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Gran apuesta: NBA necesita mejores protocolos de lesiones

El mes pasado, la NBA envió un memo a todos los propietarios de equipo, explicando de forma detallada una serie de nuevas normas relativas a las compañías de apuestas deportivas y empresas relacionadas.

En un reconocimiento de la existencia de la industria de las apuestas, en la última década se han implementado gradualmente varias normas relativas a la transparencia de los árbitros, que van desde el anuncio de las ternas arbitrales por anticipado hasta la publicación de los informes de los últimos dos minutos.

Sin embargo, mientras la NBA se involucra cada vez más en negocios con las casas de apuestas deportivas, la liga aún no ha tomado acciones significativas en lo que respecta a informar la ocurrencia de lesiones.

El tema salió a relucir nuevamente el fin de semana cuando una lesión sufrida en las costillas por la estrella de los Portland Trail Blazers, Damian Lillard, que se mantuvo en secreto pudo haber incidido en su actuación en la cual encestó 5 de 18 de campo en la derrota sufrida en casa en el Juego 3 de las finales de la Conferencia del Oeste, escenificado este sábado.

Lillard sufrió una separación de costilla del lado izquierdo luego que el pívot de los Golden State Warriors, Kevon Looney, cayera sobre éste en el Juego 2 del jueves.

Las normas de la NBA exigen que los equipos anuncien cuando un jugador se encuentra en estatus probable, cuestionable, dudoso o quedaría fuera de acción antes de las 5 p.m. del día previo al partido. La lesión de Lillard fue diagnosticada el jueves por la noche en Oakland, según indican fuentes, más no quedó plasmada en el informe de lesiones. Fue reportada por varios medios de comunicación después del partido del sábado y confirmada por Lillard el domingo.

"Está allí, pero no es algo que afecte lo que estoy haciendo", expresó Lillard, restándole importancia a la lesión. "Obviamente se siente, pero eso es todo".

La lesión sin revelar de un jugador estrella durante una serie de playoffs hizo recordar la lesión sufrida en una mano por LeBron James cuando golpeó una pizarra en señal de frustración después del Juego 1 de las Finales de la NBA del año pasado.

Luego de promediar 35 puntos y un enceste de 55 por ciento en sus primeros 19 juegos de playoffs de la temporada pasada, incluyendo 51 puntos en el Juego 1 de las Finales, el promedio de James bajó a 28 puntos por encuentro y 49 por ciento de enceste después de la lesión. James fue objeto de varias resonancias magnéticas, pero esas pruebas y la lesión en sí no fueron informadas por los Cleveland Cavaliers. Después que el Juego 1 llegó a tiempo extra, los Warriors barrieron a los Cavaliers con un James disminuido en los siguientes tres partidos, ganando por promedio de 17 puntos.

"Básicamente jugué los últimos tres partidos con la mano rota", dijo James.

Es una larga tradición en el mundo del deporte mantener varias lesiones en secreto, especialmente en los playoffs, cuando los rivales potencialmente pueden utilizar la información contra un equipo.

"No estaba consciente de ello", indicó el entrenador de los Blazers Terry Stotts con respecto a la lesión de Lillard, negando que éste conocía el estatus de la salud de su jugador más importante. "No sabía cuánto le molestaba hasta (el sábado)".

Al igual que el caso de James el año pasado, Lillard jugó a pesar de su lesión. Los Cavaliers y Blazers siguieron las reglas. Pero las actuaciones de sus estrellas pudieron haber sido afectadas por las lesiones. Y es allí donde el orden establecido queda en duda, mientras la NBA se encuentra en medio de un cambio de panorama.

Antes del inicio del actual torneo, la NBA firmó el primer contrato de su historia con una casa de apuestas, específicamente con MGM Resorts, conformando una asociación con esta empresa. Parte del convenio incluye que la liga entregue datos en tiempo real para proteger la precisión e integridad de las apuestas.

Se trata de un negocio multimillonario y parte de un esfuerzo más amplio para alentar las apuestas alrededor de la liga. El razonamiento radica en que las apuestas generarán mayor interés, mayor atención y eventualmente, más dinero en la NBA.

Por ello, muchos de los dueños de equipos de liga que ven potencial de crecimiento están asociándose o invirtiendo en compañías de apuestas. Como respuesta, la liga creó una nueva "regla del 20%", en la cual los dueños de equipo no pueden tener una propiedad mayor al 20 por ciento de las acciones de una casa de apuestas deportivas o se verían obligados a excluir a los juegos de su equipo de su terna de partidos a apostar.

A pesar de ello, aún no hay cambios en las normas que obligan a informar de las lesiones, un aspecto fundamental que podría influir en el destino de los partidos de alto interés. Eso es especialmente cierto en los playoffs de la NBA, en los cuales la disponibilidad de un jugador estrella o su estado de salud podría ser un factor importante que incida en el resultado de este.

Existen lagunas significativas. Los jugadores están protegidos por las leyes federales de privacidad. Igualmente, en esta etapa final de la temporada, varios jugadores están lidiando con una serie de lesiones. Algunos jugadores de cada equipo podrían terminar en la lista de lesionados con alguna molestia, que podría esconder lesiones más significativas.

Debido al hecho que es raro que los equipos de la NBA tengan prácticas durante los playoffs, utilizar la participación de un jugador en las actividades en días libres pierde mucho significativo. Caso contrario al de la NFL, que cuenta con una política más exhaustiva sobre lesiones y sus informes de participación en prácticas son ampliamente monitoreados por los apostadores.

Una opción posible es requerir que los equipos revelen los resultados de imagenología de los jugadores de la NBA (sea resonancias magnéticas, ultrasonidos o rayos X). Frecuentemente, los equipos anuncian la práctica de resonancias magnéticas o rayos X y sus respectivos resultados, pero muchos son mantenidos en secreto, como fue el caso con James en las Finales de junio pasado.

No existirían lagunas con respecto a si se practicó alguna prueba y sería una forma de revelar cualquier motivo de preocupación con respecto a una lesión. Por ahora, eso es apenas un concepto muy lejano de convertirse en realidad.

Jeff Sherman, jefe corredor de apuestas de la NBA en el SuperBook de Westgate en Las Vegas, comentó a ESPN que incluso de haberse revelado la lesión de Lillard, éste no habría cambiado la línea de probabilidades para el Juego 3. La mayoría de las casas de apuestas tenían a los Warriors como poco favorecidos entre 2.5 a 3.5 puntos. Westgate también tiene planes de ofrecer la posibilidad de apostar por la actuación de Lillard en el Juego 4 de este lunes.

No obstante, después de la actuación de Lillard y Portland en el Juego 3, las casas de apuestas revirtieron su posición y colocaron a los Warriors como favoritos para el Juego 3. Decir que el estado de salud de Lillard no ha jugado un papel preponderante en esta serie sería ingenuo.

A la hora de analizar estos temas, es claro que el ámbito legítimo del negocio de las apuestas deportivas sigue en estado embrionario. Las ligas profesionales están intentando entender cómo atraer al público apostador y sacar dinero de sus bolsillos al mismo tiempo.

Si bien la NBA ha sido líder de este bravo nuevo mundo en una serie de aspectos, el problema que implica la falta de transparencia con las lesiones representa un verdadero obstáculo a superar.