El que se deje llevar por los fríos números podrá pensar que el 2 a 0 al Espanyol es un resultado ajustado. Error. Fue tan generoso el Real Madrid con el espectáculo como con el adversario. Sí, pudo meterle cinco, pero por una cosa (errores en la definición de Guti) u otra (Raúl estuvo desaparecido) cerró la cuenta en dos.

La fiesta en la capital española arrancó desde temprano. Había ansiedad por ver cómo pasaba la revisación médica Ronaldo y el doctor Alfonso Del Corral dio el OK, aunque aclaró que la rodilla estaba "delicada" e iba a haber que cuidarla. Más tarde la presentación en la cancha enfundado todo de blanco. La gente empezaba a delirar.

A la noche tocó fútbol. Pero antes de meterse en el Santiago Bernabéu, los hinchas prefirieron esperar la llegada del nuevo crack. Quince minutos antes de que empezara el partido tuvieron su premio. Ronaldo, de excelente humor, saludó y se fue directo al palco. Desde ahí vio la exhibición de su nuevo equipo.

Tardó en ponerse en marcha el Real Madrid. Pero cuando lo hizo, a partir de la media hora, no volvió a bajar el ritmo. Y todas esas "bestias futbolísticas" jugando a gran velocidad y con sentido colectivo son demasiado para cualquier rival.

Además de Ronaldo, el Real Madrid fichó a Esteban Cambiasso, que por más que pertenecía al club, después de tantos préstamos por Argentina para muchos era como un extraño. Y esos muchos descubrieron a un jugadorazo. Capaz de quitar con elegancia y jugar con inteligencia. El Cuchu fue el socio de todos, pero especialmente el de Zidane y el de Roberto Carlos. Mientras tanto, Luis Figo volvía a jugar como en los buenos viejos tiempos: abierto en la derecha y listo para desnivelar.

Con tanto poderío el Madrid fue un vendaval. Sólo le faltó reflejarlo en la red un poco más. Pero para eso estará Ronaldo…

BARCELONA, A MEDIAS
Que quede claro: el Barcelona mereció ganar. Algunas pruebas. Luis Aragonés, técnico del Atlético de Madrid, reconoció: "Por ocasiones ellos pudieron llevarse el partido". Y los diarios deportivos de Madrid titularon con "Vaya puntazo".

Pero el déficit del conjunto catalán estuvo en la definición, justo cuando el debate sobre si hay que traer un nueve o no está más caliente que nunca. Patrick Kluivert, obvio, dice que no es necesario y que ya está harto de los rumores, pero… la pelotita hay que meterla. Lo mismo cabría para Javier Saviola, quien tuvo un par de oportunidades que desaprovechó.

También hay que darle su mérito a Germán Burgos. El arquero argentino volvió a demostrar que se agranda en las grandes citas (el único que no se dio cuenta fue Marcelo Bielsa, que lo dejó de suplente en el Mundial) y fue la figura de su equipo.

Con el esquema táctico por delante de las individualidades el Barcelona regaló momentos de muy buen fútbol. El segundo gol de Luis Enrique (también metió el primero) fue una pequeña muestra: 16 toques consecutivos sin que el Atlético pudiera robarla y conclusión con una doble pared.

Sin embargo, cuando el partido empezaba a consumirse, el Barca se atascó y el Atlético sacó una fuerza que parecía no tener. Para ese momento, Van Gaal ya se había ganado el odio de los hinchas por poner a Juan Román Riquelme sólo para los últimos diez minutos y encima reemplazando a Saviola. El uruguayo Fernando Correa esperó en el segundo palo una dejada de cabeza del chico Fernando Torres y fusiló a Valdés. Fue el inesperado e injusto empate.

Al Barca, o mejor dicho a Van Gaal, debería servirle el partido de lección. Porque el sistema es muy importante, sí, pero cuando de vez en cuando no funciona es bueno tener en la cancha a un jugador como Riquelme, que es capaz de resolver el entuerto solito. No es lo que piensa el holandés. Por ahora…

ATENCION CON EL BETIS
Ya avisábamos desde estas páginas que el Betis podía ser la sorpresa del torneo. Sin embargo, después de lo que hizo en La Coruña pasó a ser una realidad.

¿Y qué hizo? Bailó al Deportivo, nada menos. Los gallegos no suelen perder más de dos partidos en el año como locales. Pero no sólo perdieron, sino que por momentos fueron humillados. El Betis basó su victoria (2-4) en una gran tarea de conjunto y en dos individualidades que estuvieron espléndidas: Joaquín fue un demonio en la banda derecha e hizo lo que quiso con su marcador.

Y Marcos Assuncao fue un león en el medio pero también llegó. Clavó el primero con un zurdazo al ángulo y mostró su talento para las pelotas paradas: mandó tres tiros libres al travesaño. En un partido peleado, los hinchas del Betis se habrían querido matar, pero como lo tenían todo resuelto, ante cada tiro se multiplicaban las sonrisas.

Al que no le hizo ni pizca de gracia la actuación de su equipo fue a Javier Irureta. "Jugamos demasiado relajados en la primer media hora, con mucha falta de atención". En la segunda parte, cuando el Betis ya ganaba 4 a 1, el Depor sacó toda su artillería: Makaay, Tristán y Luque (fichado del Mallorca, a donde fueron a cambio el uruguayo Walter Pandiani y el argentino Turu Flores). Apenas le alcanzó para descontar, porque el Betis estaba muy bien parado y preocupado porque no se le escapara lo que había conseguido con tanto fútbol.

Tras el receso de este fin de semana (arrancan las eliminatorias para la Eurocopa), el Betis tendrá otra gran prueba de fuego: recibirá al Real Madrid. Se viene fútbol del bueno…

EL CAMPEON EN SU ESTILO
Podríamos quejarnos porque el Valencia regala apenas gotitas de fútbol, sobre todo si Pablo Aimar no está muy inspirado. Pero también tiene su mérito ser un equipo reconocible. Y al actual campeón es fácil distinguirlo. No porque use una camiseta naranja fosforescente, sino porque cada pieza encaja y sabe cuál es su misión.

Enfrente tuvo a un Mallorca debilucho, que peleó hasta el final sólo por el ímpetu de Pandiani, que solito fue capaz de poner en apuros a la defensa visitante. El uruguayo se tiene tanta fe en esta etapa que empieza que declaró: "Voy a ser el goleador del torneo". Evidentemente, el Mallorca tendrá que mejorar muchísimo para colaborar con la causa.

Mientras tanto, el Valencia a lo suyo. Encarriló el partido con un tiro del uruguayo De los Santos y lo dejó a punto de caramelo con otro disparo de Baraja. Así acabó con las dudas que se habían generado el día anterior. Rafa Benítez, fastidioso porque sus jugadores no le prestaban mucha atención, decidió suspender la última práctica antes del choque y mandar a todos a la ducha.

El técnico explicó que "era un toque de atención que necesitábamos". La jugada le salió bien y ahora los futbolistas se entusiasman pensando que tal vez repite en todas las semanas por cábala.

DOS DERBIS APASIONANTES
Uno en Andalucía y el otro en el País Vasco. El Recreativo de Huelva había empezado su aventura en la Primera División de gran forma: antes de la media hora le ganaba al Málaga 2 a 0. Pero la experiencia cuenta y mucho. Recientemente clasificado para la UEFA (gracias al triunfo sobre el Villarreal en la Intertoto), los de Joaquín Peiró fueron dando vuelta el partido de a poco de la mano de un brillante Kiki Mussampa. El negrito holandés proveniente de la vieja escuela del Ajax clavó tres tiros adentro y acabó con la ilusión del Recre.

En San Sebastián volvían a verse las caras la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao en el inicio de un torneo. Y acá también hubo un protagonista destacado: Kahveci Nihat. El turco apareció en todo su esplendor cuando el partido estaba 1 a 1 y enchufó un tiro libre y después una brillante definición entre las piernas del arquero del Athletic.

Los de Bilbao amagaron una reacción y descontaron pero otra vez surgió Nihat. Esta vez para servirle un centro a Kovacevic, que éste se encargó de transformar en el 4 a 2. Gabriel Schurrer, que pasó de Las Palmas a la Real Sociedad, tuvo un buen debut. Su mérito estuvo en contagiar a sus compañeros con su carácter.

EL RESTO DE LA JORNADA
Arrancó bien un nuevo proyecto del Celta. "Nuevo proyecto" porque se cambió al entrenador (Víctor Fernández se fue al Betis y llegó Miguel Angel Lotina, ex del Osasuna), pero como la base de los jugadores es casi la misa, el equipo tuvo señas bastante similares a las que solía mostrar. Tal vez pero menos lujoso, pero tal vez más seguro en defensa.

Fue un choque cerrado contra el Sevilla que resolvió Gustavo López al definir con mucha tranquilidad: se abrió hacia la izquierda para dejar al arquero en el camino y acomodarse para su pierna buena y definió de zurda. Ese gol fue suficiente para empezar a sumar de a tres, aunque a último momento fue necesario que Fernando Cáceres se esforzara al máximo para evitar el empate.

Ay, el Villarrreal… No se apagó todavía la decepción por tropezar en la última ronda de la Intertoto cuando ya tiene una nueva. Dejó escapar una ventaja de dos goles ante el Osasuna y el empate le supo a nada. Martín Palermo sigue con su racha negativa para el gol, aunque esta vez al menos lo buscó. Fueron tres cabezazos que salieron por muy poco.

El Osasuna, por su parte, fue un equipo durante la primera hora y otro muy distinto en los últimos treinta minutos. Ahí fue cuando entraron Pablo García y Gerardo Rivero. Entre el uruguayo y el argentino revolucionaron el partido y dejaron mudo al Madrigal. Javier Aguirre, el DT mexicano del Osasuna, prefirió referirse a los malos momentos y obviar los buenos. "No sé por qué el equipo estuvo tan plano en la primera parte". Respuesta se busca…

En Madrid se vio un choque intenso entre el Rayo Vallecano y el Alavés. Fue 2 a 2 y todos contentos, aunque los locales hicieron algo más por llevarse la victoria. El sábado habían arrancado la Liga el Racing de Santander (recién ascendido) y el Valladolid. Se aburría todo el mundo hasta que en el último minuto David Aganzo (cedido del Madrid) le daba el triunfo al Valladolid, en donde volvió a ser titular Albano Bizzarri, ya que Ricardo, arquero titular, fue vendido al Manchester United.