La estrella de los Cleveland Cavaliers, LeBron James, jugó los últimos tres juegos de las Finales de la NBA con una significativa lesión, ''auto infligida'', en la mano derecha, en la derrota en tiempo extra en el Juego 1 en Oakland.
Fuentes dijeron a ESPN que la lesión fue el resultado de un golpe que James le dio a una pizarra en el vestuario después de ese juego.
''Dejo que las emociones den lo mejor de mí, y prácticamente jugué los últimos tres partidos con una mano rota'', dijo James después de la derrota del Juego 4 del viernes contra los Golden State Warriors.
James tuvo dos resonancias magnéticas durante la serie y usaba un yeso suave cuando no estaba practicando o jugando o a la vista de los medios, dijeron las fuentes, para no dar a los Warriors una ventaja competitiva. Apareció con el entesado en su conferencia de prensa después del juego del viernes.
El jugador estelar de los Cavs anotó 51 puntos en el juego, quedando 7 de 16 desde el campo en tiros de 10 pies y más en el Juego 1.
Tuvo dificultades para disparar desde tales distancias en los tres juegos restantes, con un colectivo de 5 de 19. Su distancia promedio de tiro, mientras tanto, pasó de 12.6 pies en el Juego 1 a 10 pies en el Juego 2, 9 pies en el Juego 3 y luego 4.7 pies en Juego 4, de acuerdo con ESPN Stats & Information.
James describió la pérdida del Juego 1 como ''muy emocional'' para él.
''Por muchas razones diferentes'', continuó. ''Entendiendo lo importante que es un juego en el camino para nuestro club de baloncesto, lo que (de ganarlo) hubiera significado para nosotros. La forma en que jugamos, las llamadas que se hicieron a lo largo del juego. Y tuve emociones de que nos quitaron el juego. Tuve emociones de que simplemente no tienes una oportunidad como esta en el camino contra Golden State para poder conseguir un Juego 1''.