Nalbandián, que este año ha ganado su primer título en Estoril, en tierra, superó en una lucha casi fratricida a Lapentti, por 6-4, 6-4, 4-6, 4-6 y 6-4 en tres horas y 42 minutos, para convertirse en el primer latinoamericano que llega a esta ronda en Londres, después del peruano Alex Olmedo en 1959.

El discípulo de Gabriel Markus ha superado al gran Guillermo Vilas, último cuarto finalista aquí en 1975 y 1976, y ha roto el signo negativo de todos los latinoamericanos que llegaron a los cuartos desde Olmedo, el brasileño Gustavo Kuerten (1999), el ecuatoriano Andrés Gómez (1984) y el chileno Ricardo Acuña (1985). Todos cedieron en esa ronda trascendental.

Pero a Nalbandián le costó lo suyo ya que la inquebrantable voluntad de Lapentti no fue fácil de doblegar pues el ecuatoriano mostró que su capacidad de sufrimiento es admirable (salvó cuatro bolas de partido en primera ronda contra el británico Jamie Delgado) al recuperar en el tercer y cuarto set una desventaja de 4-1 y ganar las dos mangas.

En la quinta, la seguridad y el acierto de Nalbandián para quebrar al inicio fueron definitivas y tras confirmar su triunfo, David lanzó su raqueta, se revolcó en la hierba y corrió a abrazar a su técnico.

Su rival será como él, una de las sorpresas de este año en Wimbledon y también un novato en estas instancias, Xavier Malisse, con quien no se ha enfrentado nunca, y que se convirtió en el primer belga que alcanza esta ronda aquí desde Paul de Borman en 1904, cuando cayó contra el británico Mayor Ritchie.

Apoyado por su novia Kathie en la grada, Malisse se deshizo del holandés Richard Krajicek, campeón en 1996, por 6-1, 4-6, 6-2, 3-6 y 9-7. Ahora, Malisse, tendrá que cumplir su promesa y cortarse la coleta tal y como apostó si llegaba a la penúltima ronda.

SIN SORPRESAS POR EL OTRO LADO DEL CUADRO
En la parte alta del cuadro no hubo sorpresas y deparará una semifinal de acorde a la importancia del torneo, con dos grandes de hierba: Lleyton Hewitt y Tim Henman.

Hewitt, primer favorito, avanzó por primera vez a esta ronda en Wimbledon al vencer al holandés Sjeng Schalken, por 6-2, 6-2, 6-7 (5-7), 1-6 y 7-5, en un partido en el que el campeón del US Open mostró todo su coraje y también su mal genio durante las tres horas y 51 minutos de lucha.

El juez de silla, el español, Javier Moreno, tuvo que soportar todo un vendaval de insultos del de Adelaida, entre ellos uno que a buen seguro le significará una buena sanción: "Que les jodan a todos", dijo Hewitt enfadado por una decisión arbitral.

El incidente se produjo durante el desempate del tercer set, después de que Schalken había salvado cuatro bolas de partido en el duodécimo juego. Tras conseguir el holandés el 4-2 en el "tie break" en una bola muy dudosa, la ira del jugador de Adelaida se desató contra el español.

Tras perder el primer set en las dos semanas, el juego del campeón del US Open bajó ostensiblemente, y Schalken aprovechó la oportunidad para ganar también el cuarto por 6-1.

Todo parecía a su favor, pues el "aussie" estaba sumido en la desesperación, pero el holandés no supo aprovechar después las mayores oportunidades de su vida para alcanzar las semifinales de un grande, cuando en la quinta manga estuvo dos veces por delante con ruptura (2-1 y 3-2), y tuvo luego dos puntos más para romper de nuevo (4-4 y 5-5). Fue Hewitt, quien se hizo con su saque en el duodécimo para luego golpearse el pecho y gritar por enésima vez su conocido ¡vamos!

Su rival en semifinales será el británico Tim Henman, que por cuarta vez alcanzó esta ronda al vencer finalmente al brasileño Andre Sa en tres horas y nueve minutos, por 6-3, 5-7, 6-4 y 6-3. El de Oxford ya había ganado el primer asalto el miércoles cuando la falta de luz impidió que continuasen.