Cuando Alexa Grasso sometió a Joanne Wood en Columbus el 26 de marzo sabía que había dado un paso importante en el peso mosca del UFC y que no era momento de relajarse.
La llamada llegó semanas después, cuando la mexicana miraba atentamente la cartelera en donde Katlyn Chookagian venció a Amanda Ribas y Viviane Araujo superó a Andrea Lee, ya que sabía que de uno de esos combates podría salir su siguiente oponente.
“La verdad estaba contenta, por algo no dejé entrenar después de mi última pelea. Mi coach de acondicionamiento físico me dijo que solo me iba a recibir si me iba de vacaciones antes, pero le dije que me dejara entrenar porque sentía que algo importante iba a venir”, confesó en entrevista con ESPN Deportes.
El destino la pondría de nuevo ante Araujo, con la que debió pelear en UFC 270 a principios de año, pero la brasileña fue baja por lesión.
“El día que pelearon Araujo y Chookagian le mande un mensaje a Mick Maynard (matchmaker de su categoría), porque ella (Chookagian) me estaba llamando y él me dijo, ‘no yo creo que va a ser contra Araujo’ y le respondí que estaba perfecto, súper bien, porque aparte es una pelea que ya estaba programada y desafortunadamente se lesionó”, comentó Grasso.
La promoción no ha anunciado la sede del combate, pero le informaron a Alexa que serán el evento coestelar, una posición que ha tenido desde su segunda pelea en la promoción.
“Al principio decía: ‘¿Por qué me hacen esto? ¿Por qué me ponen tanta presión?’, pero ahora entiendo que fue porque creen en mí y yo también creo en mí y sé del potencial que tengo”, agregó.
La pelea con Araujo le gusta más ahora que en enero, ya que ambas sumaron experiencia y en su caso, pudo probar que también es capaz de someter a sus rivales y no solo es una amenaza de pie.
“Somos las que estamos más activas, escalando. A mí me encanta este reto, las peleas difíciles, ella es un reto para toda la división. Es cinta negra, es buena con su boxeo, muy agresiva y que mejor contrincante quieres para poner en prueba”, considera la originaria de Guadalajara.
Después de verla ante Lee, se emociona con subir a la jaula: “A mí me gusta ser muy técnica, me gusta hacer todo perfecto, golpe que tiro quiero que conecte exactamente donde lo lance, que sea perfecto. Ya también la pelea en el piso dejó de ser un problema para mí y enfrentar a una cinta negra es algo padre, porque trabajo todos los días con Alessandro (Costa) y Diego (Lopes) que me ponen a prueba en cada entrenamiento”.
Grasso, de 28 años, se mantiene invicta en tres peleas desde que subió al peso mosca y considera que Taila Santos puede ser una rival complicada para la campeona Valentina Shevchenko en UFC 275, sobre todo por el poder de la brasileña. Suceda lo que suceda en Singapur, ella quiere estar preparada para el momento en que sea considerada retadora.
“Si no estás entrenando y proponerte a llegar al campeonato, ¿qué estás haciendo? Es la meta de todo atleta, llegar al campeonato. A mí si me toca en la siguiente o en la próxima o en las otras dos, voy a estar lista. Afortunadamente me gusta entrenar” explicó.
El campamento lo realizará como tradicionalmente lo hace, bajo el mando de Francisco Grasso en Lobo Gym de Guadalajara y se enfocarán en entrenar con zurdos, pues la guardia heterodoxa de Araujo impone respeto.
“Pancho es increíble, me sorprende como puede leer el plan de juego de las rivales y tiene una inteligencia para leer la pelea que me parece increíble. Yo confío en que vamos a tener un plan muy bueno”, compartió.
En la misma cartelera se espera el debut de la peleadora de Rosarito, Baja California, Yazmín Jaureguí, quien publicó en sus redes sociales que estaba emocionada por compartir el escenario con ella, algo que también ilusiona a la jalisciense.
“Yo me siento bien padre de ver a más mexicanas en UFC. Conocí a Yazmín cuando estaba bien chiquita, cuando fui a hacer un campamento de jiujitsu en Entram, y ahora verla está súper fuerte, ha mejorado mucho”, valoró Alexa.
Tras su victoria ante Wood, la mexicana se metió al Top 5 de las 125 libras, misma posición que llegó a ocupar en el peso paja, donde su último combate fue ante la ex campeona Carla Esparza.