Sólido, compacto, blindado, monolítico…

Tome el diccionario y busque cuantos sinónimos le sea posible para calificar la versión actual con la que los Houston Astros encararán los dos últimos meses del calendario regular y la postemporada, camino a la Serie Mundial.

La adquisición de los abridores derechos Zack Greinke y Aaron Sánchez, además del receptor puertorriqueño Martín Maldonado, le da a los Astros una profundidad pocas veces vista en un equipo, que automáticamente se convirtió en el principal favorito a la corona, tras los movimientos de último minuto que hizo para tapar las pocas grietas que pudiera tener.

Greinke (10-4, efectividad de 2.90, con 135 ponches en 146 episodios), sería el número uno de los abridores en la mayoría de los equipos de Grandes Ligas.

Un devorador de innings, el veterano de 35 años, quien promedia 209 capítulos por campaña, se incorporará en el segundo puesto de la rotación, intercalado entre Justin Verlander y Gerrit Cole.

Por su parte, Sánchez (3-14, 6.07, con 99 abanicados en 112.2) fue colocado en el quinto turno, detrás del zurdo Wade Miley, quien pasa al cuarto puesto.

No ha tenido la mejor de las temporadas y lleva 13 derrotas consecutivas entre mayo y julio, tras arrancar la temporada con 3-1 y efectividad de 2.32 en abril, pero en nueve de esos fracasos recibió un apoyo ofensivo de sus compañeros de tres o menos carreras.

El equipo tejano ha contado con gran consistencia en los tres primeros puntos de la rotación (Verlander, Cole y Miley), pero no había conseguido la misma estabilidad en la parte baja, que han ocupado indistintamente Brad Peacock, Corbin Martin, el zurdo dominicano Framber Valdez o el novato mexicano Jose Urquidy.

En un mundo ideal y lógico, el diestro adquirido de los Toronto Blue Jays se movería al bullpen en la postemporada, cuando la rotación se reduce a cuatro hombres.

Sería un buen refuerzo para el cuerpo de relevistas, que también sumó de los Azulejos a Joe Biagini, un apagafuegos natural que lanza para efectividad de 3.78 en 50 entradas y puede ser de gran ayuda para Ryan Pressly, Will Harris y Chris Devenski, antes de entregarle el juego en el noveno al cerrador Roberto Osuna.

Pero si valiosa es la llegada de Greinke, Sánchez y Biagini al cuerpo monticular, invaluable es la recuperación del puertorriqueño Martin Maldonado, para que sea el segundo cátcher del equipo, detrás del venezolano Robinson Chirinos.

Maldonado, quien fuera el titular de la receptoría en Houston el año pasado, es un bateador por debajo del promedio, que no se acerca al nivel de Chirinos, pero es un hermético defensor, que será el complemento ideal del venezolano para compartir las responsabilidades de una posición tan agotadora.

Además, el haber jugado en el equipo en el 2018 le da a “Machete” Maldonado la ventaja de conocer al dedillo a Verlander, Cole y la mayoría de los relevistas.

Los astros se han alineado a favor de los Astros (valga la redundancia), porque para rematar, el equipo se ha sacado la lotería con el fenómeno cubano Yordan Alvarez, un joven de 22 años recién cumplidos que suma 38 carreras impulsadas y 12 cuadrangulares en sus primeros partidos en Grandes Ligas, desde que debutó el 9 de junio.

Además, Houston recuperó ya de la lista de lesionados a su campocorto titular, el boricua Carlos Correa, además del cubano Aledmys Diaz, quien ha resultado ser un comodín en todas las posiciones del cuadro interior y bateador oportuno.

Díaz le permitirá al manager A.J. Hinch descansar un poco más a sus titulares, sobre todo al antesalista Alex Bregman y al primera base cubano Yuli Gurriel, quienes tuvieron una sobrecarga de trabajo mientras Correa y el intermedista venezolano Jose Altuve estuvieron en la lista de lesionados.

El versátil cubano también ha tenido algunas incursiones en los jardines, donde el equipo cuenta con un cuarto hombre del nivel de Jake Marisnick, sustituto de cualquiera de los tres titulares, Michael Brantley, George Springer y Josh Reddick.

Por cierto, que Brantley, en su primer año con los Astros después de pasar sus primeras diez temporadas con los Cleveland Indians, ha demostrado de lo que es capaz cuando la salud lo acompaña, luego de perderse gran parte del 2016 y 2017 por lesiones.

Los nueve titulares del conjunto tejano tienen al menos diez vuelacercas y tres de ellos, Bregman, Springer y Gurriel, ya pasaron las dos decenas.

Salud es la palabra clave para Houston. Si el equipo consigue mantenerse libre de lesiones, será muy complicado para los otros equipos, cualesquiera que sean, plantarle competencia, camino a la corona.

Ojo, nada está escrito en piedra y los juegos hay que ganarlos en el terreno. Roma era un imperio aún más fuerte y también se cayó.

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En un minuto, los Houston Astros pasaron de ser un muy buen equipo a candidato principal a ganar la Serie Mundial.

Justo antes de que expirara el plazo para hacer cambios en las Grandes Ligas, los Astros estremecieron el mercado al conseguir al estelar derecho Zack Greinke para reforzar una rotación que ya cuenta con Justin Verlander y Gerrit Cole como principales figuras.

Greinke (10-4, 2.90) está en medio de un contrato de seis temporadas y 206.5 millones de dólares, que se extiende hasta el 2021.

Sin embargo, 62.5 millones de ese dinero se pagará de manera diferida en cuotas de 12.5 millones anuales hasta el 2026 y además le da al equipo un seguro de vida de cara al futuro, en caso de que Cole decida irse a la agencia libre después de esta campaña.

Por si fuera poco, Houston consiguió al abridor Aaron Sánchez y al relevista Joe Biaggini de los Toronto Blue Jays, para blindar su cuerpo de serpentineros rumbo a los playoffs.

Estos cambios de último minuto hacen a los Astros los grandes ganadores en la fase de canjes, junto a los Cleveland Indians, que un día antes adquirieron al cubano Yasiel Puig de los Cincinnati Reds y al dominicano Franmil Reyes de los San Diego Padres, para reforzar considerablemente los jardines y su alineación ofensiva.

Otros ganadores

Bien se movieron los Atlanta Braves y los Washington Nationals y ambos lo hicieron en la misma dirección: el bullpen.

Los Bravos, líderes de la división Este de la Liga Nacional, sumaron a Shane Greene, quien salvó 22 juegos y lanzó para efectividad de 1.18 en 38 apariciones con los Detroit Tigers, además de conseguir de los San Francisco Giants a Mark Melancon (4-2, 3.50), para reforzar su cuerpo de relevistas que se han comportado tambaleante.

Por su parte, el equipo de la capital agregó los brazos del cubano Roenis Elías, zurdo de los Seattle Mariners, y Daniel Hudson, derecho de los Azulejos.

También desde Seattle llegó el diestro Hunter Strickland, un hombre que lanza de por vida para 2.98, aunque ha tenido una efectividad de 8.10 en cuatro partidos en el 2019.

Grandes perdedores

Los New York Yankees, los campeones vigentes Boston Red Sox y Los Angeles Dodgers, monarcas de la Liga Nacional por los dos últimos años, fueron los grandes perdedores en el mercado.

A pesar de toda la expectativa creada por la posible llegada de un as, los Yankees no consiguieron añadir ningún abridor para su maltrecha rotación, mientras que Boston y Los Angeles necesitados de apagafuegos, tampoco hicieron nada por mejorar sus cosas.

Los miembros de la rotación de Nueva York trabajan todos por encima de las cuatro limpias de efectividad y C.C. Sabathia acaba de ir a la lista de lesionados.

Pero cualquier intento de Brian Cashman por obtener refuerzos fue fallido, a pesar de haberle quitado el cartel de intocable a cada miembro del equipo.

Por su parte, los Dodgers parecen sentirse cómodos con lo que tienen, dada la ventaja que ostentan en primer lugar del Oeste del viejo circuito, a pesar de que los problemas que han tenido hasta ahora ocurrieron en las postrimerías de los juegos, después que los abridores terminaran sus faenas.

Y los Medias Rojas, que en el invierno dejaron partir a su cerrador Craig Kimbrel y a su setup man Joe Kelly, figuras clave en la conquista de la pasada Serie Mundial, deberán enfrentar la recta final de la contienda con el mismo bullpen mediocre que los tiene hoy fuera de los playoffs.

Dos cambios fuera de lógica

Uno de los canjes más llamativos fue la adquisición del derecho Marcus Stroman por los New York Mets.

Para muchos fue un sin sentido, pues los Mets habían puesto en el mercado a dos de sus mejores abridores, Noah Syndergaard y Zack Wheeler, quienes al final se quedaron.

Visto ahora y teniendo en cuenta la permanencia de Syndergaard y Wheeler, los Mets se reforzaron, aunque ya será para el 2020, pues este equipo está fuera de competencia, a menos de que tengan un repunte épìco, al nivel del 2015, cuando el cubano Yoenis Céspedes llegó desde los Tigres y los llevó hasta el Clásico de Octubre.

Y los fanáticos de los Miami Marlins recibieron un nuevo golpe a su confianza, cuando poco antes del límite para los cambios, la gerencia envió al superprometedor derecho Zach Galen a los Arizona Diamondbacks por el campocorto bahamés Jazz Chisholm, un jovencito de 21 años con fuerza al bate, pero pobre capacidad de contacto.

Y es que Galen era visto como un potencial as de la rotación de Miami y si un hombre era susceptible a ser cambiado entre sus lanzadores era el zurdo Caleb Smith, por quien los Marlins hubieran podido conseguir jugadores más hechos, como Clint Frazier y el dominicano Miguel Andujar en un eventual intercambio con los Yankees.

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Zack Greinke ganará $ 34 millones en 2017, y si la nómina de los Diamondbacks de Arizona se mantiene en el mismo nivel que la temporada pasada, alrededor de $ 100 millones, eso significa que el nuevo gerente general de Arizona, Mike Hazen, tendrá alrededor de $ 65 millones para pagar al resto de los jugadores en el roster del equipo.

Para repetir: un jugador, un lanzador de 33 años cuyo radio de ponches por boletos se desplomó de 5,00 en 2015 a 3,27 en 2016, consumirá alrededor de un tercio de la nómina completa de la escuadra la próxima campaña y por los siguientes cuatro años.

Esta es la razón por la que el comercio de los D-Backs, del jugador de cuadro All Star Jean Segura, parece ser demasiado en lo que respecta a Hazen dando un primer paso importante para controlar una situación de nómina muy difícil. Muy pronto veremos si toma medidas más urgentes, quizás negociando otro All-Star, así como al mismo Greinke.

Las dos piezas primarias que los Diamondbacks recibieron de Seattle conllevan un alto grado de riesgo. Los Marineros no se hubieran deshecho del lanzador Taijuan Walker si estuvieran absolutamente convencidos de que su increíble atleticismo inevitablemente lo llevaría al estrellato, y hay dudas sobre si Ketel Marte bateará lo suficiente como para ser un campocorto de todos los días en las Grandes Ligas. En 176 juegos, Marte tiene un total de 43 extrabases, y su porcentaje de slugging de .349 en las últimas dos temporadas ocupa el lugar número 222 entre los 232 jugadores con al menos 700 apariciones al plato en ese periodo de tiempo.

Pero los Diamondbacks pueden contar con esto: para el próximo par de temporadas, Marte y Walker no serán caros. Segura, por su parte, se le debía un gran aumento después de una campaña de regreso en la que lideró a la Liga Nacional en hits con 203, bateó 68 extrabases, anotó 102 carreras y bateó .319. Segura es elegible para el arbitraje este invierno y el siguiente antes de que esté habilitado para la agencia libre después de la temporada 2018. A menos que los Diamondbacks estuvieran completamente preparados para invertir mucho dinero en él a largo plazo, moverlo ahora tiene mucho sentido, en tanto su valor sigue siendo alto.

El hecho simple es que, debido al contrato de Greinke, los Diamondbacks no están en una posición para comprometer muchos más dólares a largo plazo. Paul Goldschmidt, de 29 años, es la pieza fundamental de su franquicia, y está bajo contrato para las próximas tres temporadas, por $ 8.9 millones en 2017, $ 11.1 millones en 2018 y Arizona tiene una opción de equipo de $ 14.5 millones para 2019, la cual presumiblemente ejercerá.

Pero los Diamondbacks también tienen que lidiar con el desastroso contrato de Yasmany Tomás. A Tomas se le deben 55,5 millones de dólares en las próximas cuatro temporadas. La producción de poder de Tomas subió significativamente en 2016, cuando bateó 31 jonrones, pero ya está entre los peores defensores del deporte. Su posición natural parece ser bateador designado, en un momento en que el comercio y los mercados de agentes libres están saturados con ese tipo de jugador.

Los Diamondbacks, entonces, deben mirar para manejar la nómina de otras maneras. El jardinero central A.J. Pollock se perdió casi todo el año 2016 con una lesión en el codo, pero por todas las cuentas estará totalmente listo para jugar en 2017. No será elegible para la agencia libre hasta después del final de la campaña de 2018. Sería preferible que los D-Backs lo colocaran en el mercado de la misma manera que lo hicieron con Segura. Si pueden obtener un pago adecuado -en forma de jugadores jóvenes y baratos- deben aprovechar la oportunidad. La última temporada completa de Pollock fue en 2015: pegó 65 extrabases, anotó 111 carreras, robó 39 bases en 46 intentos y recorrió un total de 303 bases. Cumplirá 29 años en la primera semana de diciembre.

Si los Mets no vuelven a firmar a Yoenis Céspedes, podrían ser un gran ajuste para un acuerdo por Pollock, ya que podría ofrecer ofensiva, flexibilidad de posición y un bate diestro para una alineación en su mayoría zurda. Los Vigilantes, que necesitan ayuda de campo, podrían ser un socio comercial fuerte, así como los Cardenales de San Luis que cuentan con activos para negociar.

Pero a medida que Hazen se establece con los Diamondbacks, tal vez podría hacer lo que su predecesor nunca habría estado en condiciones de intentar: persuadir a los propietarios para deshacerse de Greinke y tanto de su contrato como sea posible, incluso si eso significa tener que pagar parte de su salario en los próximos años. El contrato de Greinke ya es un serio impedimento para Hazen mientras trata de construir un ganador consistente en Arizona, y el problema podría empeorar si el desempeño de Greinke continúa disminuyendo en 2017. Si Greinke tiene problemas a principios de 2017, cualquier valor que tenga en un mercado tan estrecho se evaporará por completo.

¿Sería embarazoso mover a Greinke a un costo financiero significativo este invierno? Por supuesto. Probablemente haya pocos equipos que consideren un comercio por Greinke en este punto, incluso si Arizona lanza algunos dólares. Pero para un equipo con una de las nóminas más bajas del béisbol, el riesgo de mantenerlo podría ser mucho mayor que el precio de tragarse un poco de orgullo. Incluso si eso significa hacer un trato con los Dodgers o los Gigantes, los rivales de la división primaria de Arizona, esto es algo que los Diamondbacks deberían pensar tan pronto como sea posible.

Una de las primeras preguntas que algunos de los compañeros de Hazen le preguntaron cuando fue contratado por Arizona fue: ¿Cuánto tiempo es su contrato? Debido a que cuanto más largo sea, teorizaron algunos de ellos, mejor serán sus probabilidades de superar el enorme impacto del acuerdo de Greinke.

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Como dijimos detalladamente a principios de esta semana, la clase de agentes libres del 2016 es extremádamente débil. Probablemente habrá pocos bates de impacto, pero se espera una escasez de pitcheo abridor, y el poder estelar en general estará muy por debajo del promedio. Esta dinámica podría impulsar el mercado de cambios y llevar a una de las temporada bajas más emocionantes que se haya visto; estamos hablando de jugadores Todos Estrellas y ex JMV con potencial de cambiar de equipos - nombres grandes tales como Chris Sale, José Fernandez, Andrew McCutchen y Ryan Braun. He aquí algunos de los más grandes:

Chris Sale, LHS, Medias Blancas de Chicago: Los Medias Blancas escucharon ofertas por Sale de casi todos los equipos en las mayores en la fecha límite de cambios directos. Además ellos pidieron algunos nombres importantes a cambio, tales como el jardinero central de los Medias Rojas Jackie Bradley Jr. y el receptor de los Yankees Gary Sánchez, de acuerdo con varias fuentes. Al final, los Medias Blancas decidieron mantener el equipo intacto, pero la mayoría de los expertos espera que ellos hagan una renovación en la temporada baja y que estén más dispuestos a cambiar a Sale. Dado lo limitado del mercado de agentes libres en cuanto a lanzadores abridores, Sale podría tener gran demanda, y muchos equipos contendientes tienen los prospectos o el talento joven en Grandes Ligas para intentar una corrida por él, incluyendo a los Yankees, Medias Rojas, Cardenales y Dodgers. José Fernández, RHS, Marlins de Miami: Los Marlins escucharon ofertas por Fernández en las reuniones invernales del año pasado, incluyendo conversaciones muy serias con los Diamondbacks de Arizona y los Dodgers de Los Angeles, pero ellos decidieron quedarse con él. Esta temporada baja, Fernández estará más cerca de la agencia libre, pero su valor de cambio nunca estará más alto. Los Marlins han hecho un gran trabajo controlando las entradas de Fernández - incluso aunque eso les haya costado algunos partidos esta temporada - y su gran modo de trabajo, su pasión y sus resultados lo convierten en un buen candidato para un equipo de mercado grande. El sistema de fincas de los Marlins es débil, al igual que su profundidad de Grandes Ligas, así que sospecho que muchos dentro de la organización están empujando para que Fernández sea cambiado. Dicho esto, cualquier potencial acuerdo tendría que ser aprobado por el dueño Jeffrey Loria, y no estamos seguros de que él lo permita, considerando las aspiraciones de playoffs de la organización en 2017.


Zack Greinke, RHS, Diamondbacks: Los Diamondbacks rechazaron a los Dodgers cuando L.A. llamó este verano intentando adquirir de vuelta a Greinke; ellos le dijeron a los equipos que no tienen ningún interés en cambiarlo. Sin embargo, si los dueños deciden hacer cambios dramáticos en la oficina central, una nueva administración tendría que considerar cambiar a Greinke y sacar de sus libros su contrato de más de $200 millones. Ese dinero podría ser utilizado para reconstruir la organización en muchas maneras diferentes y significativas.


Andrew McCutchen, CF, Piratas de Pittsburgh: Esta sería una movida poco popular en Pittsburgh, pero cambiar a McCutchen se ha convertido en una posibilidad real. Los Piratas piensan que su cotizado prospecto Aaron Meadows estará listo tan pronto como el año que viene, y ellos han discutido internamente la posibilidad de mover a su jardinero izquierdo Starling Marte al jardín central para poner a Meadows en el izquierdo. Una buena movida para McCutchen sería hacia los Dodgers, quienes podrían darle buen uso en el jardín izquierdo, donde estaría mejor posicionado en este punto de su carrera.


Ryan Braun, OF Cerveceros de Milwaukee: Los Cerveceros ya han discutido un cambio con los Dodgers que involucre enviar a Braun a Los Angeles por Yasiel Puig; esperen que esas discusiones se retomen en el invierno si Puig no tiene un gran final de temporada. Otros destinos potenciales incluyen los Azulejos (si Edwin Encarnación y José Bautista se van por la vía de la agencia libre); los Nacionales, quienes necesitarán reemplazar a Jayson Werth; y los Cardenales, de quienes no se esperan que ejerzan la opción del equipo sobre el jardinero izquierdo Matt Holliday.


Joey Votto, 1B Rojos de Cincinnati: Los Rojos están en modo completo de reconstrucción. Un cambio de Votto haría sentido - especialmente si ellos pueden conseguir un gran paquete de prospectos a cambio. Eso sería extremadamente difícil, considerando que todavía le quedan siete años y $192 millones en su contrato (con una opción del equipo para el 2024 por otros $20 millones - con una cláusula de salida por $7 millones). Incluso si su equipo no ejerce la opción, él jugaría los últimos dos años de contrato a los 38 y 39 años. Sin embargo, si los Rojos están dispuestos a asumir una cantidad importante de dinero en la parte final del contrato, ellos podrían encontrar a alguien dispuesto a hacer la transacción en los Azulejos o los vigilantes. Votto, nativo de Toronto, encajaría a perfección en la alineación de los Azulejos si ellos no firman de vuelta a Encarnación o Bautista. Su bate zurdo ayudaría a balancear mejor la parte media de la alineación, y él encajaría muy bien entre Josh Donaldson y Troy Tulowitzki en una alineación reconstruida para el 2017. Mientras tanto, los Vigilantes estarán cobrando el dinero del seguro por Prince Fielder, cuya carrera ha terminado, y su otro inicialista ahora mismo, Mitch Moreland, está pautado para convertirse en agente libre.


Carlos González, OF, Rockies de Colorado: González ha sido mencionado en rumores de cambios durante los últimos dos años, y eso no va a cambiar en esta temporada baja. Podría convertirse en agente libre al final de la temporada 2017, y no parece que haya conversaciones para una extensión de contrato ahora mismo entre los Rockies y él. Con la aparición del novato David Dahl y el continuo desarrollo de Charlie Blackmon, ambos jardineros, haría sentido de béisbol para los Rockies el cambiar a CarGo, especialmente si ellos logran conseguir un paquete de pitcheo como el que lograron por Tulowitzki hace un año.


José Quintana, LHS, Medias Blancas: Es poco probable que los Medias Blancas cambien a Sale y a Quintana, pero por lo menos uno de los dos se tiene que ir si esperan reconstruirse apropiadamente. Si ellos no logran el paquete de prospectos que ellos quieren por Sale, ellos podría decidir que la mejor oferta que logren por Sale sería lo suficientemente buena por Quintana; el equipo que intente conseguir a Sale podría terminar aceptando un cambio por Quintana. De cualquier modo, los equipos estarán haciendo fila por ambos, incluyendo los Yankees, Vigilantes, Astros, Medias Rojas, Cardenales y Dodgers.


Jake Odorizzi, RHS, Rays de Tampa Bay: Los Rays han mejorado su alineación al conseguir en cambio bates de poder como Steven Souza Jr., Corey Dickerson y Matt Duffy. Pero su trabajo está lejos de completarse; ellos necesitan uno o dos bateadores para el medio de su alineación. Salir de otro lanzador abridor mediante cambio no es algo ideal - ellos cambiaron a Matt Moore en la fecha límite de traspasos directos - pero podría ser la única forma realista de que los Rays, con presupuesto limitado, puedan armar una mejor alineación.

Todd Frazier, 3B Medias Rojas: Frazier será agente libre luego de la temporada 2017. A menos que los Medias Blancas decidan darle un contrato multianual, el cambiar a Frazier en esta temporada baja es la movida más lógica. Los Mets son un destino ideal para Frazier, ya que sería un reemplazo sólido para David Wright. Otro posible destino serían los Gigantes, quienes necesitan fortalecer su alineación con otro bate de poder.
ORLANDO, Florida -- Si el reporte de prensa es cierto, y no hay razón para pensar que no lo es, entonces los Bravos de Atlanta no solo fueron injustos, sino que incluso tuvo mala suerte -- o poca clase, dirían en República Dominicana -- en el manejo del despido del manager Fredi González.

Horas después de que Atlanta anunciara que había decidido cancelar a González el martes, el periódico The Atlanta Journal-Constitution reportó que el caballeroso cubano se enteró de la noticia por un correo electrónico recibido la noche anterior, presumiblemente de una aerolínea o el servicio de reservaciones que usa el equipo, donde le notificaban que estaba lista su reservación para regresar de Pittsburgh a Atlanta al día siguiente. ¡PLOP!

González no es el primer dirigente que pierde su trabajo por el mal desempeño de sus jugadores en el terreno ni tampoco será el último. Es ley de vida en los deportes profesionales. Pero incluso en situaciones extremas, el proceso de despedir a una persona con semejante puesto es algo que se maneja con alto grado de delicadeza y un estandarizado mecanismo profesional.

En el caso de González hubo un fallo, que bien pudo ser del gerente general John Coppolella o del secretario de viajes o de algún asistente de menor categoría, pero eso es irrelevante para el caso. Al final, la culpa es de la organización llamada Atlanta Braves Baseball Club.

Imaginen la escena: González, un hombre de 52 años con casi tres décadas dirigiendo y una reputación de profesional íntegro, mirando su teléfono después de una derrota 8-5 ante los Piratas -- que puso el récord general de Atlanta en 9-28-- para enterarse que ya tenía un vuelo comprado para regresar a casa al día siguiente, mientras su equipo seguirá jugando en Pennsylvania hasta la próxima semana, sin que ningún superior le haya informado oficialmente la noticia. "¡Trágame tierra!".


VIOLENCIA EN EL TERRENO

Hablando de manejo de situaciones, ahora que Grandes Ligas tiene una política para manejar casos de violencia doméstica de los jugadores cuando están fuera del estadio, el comisionado debería replantear algunos aspectos del código disciplinario para castigar las agresiones en el campo. Después de todo, violencia es violencia, sin importar el escenario o víctimas.

No estoy diciendo que una pelea entre dos jugadores en medio de la calentura de un partido importante tiene la misma dimensión del ataque de un atleta a sus familiares o conocidos, pero no estaría de más que las sanciones por usar violencia exagerada o poco común estuvieran escritas y sean conocidas por los jugadores.

El béisbol se vende como un pasatiempo familiar y aunque algunos no lo crean, un episodio de ira transmitido por televisión y recreado millones de veces en las redes sociales, podría tener un impacto negativo mucho mayor al de una discusión de pareja en la habitación de su casa.


EL ADIÓS DEL PAPI

Debido a que David Ortiz está teniendo un gran arranque de temporada, un coro de voces se ha levantado para pedir al popular "Big Papi" dominicano de los Medias Rojas de Boston que desista de su idea de retirarse del béisbol cuando concluya el torneo del 2016.

Ortiz, un gran candidato al Salón de la Fama de Cooperstown cuando sea elegible para aparecer en la boleta, anunció en noviembre pasado que no planeaba jugar más allá de la actual temporada debido, principalmente, a lo doloroso que se ha convertido para sus talones el estar en el terreno de juego.

La noticia no fue buena para los aficionados de los Medias Rojas. Ortiz, quien cumplía 40 años el día del anuncio, venía de batear 37 jonrones y empujar 108 carreras en 146 partidos. Imaginen cómo se sentirán esos aficionados, ahora que Papi batea .311 y lidera el club con 10 jonrones, 16 dobles y 33 remolques en los primeros 39 encuentros de la campaña y que de paso se unió a Hank Aaron y Barry Bonds como los únicos jugadores de la historia con 600 dobles y 500 jonrones.

Ortiz es un ocho veces Todos Estrellas con cerca de 1,700 carreras impulsadas y tres anillos -- los únicos que ha ganado Boston desde la Primera Guerra Mundial -- en sus manos.

La experiencia, sin embargo, nos ha enseñado que una asombrosa mayoría de grandes jugadores se convirtieron en pesadas cargas para sus equipos e incluso fueron silbados por sus fanáticos al final de sus carreras. Los fanáticos son ingratos y de memorias cortas cuando el standing no favorece a los equipos que aman.

Si Ortiz tiene la oportunidad de ser uno de los pocos grandes atletas que se retiran por todo lo alto, en buena forma deportiva y en armonía con sus seguidores, entonces que así sea. Los mismos que le imploran que se quede, son los mismos que le maldecirán si intenta pelear, y fracasa, contra las inexorables manecillas del reloj.

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ORLANDO, Florida -- Por segunda vez en su carrera, el cubano Fredi González paga los platos rotos del mal desempeño de equipos que no tenían nóminas para competir.

Los Bravos de Atlanta, el equipo con la peor marca (9-28) de Grandes Ligas, despidió el martes a González y nombró en funciones interinas a Brian Snitker, quien se desempeñaba como dirigente de la sucursal AAA. El también cubano Carlos Tosca, asistente y confidente de González, también fue liberado.

Ahora las ligas mayores del béisbol, cuyos 30 rosters están conformados por cerca de un 30% de jugadores hispanos, no tienen a ningún dirigente latinoamericano.

En el 2010, González fue dejado libre por los Marlins de Miami cuando tenía foja de 34-36 en los primeros 70 encuentros de la campaña. La marca general del cubano de 52 años es de 710-692 (.506) en 10 años como capataz en las ligas mayores.

Aunque el despido de González en Atlanta no es sorpresivo -- es lo que hacen todas las organizaciones profesionales que están jugando mal para dar la impresión de estar trabajando en busca de soluciones para cambiar la situación -- no deja de ser injusto.

La misma directiva de Atlanta reconoció desde los campos de entrenamientos que no tenían grandes aspiraciones para competir en el 2016 -- y para muchos tampoco en los próximos dos años -- después de los movimientos que realizaron para rejuvenecer su personal, en ruta a la apertura de un nuevo estadio en abril del 2017.

Los Bravos, que salieron en los últimos años de los jardineros Justin Upton y Jason Heyward, el torpedero Andrelton Simmons y los lanzadores Craig Kimbrel y Shelby Miller, van de últimos de las ligas mayores en carreras (114), extrabases (68) y jonrones (11) y penúltimo en bateo (.229) y OBP (.292) y su pitcheo es undécimo en efectividad (4.49) en la Liga Nacional.

Despidiendo a González, un hombre de béisbol formado en la organización, los Bravos mandan el mensaje de que no creen que estuviera haciendo lo suficiente con el material que le entregaron. Ese es el mismo capataz que con un buen equipo ganó 94 y 96 partidos, respectivamente en 2012 y 2013, y tuvo récord general de 434-413 con el club.

Otro aspecto a tomar en cuenta con la decisión es la composición de la oficina central. El presidente del club, John Hart, y el gerente general John Coppolella, nombrados después de la temporada del 2014, encontraron a González en su cargo y aunque fueron los que extendieron el contrato del cubano y su staff por un año (hasta el 2016), en realidad nunca ofrecieron garantías al capataz.

Mientras es comprensible que un dirigente con mal récord y que no fue firmado por sus actuales jefes pierda el trabajo en las ligas profesionales, en cierta forma el despido de González por parte de los Bravos deja el mismo mal sabor de su salida de Miami.

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Por caprichos del destino y del calendario de Grandes Ligas, ni Zack Greinke ni Clayton Kershaw están programados para subir al montículo durante la primera visita de Diamondbacks de Arizona a Dodger Stadium, del martes al jueves, que marca el inicio de la temporada en casa para Dodgers de Los Ángeles.

Los Dodgers, que juegan la temporada #134 de su historia, comenzarán su año #59 en Los Ángeles buscando ser el primer equipo que gana cuatro títulos consecutivos de la División Oeste de la Liga Nacional, creada en 1969. Los Angeles tuvo 4-3 en su gira de siete juegos por San Diego y San Francisco, mientras que Arizona terminó con 2-5 ante Rockies de Colorado y Cachorros de Chicago.

Los Dodgers jugaron en Brooklyn, Nueva York, desde su fundación en 1884 hasta 1957. Se mudaron a California para la temporada de 1958, junto a los Gigantes, sus vecinos niuyorkinos.

Kershaw está programado para abrir el viernes en casa en el inicio de la serie contra los Gigantes de San Francisco, a quienes enfrentó en su salida anterior, el sábado en AT&T Park. Greinke lanzará ese mismo día contra los Padres de San Diego en Petco Park. En la Serie Arizona-Los Ángeles se enfrentarán Patrick Corbin a Kenta Maeda, el dominicano Rubby De la Rosa a Alex Wood y Robbie Ray con el novato Ross Strippling.

Greinke firmó con Arizona por seis años y $206,5 millones de dólares, tras aprovechar una cláusula en su contrato con los Dodgers que le permitía declararse agente libre. El derecho de 32 años tuvo marca de 51-15 y efectividad de 2.30 en tres temporadas con los Dodgers, incluyendo un glorioso 2015 (19-3, 1.66 y 225 ponches en 222.2 entradas) en el que terminó segundo, detrás de Jake Arrieta, de Cachorros, en la carrera por el premio Cy Young de la Liga Nacional.

Kershaw y Greinke formaron una de las mejores parejas de abridores de todos los tiempos. Mientras Kershaw ganó dos de sus tres premios Cy Young y acudió a tres Juegos de Estrellas, Greinke estuvo en dos partidos de estelares y conquistó dos Guantes de Oro y un Bate de Plata. Mientras duró, el dúo tuvo marca de 104-34, efectividad de 2.10 (296 CL en 1,269.2 IL) y 1,327 ponches.

Greinke y Kershaw tendrán varias oportunidades de verse frente a en un mismo partido más adelante en la temporada. Los Dodgers estarán en Phoenix del 13 al 15 de junio, del 15 al 17 de julio y del 15 al 18 de septiembre, mientras que los Diamondbacks volverán a Los Angeles del 29 al 31 de julio y del 5 al 7 de septiembre.

LA CEREMONIA

Los Dodgers anunciaron el lunes que su estadio, con capacidad para cerca de 56 mil personas, está vendido para el día de apertura, lo que es una tradición en Los Ángeles. La temporada pasada, los esquivadores encabezaron las ligas mayores con 3 millones, 764 mil,815 fanáticos (46,479 por juego) en casa. En sentido general, 40,502 aficionados por juego fueron al parque a disfrutar los 162 encuentros de los Dodgers en todos los Estados Unidos.

La ceremonia inaugural, que por sexto año consecutivo rendirá tributo a los hombres y mujeres de la nación que sirven en las fuerzas armadas, tendrá al legendario narrador Vin Scully haciendo el lanzamiento ceremonial de la primera bola. Scully, un miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, estará en su 67ma. y última temporada como narrador de los Dodgers.

Los Dodgers informaron que las puertas del estadio abrirán desde las 10:00 am, tres horas y 10 minutos antes del primer lanzamiento. La ceremonia inaugural arrancará 55 minutos antes del juego.

AVENIDA SCULLY

Los Dodgers y la ciudad de Los Angeles realizaron una ceremonia el lunes para dejar inaugurada de manera formal la nueva Avenida Vin Scully Avenue frente al Dodger Stadium. La propuesta para cambiar el nombre de "Elysian Park Avenue" a "Vin Scully Avenue" fue aprobada el pasado viernes por el municipio, luego de ser introducida por el concejal del Primer Distrito, Gil Cedillo.

En el acto de renombramiento de la vía estuvieron presentes Scully y su esposa Sandi; el narrador en español de los Dodgers y miembro de Cooperstown, Jaime Jarrín; el presidente de los Dodgers, Stan Kasten; el alcalde de Los Angeles, Eric Garcetti, Cedillo y otras importantes personalidades.

"Vin es tanto una parte de la estructura de los Dodgers como los atletas cuyas hazañas ha descrito para el deleite de los aficionados durante casi siete década. "Es apropiado que la avenida que conduce al estadio donde tanto de ese drama se ha desarrollado lleve su nombre", dijo Kasten.

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Olvídense de la nómina más cara del béisbol, que ha convertido a Dodgers de Los Ángeles en los nuevos Yankees.

Tampoco tengan mucho en cuenta la suerte de los años pares, que ha visto coronarse a los Gigantes de San Francisco en las Series Mundiales del 2010, 2012 y 2014.

El equipo que está listo para el salto en el 2016 por la división Oeste de la Liga Nacional es el de los Diamondbacks de Arizona.

La firma del derecho Zack Greinke por 206 millones de dólares le da un líder indiscutible a una rotación que deberán integrar además Shelby Miller, llegado por vía de canje, Patrick Corbin, Robbie Ray y el dominicano Ruby De La Rosa.

El bullpen también se reforzó con la contratación del agente libre Tyler Clippard, para sumarse a Daniel Hudson y el cerrador Brad Ziegler, salvador de 30 partidos en el 2015.

Además, cuentan los Diamondbacks en sus filas con el prometedor cubano Yoan López, quien podría hacer su debut en las Mayores en el 2016, ya como abridor, ya en funciones de apagafuegos.

Con una rotación sólida y un bullpen reforzado, los Diamondbacks necesitan de apoyo ofensivo para revertir el récord de 79-83 del 2015.

El hombre en torno al cual se construirá la alineación es el primera base Paul Goldschmidt, un perenne candidato al premio de Jugador Más Valioso en la Liga Nacional.

Los tres jardineros, el cubano Yasmany Tomás en el izquierdo, A.J. Pollock en el central y el venezolano David Peralta en el derecho, deben ser tres puntales alrededor de Goldschmidt.

Tomás, quien recibió un contrato de 68.5 millones antes de la pasada campaña, no cumplió todas las expectativas en su año de novato, en parte por iniciar como antesalista, posición que nunca logró dominar. Ahora llegará sin esa preocupación y deberá enfocarse en aumentar su producción ofensiva, acorde con su salario.

El cuadro interior también se reforzó con la llegada del dominicano Jean Segura, canjeado desde los Cerveceros de Milwaukee.

Segura, de 25 años, es un jugador que todavía no ha explotado al tope de su potencialidad. Arizona podría beneficiarse de ese pico aún por llegar.

Las dudas del equipo están en la antesala, que debe ocupar Jake Lamb, y la intermedia, dominada por Chris Owings.

En el caso de Owings, ofrece seguridad defensiva, pero Lamb no ha mostrado el poder requerido para su posición. Es entonces que podría aprovechar su oportunidad Brandon Drury, clasificado quinto entre los prospectos de la organización.

El catcher dominicano Wellington Castillo tendrá por su parte la tarea primordial de conducir a un cuerpo de pitcheo experimentado y que lo catapultará a la titularidad en el equipo de su país que defenderá la corona en el IV Clásico Mundial de Béisbol del 2017.

En dependencia de cómo marche la primera mitad de la temporada, la gerencia encabezada por Tony LaRussa y Dave Stewart, moverán piezas para rellenar los huecos que aparezcan en el camino, en busca del salto que lleve al equipo hacia la postemporada por primera vez desde el año 2007.

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El corazón de todos los partidos de las Grandes Ligas son aquellas batallas individuales que tienen lugar a 60 pies y 6 pulgadas de distancia, por lo menos un par de cientos de veces cada noche. Aquí están 10 de los duelos más interesantes que conviene prestarle atención, cuando definitivamente no vas a cambiar de canal.

1. Bryce Harper contra la rotación de los Mets

Harper destruyó a sus oponentes del Este de la Liga Nacional la temporada pasada en su camino a la consecución del premio de Jugador Más Valioso... excepto los Mets, así es. Contra los desventurados Bravos, Marlins y Filis bateó .344 con 21 jonrones en 54 juegos. Contra los Mets bateó .254 con cuatro cuadrangulares en 18 partidos, con uno de los cuadrangulares logrado en la serie de fin de temporada que ya no tenía sentido entre los clubes. El duelo a seguir: Harper lleva de 20-0, con siete ponches, en su carrera contra Matt Harvey. Él fue mejor contra Jacob deGrom (18-7, .389, 1 HR) y Noah Syndergaard (9-3, .333). Harper no luchó exactamente contra bolas rápidas de alto octanaje en 2015 - él bateó .310/.479/.507 contra las rectas de más de 95 mph, pero aplastó la velocidad de 94 mph o menos, conectado para .395/.521/.882. Se espera que los 'tres de Mets' lo desafíen con bolas duras en la zona interior.

2. Mike Trout ante Félix Hernández

Trout ha estado en la liga sólo cuatro temporadas completas pero esos dos ya se han enfrentado 72 veces en las 21 aperturas que ha realizado Hernández contra los Angelinos en esos cuatro años. Hasta el momento todo ha sido para Trout: .354/.389/.646 con cuatro jonrones en 65 turnos al bate. Saca el 7-1 de Trout en 2011 y su promedio sube a .379. Trout conectó dos cuadrangulares a Hernández en 2015, incluyendo uno en una memorable batalla de ocho picheos en su primer partido de la temporada.

3. Buster Posey versus Clayton Kershaw

La versión de la Liga Nacional de Trout vs. Hernández, excepto que en este caso el picher ha sacado la mejor parte. Posey se ha enfrentado a Kershaw 79 veces, pero está bateando apenas .224 /.253/.329 en su contra, con dos cuadrangulares y 16 ponches. Pero Posey tuvo un poco más de éxito en el año 2015, pasando de 16 a 6, incluyendo un jonrón en abril.

4. Yasiel Puig versus Zack Greinke

O, en realidad, Greinke contra todos los Dodgers. Pero esta es la batalla individual más intrigante, tanto como Greinke y Puig no fueron exactamente los mejores amigos de acuerdo al libro de Molly Knight "The Best Team Money Can Buy" (El mejor equipo que el dinero puede comprar). Greinke a golpeó a 14 bateadores las últimas tres temporadas, por lo que los va a separar del plato de vez en cuando.

5. Miguel Cabrera ante Chris Sale

Cabrera se ha convertido en el maestro artesano en el plato, ganando su cuarto título de bateo en cinco temporadas con una marca de .338 en 2015. Su poder ha disminuido las últimas dos temporadas debido a las lesiones, pero tal vez un saludable Cabrera vuelva a ser la amenaza de 40 cuadrangulares. Sale viene de 274 ponches en apenas 208 entradas. Hasta el momento, su historia ha sido un Sale en su mayoría poniéndole mucha atención a Cabrera, quien está bateando .242/.405/.424 en contra de Sale con dos cuadrangulares, pero nueve bases por bolas en 42 apariciones en el plato. Tal vez Sale es consciente de lo que Cabrera ha hecho en contra de otro as de la División Central: Miggy está bateando .571 con cinco jonrones en 34 turnos al bate contra Corey Kluber.

6. Los toleteros de Blue Jays contra los relevistas de Yankees

Debe haber muchos momentos intensos al final del partido cuando los Azulejos enfrenten al trío de relevistas yankees Dellin Betances, Andrew Miller y Aroldis Chapman. Para el registro, he aquí cómo a los grandes bateadores de Toronto les fue en contra de bolas rápidas de 95 mph o más en 2015:

Josh Donaldson: .339/.443/.768
José Bautista: .328/.432/.776
Edwin Encarnación: .232/.300/.377
Troy Tulowitzki: .189/.259/.396
Russell Martin: .222/.321/.444

Buena suerte tratando de tirar una bola rápida para pasar a Donaldson o Bautista si están detrás en el conteo. Ellos calificaron cuarto y segundo lugar en las mayores en wOBA contra picheos de 95 mph o más (Eric Hosmer de Kansas City ocupó el primer lugar y Shin-Soo Choo de los Vigilantes fue tercero).

7. Bateadores de los Cardenales versus Jake Arrieta

Es posible que los cuatro o cinco juegos que comience Arrieta contra los Cardenales podrían ser el factor decisivo en la División Central. Por los Cachorros, tal vez Joe Maddon varíe su rotación para obtener seis aperturas de Arrieta contra San Luis. En ocho aperturas en las últimas dos temporadas, Arrieta tiene 1.86 de efectividad contra los Cardenales y ellos le han bateado .208. Sin embargo, él también ha promediado sólo seis entradas por apertura y no lanzó más de siete entradas en sus cuatro aperturas contra ellos en 2015. Clave en los enfrentamientos: Matt Carpenter tiene de 19-1 en contra de él (aunque con cinco bases por bolas) y Matt Holliday lleva 17-2.

8. Paul Goldschmidt versus Madison Bumgarner

Goldschmidt domina a Tim Lincecum - .536, siete cuadrangulares en 28 turnos al bate- pero también le fue bastante bien contra Bumgarner, el lanzador que ha enfrentado con mayor frecuencia en su carrera. Está bateándole .316/.426/.579 con dos cuadrangulares y tantos boletos como ponches, incluyendo una marca de 13-7 con tres extrabases en 2015.

9. Kris Bryant versus Gerrit Cole

Poder contra poder de dos de las estrellas emergentes del juego. Ellos se enfrentaron 14 veces en la temporada de novato de Bryant y firmaron un empate: Bryant se fue de 11-3 con tres bases por bolas, pero seis de sus ocho outs fueron ponches. La velocidad por encima de 90 mph de Cole no intimida a Bryant, que bateó .317/.404/.585 contra rectas de 95 mph o más y fue especialmente eficaz contra las rectas pegadas. Cole lanza slider, curva y cambio de velocidad junto con su recta de cuatro costuras y la de dos costuras. Espere un montón de sliders contra Bryant, su mayor debilidad estuvo cubriendo la parte exterior del plato. Bateó para .250 con un promedio de 42 por ciento de ponches frente a sliders.

10. David Ortiz versus todos los que enfrente

La carrera de Big Papi expira en el año 2016 por lo que vamos a disfrutar de todos sus turnos al bate. Se enfrentó a Roy Halladay la mayoría de las veces en su carrera y golpeó .273 con seis jonrones, la mayor cantidad contra cualquier lanzador. Cinco lanzadores que ha enfrentado ya están en el Salón de la Fama (Randy Johnson lo dominaba pero el jonroneó una vez a Pedro Martínez, Greg Maddux y John Smoltz). Se fue de 8-4 en contra de Seth McClung -los cuatro hits fueron jonrones. Mike Mussina lo ponchó el mayor número de veces, 27 veces en 83 apariciones en el plato (Ortiz bateó .243 con cuatro cuadrangulares ante él). Ha bateado apenas .154 con un cuadrangular 52 turnos al bate contra Bartolo Colón. Los Medias Rojas y los Mets no juegan entre sí por lo que es probable que esos números se mantengan.

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¿Quiénes tendrán la mayor presión en el 2016?

FECHA
29/12
2015
por Buster Olney, Escritor Senior de ESPN.com
El antiguo lanzador de los Yankees, David Cone, experimentó algunos de los peores fracasos y más grandes éxitos en su paso por ambos equipos de Nueva York, convirtiéndolo en un gran recurso de perspectiva. En los playoffs de 1988, fue el autor anónimo de una columna que inspiró el resurgimiento de los Dodgers, y más tarde con los Mets, fue la figura central en una jugada que formaría parte del video de errores más grandes en la historia del béisbol.

También fue líder de posiblemente el más grande equipo de todos los tiempos, los Yankees de 1998, y en 1999, Cone lanzó un juego perfecto. Así que, cuando se dirigía a los jugadores más jóvenes, Cone les daba el mejor consejo (y esperamos que la Asociación de Jugadores y algunos equipos se beneficien de eso, en sus programas de desarrollo de jugadores) y decía esto sobre la presión: significa que los fans se preocupan por ti.

¿Los abucheos? Así demuestran su preocupación. Quieren que ganes, explicaba, están esperando que triunfes, pero cuando pierdes, esta es la manera en la que expresan lo mucho que se preocupan.

Decide por ti mismo si esto es verdad o si en realidad es un truco de Jedi necesario para compartimentar las respuestas negativas. Mientras tanto, te presentamos nuestra lista anual de las personas del mundo beisbolístico que estarán sometidas a terrible presión durante la próxima temporada.

1. David Price, Medias Rojas de Boston: El zurdo obtuvo la mayor cantidad de dinero garantizada para un lanzador en un contrato, al aceptar el acuerdo de 217 millones de dólares con los Medias Rojas y, a cambio, ha asumido la responsabilidad de dirigir al equipo que ha terminado en el sótano de las últimas dos temporadas de la División Este de la Liga Americana. Price viene de una temporada en la que registró el peor ERA de su carrera, 2.45, con 225 estrocados en 220 1/3 entradas. Pero más allá de la parte deportiva, nunca ha eludido la responsabilidad de ser el mejor lanzador de su equipo; y en Boston, uno de los mercados de béisbol más importantes, el peso de este reto es aún mayor.

2. Andrew Friedman, presidente, Dodgers de Los Angeles: Está en sus segunda temporada completa al frente de las operaciones beisbolísticas de los Dodgers y su trabajo está bajo tremenda vigilancia, por la forma en la que el equipo comprado por el más alto precio y operado con una nómina récord ha sido superado en lo que se refiere a ofertas, en los últimos seis meses. Los Rangers sacaron a los Dodgers de la jugada y contrataron a Cole Hamels en julio, y después los Dimondbacks presentaron una oferta tardía por Zack Greinke; según los informes, los Dodgers también participaron en las negociaciones por Johnny Cueto y Mike Leake, y no consiguieron a ninguno.

Con el tiempo, es posible que se justifique la decisión de Friedman de apartarse de los contratos excesivos. Pero, mientras tanto, los Dodgers deben continuar el negocio de intentar alargar el récord de éxitos establecido bajo el antiguo gerente general Ned Colletti y el manager Don Mattingly, quienes ganaron la División Oeste de la Liga Nacional en repetidas ocasiones: 2013, 2014 y 2015.

Huelga decir que si los Dodgers continúan su relativamente tranquila offseason, los fans del equipo vigilarán de cerca los eventos del 2016. Sin embargo, también lo hará la gente dentro del edificio: desde los jefes de Friedman hasta el lanzador Clayton Kershaw, quien tendrá la oportunidad de optar por rescindir su contrato después de la temporada 2018.

3. Mike Rizzo, gerente, Nacionales de Washington: Comenzando con la decisión de despedir a Matt Williams, el gerente cuidadosamente seleccionado por Rizzo, los ejecutivos rivales han observado cada uno de los movimientos de los Nacionales este verano y han buscado las huellas de los propietarios del equipo, tras una terriblemente decepcionante temporada en el 2015. El cuerpo de lanzadores nunca dominó como hubieran esperado los Nacionales, y a medida que avanzaba el año, las lesiones y los problemas de rendimiento afectaron seriamente la alineación y el bullpen, lo que dio lugar al intercambio de Jonathan Papelbon y la relegación de Drew Storen. A finales del año, la imagen de los Nacionales más célebre fue aquella de Papelbon agarrando a Bryce Harper por el cuello en una pelea en el dugout.

Harper se encuentra entre los mejores beisbolistas, y con Max Scherzer, Stephen Strasburg, Anthony Rendón y ahora Daniel Murphy, Washington tiene un excelente núcleo de jugadores, al tiempo que compite en una liga cargada de equipos que están perdiendo como estrategia o llevando a cabo completas restructuras que han reducido sus presupuestos. Así que los Nacionales podrían recuperarse.

Pero si no lo hacen, como bien lo sabe Matt Williams, el gerente y el gerente general son los responsables.

4. Stephen Strasburg, Nacionales: El próximo otoño será agente libre y, como cliente de Scott Boras, es muy poco probable que llegue a un acuerdo con Washington antes de llegar al mercado. Además, considerando la escasez de lanzadores el próximo otoño, no existe motivo para que no salga a subasta. Strasburg cumplirá 28 años en julio, y Price, Scherzer, Zack Greinke y otros le pueden decir que ser un lanzador de élite de la libre agencia estos días puede ser muy lucrativo.

5. Brett Anderson, Dodgers: Nadie en el béisbol tiene más que ganar con una sólida temporada 2016, que el zurdo de los Dodgers, quien cumplirá 28 años en febrero. Es considerado como un lanzador talentoso, aunque propenso a las lesiones, motivo por el cual los Dodgers le extendieron una oferta calificada a principios de la offseason, y al aceptar el acuerdo por un año, Anderson se consolidará como uno de los mejores y más importantes elementos de la débil clase de agentes libres del próximo otoño. Si completa todas las salidas programadas en el 2016 y lanza a nivel de un Todos Estrellas, podría estar encaminado a ganar muchas decenas de millones de dólares el próximo otoño.

6. Mark Shapiro y Ross Atkins, ejecutivos, Azulejos de Toronto: Stan Kasten, presidente de los Dodgers, habló la semana pasada sobre el control que se tiene sobre los ejecutivos de primera línea, al citar la legendaria línea de Hyman Roth en El Padrino II: "Este es el negocio que hemos elegido." Así que nadie debería sentir pena por Shapiro y Atkins, presidente y gerente general de los Blue Jays, respectivamente, en su primera temporada completa después de su cambio de los Indians a los Blue Jays.

Sin embargo, la presión que recae sobre sus hombros es ridícula y simple, por el contexto desde el que trabajan: o llegan a los playoffs o mueren en el intento.

Ese es el aparente estándar creado por el antiguo gerente general, Alex Anthopoulos, el año pasado, cuando los Blue Jays llegaron a la postemporada por primera vez en 22 temporadas.

Sin embargo, Anthopoulos sorprendió a los Azulejos al marcharse, alegando que trabajar con Shapiro no era adecuado para él. Atkins fue contratado en su lugar y ahora, si los Jays no llegan a la postemporada el próximo año, el desempeño del nuevo gerente general y presidente se comparará con el de Anthopoulos, quien nació y se crio en Canadá y adquirió enorme popularidad gracias a la participación de los Azulejos en los playoffs.

Los Azulejos cuentan con una alineación muy sólida: desde el MVP Josh Donaldson hasta Jose Bautista y el campo corto Troy Tulowitzki, y podrían predominar en la División Este de la Liga Americana; y si lo hacen, entonces Shapiro y Atkins tendrían un pequeño respiro para hacer su trabajo en el futuro, con una franquicia que necesita una inyección de joven talento. Pero si los Blue Jays tienen problemas por cualquier motivo, entonces la directiva deberá tomar la desoladora decisión de si vender a media temporada a agentes libres potenciales, como Bautista y Edwin Encarnación -en el primer año después de Anthopoulos, la directiva fue súper agresiva en los intercambios con vistas a meter a Toronto en la postemporada-.

La situación es absurda y superficial, pero también real. No puedo recordar a ningún otro grupo de directivos asumiendo un cargo en la MLB, con tanta presión inmediata para ganar.

7. Mike Trout, Angelinos de Los Angeles: Albert Pujols se sometió a una cirugía en el pie y los Angelinos no saben con certeza cuándo regresará a la alineación. Así que, aunque Andrelton Simmons indudablemente ayudará en la defensa y como lanzador, la ofensiva, que cayó del primer puesto en carreras anotadas en el 2014 al vigésimo lugar en el 2015, es una verdadera preocupación. Actualmente, hay pocos motivos para que los equipos adversarios traten de llevarse a Trout, cuyos turnos al bate con corredores en posición anotadora cayeron de 118 en el 2014, a 88 en el 2015, aun cuando tuvo más turnos al bate en el puesto número 3.

Los Angelinos deben encontrar la forma de darle mayor protección en la alineación, ya sea antes o después de él. Pero cada vez más, Trout es una isla en medio de una disminuida alineación.

El dueño Arte Moreno ha indicado que ya se realizaron los gastos más importantes del invierno, pero el mercado de bateadores disponibles continúa siendo abundante y, aparentemente, los Angels no parecen tener una solución a largo plazo para el campo izquierdo, al menos aún no. Definitivamente tienen una necesidad en la alineación.

8. Randal Grichuk y Stephen Piscotty, Cardenales de San Luis: La esperanza de los Cardenales antes de la offseason era conseguir a David Price, cuyos lanzamientos podrían disipar las preocupaciones sobre una ofensiva cada vez más disminuida. Sin embargo, Price eligió a Boston y los Cardenales trataron de contratar de nuevo a Jason Heyward, cosa que tampoco pudieron hacer, conformándose con el lanzador Mike Leake.

Dado que Yadier Molina necesitó someterse nuevamente a cirugía del pulgar y Matt Holliday está por cumplir 36 años, la alineación podría ser un problema, como lo fue en ocasiones la temporada pasada. No hay manera de ignorar esta simple verdad: los Cardenales necesitan que Grichuk y Piscotty bateen, y necesitan que bateen mucho, y que generen algo de poder para una alineación que ha sufrido una pronunciada disminución en jonrones en las temporadas recientes. He aquí el total de jonrones de los Cardenales por temporada:

2011: 162
2012: 159
2013: 125
2014: 105
2015: 137

Grichuk, de 24 años, registró 23 dobles, 7 triples y 17 jonrones en solo 350 apariciones al plato, y Piscotty llegó a media temporada y contribuyó bastante, al batear .305 con siete jonrones en 63 juegos. Heyward ya no está, Jon Jay ya no está, y no hay manera de saber cuántos juegos Holliday y Molina jugarán. Grichuk y Piscotty deben ayudar a guiar la ofensiva.

9. Zack Greinke, Diamondbacks de Arizona: Greinke esperó y esperó a que se concretara una mejor oferta que la propuesta de 155 millones de dólares por cinco años de los Dodgers, así que cuando Arizona presentó una oferta, Greinke (siendo el acumulador de información beisbolística que es) pudo proporcionar una recitación inmediata y completa, no solo del equipo de las Grandes Ligas de Arizona, sino también del sistema de sucursales de liga menor de los Diamondbacks.

Ahora ocupa el primer puesto de una rotación que quedó en el vigésimo tercer lugar en ERA en el 2015 y vigésimo noveno en entradas. Dada su edad y el tamaño de su contrato, las expectativas de los Diamondbacks son claras: fue contratado para ayudar al equipo a ganar ahora. Tan pronto como el 2016.

10. José Fernández, Marlins de Miami: El próximo año será su primera temporada completa desde que se sometiera a una cirugía Tommy John, y ya se habla de sus límites en cuanto a entradas y los planes que los Marlins tienen para él. Si Miami tiene problemas, tendría sentido que fuera nuevamente a probar suerte en el mercado, para ver qué pueden obtener de un lanzador que estará elegible para la agencia libre en el otoño del 2018. Si los Marlins ganan bajo la dirección de Don Mattingly en su primer año, Fernández marcará el camino.

Esto es mucho para un lanzador que cumplirá 24 años en la fecha límite del mercado de intercambios, el 31 de julio de 2016.

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