)

Ha conectado 159 jonrones en las últimas cuatro temporadas, más que cualquier otro bateador, y pronto será pagado (a través de la agencia libre) por todo ese poder por los Orioles, Cardenales o algún otro equipo. Davis se poncha una tonelada - tenía 208 K en el 2015 - y bateó un discreto .262, pero él tiene el poder cambia juegos y cambia temporada en una época en la que los grandes jonroneros son mucho más escasos.

Piense en esto: En el año 2000, una temporada que ahora se percibe generalmente por estar en o cerca de la era de los esteroides, 47 bateadores pegaron 30 o más jonrones; en 2015, había 20. Davis, por su parte, tiene 33 o más jonrones en tres de las últimas cuatro temporadas.

6. Eric Hosmer, Reales de Kansas City

Olvídese de la aberración de una semana que atestiguamos en la Serie Mundial y en lugar de aceptar el juicio de muchos jugadores y empleados con otros equipos: Hosmer es una excelente primera base, con buenas manos y una capacidad excepcional para lanzar, y gracias a esas habilidades, acaba de ganar su tercer premio Guante de Oro consecutivo. Él estaría en un lugar cerca del Top 10 sobre la base solamente de su defensa.

Pero la ofensiva de Hosmer sigue avanzando, con su porcentaje de slugging creciendo para .459 la temporada pasada. El cuerpo técnico de los Reales cree que a medida que Hosmer gane en experiencia y abrace la realidad que tiene el tipo de poder con el que se puede empujar la pelota a cualquier parte del parque, sus números de poder crecerán. También vale la pena recordar que pocos jugadores de Kansas City nunca han puesto enormes números de poder, al menos en parte debido a las amplias dimensiones del Kauffman Stadium.

7. José Abreu, Medias Blancas de Chicago

Como con casi todo el mundo en el roster de los Medias Blancas, Abreu estuvo por debajo de lo esperado en 2015, con su OPS cayendo más de 100 puntos, a .850. También hay creciente preocupación por su defensa: fue uno de los primeras bases con más baja clasificación en carreras defensivas salvadas (DRS), una posición que está en consonancia con la forma en que exploradores le evalúan sobre la base de lo que ven.

Pero él sigue siendo considerado como un jugador de alto impacto, y si él está cerca de la parte superior de esta lista el próximo año, eso no tendría que sorprender a nadie.

8. Adrián González, Dodgers de Los Ángeles

Algunos evaluadores en el encuentro de los Dodgers contra los Mets en la Serie Divisional pensaban que la edad de González comenzó a notarse en contra de colección de lanzadores de velocidad de Nueva York, ya que hubo momentos en los que fue dominado. Por supuesto, hay que señalar que los Mets prevalecieron sobre los jóvenes bateadores de los Cachorros también, y González bateó .316 en la serie - en otras palabras, hizo lo que nos tiene acostumbrados. González bateó .275 para los Dodgers en el 2015, con .830 de OPS que fue ligeramente mayor que en 2014, y ahora está a unos 200 hits de distancia de los 2 mil hits, y necesita 10 jonrones más para llegar a 300.

9. Freddie Freeman, Bravos de Atlanta

Los Bravos siguen diciendo que no están negociando su primera base, que está bajo contrato por seis temporadas más y $ 118 millones.

Y, por último, un empate en el último lugar:

10. Mark Teixeira or Albert Pujols

Ambos veteranos primeras bases demostraron el verano pasado que cuando están sanos, los dos son capaces de provocar grandes daños. Pujols conectó 40 jonrones, y Teixeira 31. Pero Teixiera estuvo fuera de servicio durante las últimas semanas en el año 2015, y se espera que Pujols se pierda el inicio de 2016 después de someterse a una cirugía del pie.

Demasiado fuerte para dejarlo fuera de esta lista: Lucas Duda, quien cargó a los Mets en varios tramos de la temporada pasada.

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Los tres finalistas para el premio de JMV en la Liga Nacional fueron revelados el martes en la tarde, y aunque los asuntos específicos de la votación no se darán a conocer hasta la semana que viene, lo que fue anunciado es una muestra de una vuelta de hoja - quizás permanente - en cómo los escritores evalúan este premio anual.

Los tres grandes para el premio de JMV:

Bryce Harper, jardinero de los Nacionales de Washington, quienes fueron eliminados de la contienda por la postemporada el 26 de septiembre.

Paul Goldschmidt, el primera base de los Diamondbacks de Arizona, un equipo eliminado de los playoffs el 20 de septiembre.

Joey Votto, el primera base de los Rojos de Cincinnati, quienes fueron eliminados de la contienda por la División Central de la LN el 2 de septiembre y que se quedaron sin boleto a la postemporada el 17 de septiembre.

Así que es aparente que los escritores ignoraron en gran medida las tablas de posiciones y el éxito de los equipos al momento de llenar sus boletas de votación. En cambio, parece que se enfocaron en las estadísticas analíticas, porque los tres finalistas llegaron primero, segundo y tercero en WAR en la Liga Nacional, de acuerdo con FanGraphs:

1. Harper 9.5

2. Goldschmidt 7.4

3. Votto 7.4

4. A.J. Pollock 6.6

5. Kris Bryant 6.5

El WAR no es una estadística perfecta; no existe una estadística perfecta. Pero seleccionar el mejor jugador en cada liga como el JMV es mejor que la subjetividad con poca lógica ocurrida con frecuencia en muchas de las pasadas votaciones, como por ejemplo la del 1934. Ese año, Mickey Cochrane ganó el JMV de la LA luego de conectar dos jonrones, batear .320 y anotar 74 carreras gracias a que sus Tigres de Detroit ganaran la Liga Americana. Lou Gehrig se llevó la Triple Corona con 49 jonrones, 166 RBI y promedió .363 y terminó quinto en la votación, porque los Yankees terminaron la temporada en segundo lugar.

Si los escritores de béisbol hubiesen seguido ese tipo de precedente, entonces Andrew McCutchen de los Piratas, luego de la gran temporada de Pittsburgh este año, o Anthony Rizzo, quien tuvo una gran temporada para los Cachorros de Chicago, habrían estado entre los primeros tres.

Pero Harper fue el jugador más dominante en la Liga Nacional este año, y no hubo nadie que se le acercara, y como se escribió en este mismo espacio en septiembre, seleccionar a un jugador de un equipo de playoffs como JMV y entonces colocar a Harper segundo o tercero en la bola habría sido una excusa total. Uno cree que los candidatos al JMV deben venir de equipos con boleto a la postemporada o no lo crees, pero no hay términos medios.

Si un escritor cree que las credenciales de JMV de Harper deben ser vistas a través del prisma de los fallos del bullpen de Washington, o los bajos rendimientos de las otras estrellas de los Nacionales, entonces el colocar a Harper en algún puesto entre los primeros 10 jugadores sería algo increíblemente inconsistente. Ya veremos los detalles en la votación la semana que viene.

Pero de lo que vimos en la parte superior de la votación, ya sabemos que el cuerpo de escritores que emitieron sus votos por el premio de JMV de la Liga Nacional siguieron la tendencia de las oficinas centrales de evaluar jugadores y escoger números por encima de la narrativa, y con el tiempo, probablemente miremos hacia atrás y veamos esta votación como una encrucijada en esta conversación.

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Pregunta capciosa: ¿Cuántas veces Miguel Cabrera ha sido el mejor inicialista en las mayores en las pasadas tres temporadas?

La respuesta: Cero.

Por supuesto, Cabrera jugó la tercera base en 2012 y 2013, cuando ganó los premios de Jugador Más Valioso de la Liga Americana. Se movió a la inicial la pasada temporada luego del cambio de Prince Fielder, y sus números de poder bajaron mientras batalló con lesiones y apenas conectó 25 jonrones luego de haber llegado a los 44 en sus dos temporadas previas. Y aunque siguió teniendo un año excelente, supuso un claro descenso respecto a esas monstruosas temporadas de JMV.

Cabrera se ubicó primero entre los inicialistas en los rankings de posición de ESPN, pero ¿es realmente el No. 1? Cumplirá 32 años pocos días después de comenzada la temporada y viene de sufrir una cirugía en el invierno donde se le removieron espolones de hueso en su tobillo derecho y se le reparó una fractura de estrés. Aunque la cirugía quizás le haya aliviado el dolor con el que jugó toda la temporada pasada y está entrando en esa categoría de "observen su edad". Además, hay algunos inicialistas muy buenos en la lista. Aquí nuestra lista de los 10 mejores:

1. Cabrera, Tigres de Detroit

2. Paul Goldschmidt, Diamondbacks de Arizona

3. José Abreu, Medias Blancas de Chicago

4. Anthony Rizzo, Cachorros de Chicago

5. Freddie Freeman, Bravos de Atlanta

6. Edwin Encarnación, Azulejos de Toronto

7. Joey Votto, Rojos de Cincinnati

8. Adrián Gonzalez, Dodgers de Los Angeles

9. Albert Pujols, Angelinos de Los Angeles

10. Fielder, Vigilantes de Texas

Aquí les presentamos las 10 mejores temporadas de un inicialista desde el 2012, utilizando el WAR de Baseball-Reference:

1. Goldschmidt, 2013: 7.3

2. Votto, 2013: 6.4

3. Chris Davis, 2013: 6.1

4. Votto, 2012: 5.9

5. Abreu, 2014: 5.4

6. Freeman, 2013: 5.4

7. Rizzo, 2014: 5.1

8. Cabrera, 2014: 4.9

9. Pujols, 2012: 4.8

10. Fielder, 2012: 4.7

No creo que sea obvio que Cabrera sea el No. 1. Goldschmidt estaba teniendo otra excelente temporada hasta que fue golpeado por un pitcheo a principios de agosto y se rompió la mano. Sus números llevaban ritmo de igualar su temporada del 2013, cuando lideró la Liga Nacional en jonrones, remolcadas y slugging y ganó un Guante de Oro. Quizás él no sea tan bueno como bateador como lo fue Cabrera en 2012-13, pero sí ha tenido ventajas sobre Cabrera en el terreno y en las bases. Las temporadas de Cabrera en 2012-13 tuvieron un valor de WAR de 7.2 y 7.5, así que la temporada 2013 de Goldschmidt compara de forma favorable.

Los números de Abreu con .317/.383/.581 y 36 jonrones encajarían bien en la carrera de Cabrera, y quizás él mejore a medida que se sienta más cómodo en EEUU. Rizzo es el chico joven que yo adoro, con apenas 25 años y viniendo de una temporada 32 jonrones con números de .286/.386/.527. Quizás Votto logre volver tras jugar apenas 62 partidos el año pasado.

Cabrera es bastante especial, ciertamente el mejor bateador del juego en esas temporadas de JMV. Asumiendo que tenga buena salud, él debe envejecer bien, aunque ninguno de los sistemas de proyección lo tienen bateando 40 jonrones o con un slugging de .600. Pero grandes jugadores pueden envejecer mejor que lo que puede predecir una computadora. Mike Schmidt tuvo su mejor temporada ofensiva a los 31 años pero además lideró la LN en OPS ajustado a los 32, 33, 34 y 36 años. El OPS+ de Hank Aaron en sus 20 años fue de 158; en sus 30s, fue de 161. George Brett conectó 30 jonrones por primera vez a los 32 años y ganó un cetro de bateo a los 37. Barry Bonds ... bueno, mejor saltémoslo.

Por supuesto, existen ejemplos aislados. Si existe una diferencia notable, estos tipos fueron mejores atletas que Cabrera: más esbeltos, más rápidos, con mejor defensiva. Se puede argumentar que su forma física superior les ayudó a envejecer mejor. ¿Se sostendrá el cuerpo de Cabrera? ¿O los quebrantos de salud que sufrió al final del 2013 y durante el 2014 serán algo común en el resto de su carrera y le podría afectar su rendimiento? Eso no lo podemos saber todavía.

Yo sí pienso que Cabrera va a seguir siendo uno de los mejores bateadores en el deporte en el 2015, quizás el mejor, pero si me preguntan con cuál primera base yo quisiera en el 2015, pienso que seleccionaría a Goldschmidt por su combinación de ofensiva, defensiva, corrido de bases y edad. Esto no es una premonición de que podría llegar al Salón de la Fama; pero ese es el valor total del juego de Goldschmidt a la fecha.

Y no se duerman con Rizzo.

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Aunque las negociaciones entre Robinson Canó y los Yankees de Nueva York lucen complicadas, el beneficio de un acuerdo que retenga al jugador en la Gran Manzana por el resto de su carrera sería mutuo y es difícil imaginarse al intermedista dominicano en otro uniforme que no sea el de rayas.

Los Yankees necesitan a Canó como eje en torno al cual reconstruir un equipo que se envejeció y es hora de renovarlo de manera contundente.

Canó, como se esperaba, rechazó la oferta calificatoria de 14.1 millones, lo cual no significa necesariamente que las puertas de un pacto multianual con Nueva York se hayan cerrado.

El dominicano es uno de los peloteros más completos de todas las Grandes Ligas, aunque con tendencia a la pereza, dejando siempre esa sensación de que no explota sus condiciones en toda su potencia.

El gerente general, Brian Cashman, ha tratado de endulzarlo con frases enriquecedoras de su ego, prometiéndole que podría convertirse en el primer dominicano en ver su número retirado en el Monument Park, esa suerte de salón de inmortales de los Yankees.

Y nadie duda que lo logrará, de decidirse a pasar toda su carrera en el Bronx.

Asimismo, el equipo cree que el rapero Jay-Z, gran fanático de los Yankees y de quien Canó es cliente, podría jugar un papel fundamental en convencer al intermedista quisqueyano a permanecer en la Gran Manzana.

El problema es el precio que Canó (y sus agentes) están pidiendo por sus servicios.

El pelotero quiere 305 millones por diez años, una cifra que lo convertiría en el mejor pagado de toda la historia, mientras que varias fuentes citan en unos 200 millones y siete temporadas la oferta del equipo para retenerlo.

Canó se sabe el mejor agente libre disponible en el mercado en este invierno y como tal se ha sentado a pedir, aunque difícilmente convenza a los Yankees o a cualquier otro equipo de pagarle semejante cifra.

En primer lugar, porque se trata de un pelotero de 31 años, lo cual fijaría en 41 su edad para cuando concluya un pacto por diez campañas.

Y en segundo lugar, porque la historia ha mostrado más prponto de lo que se pensaba que esos megacontratos como los de Alex Rodríguez, Albert Pujols, Prince Fielder y Joey Votto son un rotundo fracaso, que hace que los peloteros se acomoden y dejen de entregarse en cuerpo y alma al juego.

Por lo pronto y anticipando cualquier descarrilamiento en las negociaciones, el equipo ya inició un acercamiento con el agente libre Brandon Phillips, ganador de cuatro Guantes de Oro en ocho temporadas con los Rojos de Cincinnati, incluida la del 2013, en la que consiguió 103 impulsadas, cifra máxima de su carrera.

El invierno pinta para largo para los Yankees, que dependen de la decisión final en el caso de Rodríguez para organizar mejor sus movidas en pos de la reconstrucción del equipo, de la cual Canó debe ser parte esencial.

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El venezolano Miguel Cabrera ganó en el 2012 la Triple Corona y aún así, hubo quien se atrevió a cuestionar si merecía o no el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Americana.

El debate entre los especialistas se polarizó tanto o más que el de demócratas y republicanos en torno al Obamacare, aunque al final, la votación lo favoreció amplísimamente sobre Mike Trout, el preferido de los sabermétricos.

Davis
Davis
Trout
Trout
Cabrera
Cabrera
En esta ocasión, aunque no consiguió repetir la hazaña de liderar en promedio de bateo, jonrones y carreras impulsadas, las cosas parecen más fáciles para la selección de Cabrera, con todo y que Trout vuelve a estar entre los aspirantes, junto al toletero de los Orioles de Baltimore Orioles , Chris Davis.

Ya sus colegas de profesión eligieron al venezolano como el mejor pelotero del 2013. Si ellos, que disfrutan de su juego en los Tigres de Detroit Tigers o sufren sus batazos en los otros 29 equipos, lo eligieron, ¿por qué no lo haría la prensa?

Cabrera logró en el 2013 su tercer título de bateo consecutivo y tuvo que batallar contra lesiones que limitaron su tiempo de juego a 148 partidos.

Aún así, sus números fueron mejores que en el 2012, cuando se agenció la Triple Corona.

Hace un año, el venezolano jugó en 161 de los 162 partidos del calendario regular, en los que bateó para .330, con 44 jonrones y 139 carreras impulsadas. Su promedio de slugging fue también el mejor del joven circuito, con .606 y su OPS llegó a .999.

Esta vez, en13 partidos menos, su average fue de .348, el más alto de toda su carrera, también despachó 44 bambinazos y remolcó 137 carreras, apenas dos menos que en el 2012.

Encabezó la Liga Americana en slugging (.363), promedio de embasamiento (.442) y OPS (1.087), todos ellos números superiores a los de su campaña de Triple Corona.

Davis fue su obstáculo en la consecución de esa hazaña en el 2013, al liderar los cuadrangulares, con 53, y las empujadas, con 138, convirtiéndose en una para muchos, sospechosa revelación, con 20 vuelacercas y 53 impulsadas más que en la campaña precedente.

Y Trout poco a poco sigue consolidándose como uno de los peloteros más completos de todas las Grandes Ligas, pero esta vez parece amenazar menos aún el dominio del venezolano.

El jardinero de los Angelinos mejoró algunos números en comparación con el 2012, cuando ganó el Novato del Año, pero bajó en otros, como las carreras anotadas, de 129 en el 2012 a 109 en el 2013, los jonrones, de 30 a 27, las bases robadas, de 49 a 33, el average, de .326 a .323 y el promedio de slugging, de 564 a .557, aunque en estos dos guarismos los descensos no fueron significativos.

Además, ni los jonrones e impulsadas de Davis o las cifras estables de Trout lograron darle a sus respectivos equipos el empujón suficiente para llegar a la postemporada.

Dudo mucho que sin Miguel Cabrera Detroit hubiera podido llegar a los playoffs. Si eso no es ser valioso, que alguien venga y lo explique.

Cerrada la lucha McCutchen vs Yadier

McCutchen
McCutchen
Goldschmidt
Goldschmidt
Molina
Molina
En la Liga Nacional, la lucha parece más cerrada entre el puertorriqueño Yadier Molina, de los St. Louis Cardinals, Andrew McCutchen, de los Pittsburgh Pirates, y Paul Goldschmidt, de los Arizona Diamondbacks.

Goldschmidt fue líder en jonrones (36), impulsadas (125), slugging (.551) y OPS (.952), pero sus números apenas le alcanzaron a los Diamondbacks para jugar justo para .500, con balance de 81-81.

La batalla se presenta entre Molina y McCutchen, quienes tienen el plus de haber sido fundamentales en el avance de San Luis y Pittsburgh a la postemporada.

A simple vista, los números de McCutchen son superiores que los de Yadier en casi todos los departamentos ofensivos.

El de los Piratas bateó para .317, con 185 hits, 38 dobletes, cinco triples, 21 cuadrangulares, 97 carreras anotadas, 84 impulsadas, 27 bases robadas, promedio de embasamiento de .404, slugging de .540 y OPS de .911.

El boricua lo hizo para .319, con 161 imparables, 44 biangulares, cero triples, 12 vuelacercas, 68 anotadas, 80 remolques, tres estafas, OBP de .359, slugging de .477 y OPS de .836.

Hasta ahí las cosas favorecen a McCutchen, pero es aquí donde entran a jugar intangibles que no siempre pueden ser medidos por las estadísticas.

El valor de Molina se multiplica cuando se calza los arreos y se sienta detrás del plato.

Su maestría indiscutible ya le hizo ganar este año su sexto Guante de Oro consecutivo, ratificándose como el mejor de su posición en todo el béisbol.

Y eso hizo crecer el joven pitcheo de los Cardenales, que este año no pudieron contar con el lesionado Chris Carpenter y perdieron desde mayo al mexicano Jaime García.

Con Wainwright como gran figura del staff, Molina se encargó de guiar con acierto a jóvenes abridores como Lance Lynn, Shelby Miller, Michael Wacha y Joe Kelly, así como a los apagafuegos Carlos Martínez y Trevor Rosenthal.

Pero está por verse si los votantes de la BBWAA se inclinan por los números fríos o por ese valor real que no siempre se mide en cifras.

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