CIUDAD DE MÉXICO -- Las sensaciones entre las tres quintetas fueron completamente diferentes después de su expedición a México. Los Chicago Bulls se presentaron como los principales favoritos de los tres visitantes, el Utah Jazz volvía después de 20 años y Orlando Magic, quien apenas vino unos años atrás con Gustavo Ayón entre sus filas, tuvo que remar contracorriente pese a ser ellos los que cedieron los compromisos como locales.
Steve Clifford, coach de la franquicia de Florida, fue claro en su mensaje sobre lo que representó jugar en la Arena Ciudad de México. "Fueron cinco días magníficos y debo decir que las victorias de aquí nos pueden dar un gran impulso por el tipo de batallas que tuvimos, aunque debemos jugar mejor frente a nuestros aficionados de vuelta en Florida" y es que ciertamente esa fue la sensación que dejó en el equipo que se 'robó' las dos victorias en la visita anual a suelo nacional.
La NBA tiene un gran producto en México, los más de 40,000 aficionados en dos noches fueron el fiel reflejo de ello. El Magic, de vuelta en el Amway Center, no tiene ningún juego en la actual campaña en el que hayan atraído a más de 20,000, seguidores, ni siquiera en la noche en que los visitaron LeBron James y Los Angeles Lakers el 17 de noviembre.
Evan Fournier, uno de los jugadores internacionales en estos choques, habló con los medios tras el compromiso y, además de verse sorprendido por la pasión de los aficionados mexicanos, también resaltó el hecho que lograron cambiar un poco el sentir de los fans, al menos en su segunda presentación. "Tuvimos más apoyo esta noche (que ante los Bulls) pese a que nos seguían abucheando desde la línea de tiros libres", pero el semblante general entre los integrantes del Magic era de satisfacción y de una firme convicción que quizá no fue tan mala idea ceder un par de partidos en casa para explotar un nuevo mercado, que está ávido de adoptar a una franquicia como propia.