El rumor recorría las tribunas del estadio aguatero. El regreso de "La Bestia" ilusionaba a la fiel hinchada de Aguada. Leandro andaba por Argentina cuando acá sonaba su nombre. En el ambiente se mencionaba que Aguada, apuntando a su centenario de vida, jugaba todas las fichas a su regreso.
Pero a fines de enero de 2019 el sueño se hizo trizas. En una ruta argentina, un día de lluvia, Leandro García Morales chocó con su camioneta. Las primeras informaciones no eran para nada alentadoras. "Me rompí", dijo el jugador. Pese a ello, unos meses después el rumor se hacía realidad: Aguada cerraba su fichaje por dos temporadas.
Parece mentira pero el camino de Aguada al título estuvo plagado contratiempos. Desde aquel accidente de su jugador emblema a los puntos perdidos por incidentes y una ficha médica vencida, pasando por la paralización del torneo por la pandemia, y finalizando con semifinales y finales de clima caliente con cruce de declaraciones y acusaciones.
A los 15 días de sufrir el accidente Leandro sembraba un manto de dudas sobre su presencia en cancha.
El jugador, en una nota en el programa 100% Deporte, de Sport 890, contó los pormenores del accidente donde falleció una persona.
"Era un día normal. Había llovido un poco, pero más allá de eso era un día como cualquier otro. Son cosas que pasan de un segundo para otro y a veces es muy difícil reaccionar y zafar. No hubo posibilidad de zafar", Leandro agregó que: "En un segundo se me pasó para la otra vía y quedó a contramano. A más de 100 kilómetros por hora es difícil reaccionar y fue imposible chocar de frente. Para mi lado fue una desgracia con un poco de suerte. La otra persona falleció en el choque. Fue un momento bastante feo y una desgracia por lo que pasó", expresó.
El crudo relato de García Morales da cuenta de lo que vivió. "En el momento fue bastante fea la situación por la sangre, pero en realidad no tengo nada grave. Es increíble que esté contando esto si ves el auto cómo quedó. Hay una parte que no recuerdo muy bien, hasta que paró el auto y quedó todo en silencio. Ahí traté de salir del auto pero no perdí el conocimiento”, rememoró.
A la hora de hablar de las lesiones que padeció contó: "Me fracturé una mano en varios lugares y estoy con la rodilla tratando de recuperarme sin tener que pasar por el quirófano. Si me toca hacerlo no sería tan grave, así que la saqué regalada".
La vuelta a casa
El 1º de julio de 2019, sin saber cómo podía llegar a reaccionar luego del accidente sufrido, Aguada confirmó el regreso de La Bestia con un contrato por dos temporadas.
Leandro estaba en plena etapa de recuperación. En Aguada se encontró con un viejo conocido de la campaña de 2013, el profesor Guillermo Souto.
En octubre de 2019 el hombre que había sufrido doble fractura de la muñeca derecha, rotura del ligamento cruzado posterior de la rodilla izquierda, lesiones en el hombro derecho y el tobillo izquierdo, estaba otra vez en la cancha.
En el Antel Arena, con Malvín de rival, apareció la inconfundible camiseta número 11. Los primeros tres triples que lanzó fueron afuera. La gente se miró y dudó. Hasta que apareció y colocó 34 puntos.
Al final declaró emocionado: "Después de mucho tiempo inactivo lo viví con mucho nerviosismo. Tenía muchas ganas de jugar y ansiedad. Ahora estoy muerto de cansado. Hemos hecho una pretemporada muy buena; 12 semanas de pretemporada y tres con el club. Durante el día mucha gente me escribió como si empezara a jugar al básquetbol. Les agradezco a todos".
Pierde puntos
Pero el camino aguatero estuvo minado de espinas. El 14 de octubre de 2019 Sayago visitó la cancha de Aguada y se armó lío en las tribunas.
Todo comenzó cuando un hincha de Sayago pateó un vallado que cayó sobre una mujer hincha de Aguada que estaba con un niño. Se generaron disturbios que no pasaron a mayores.
Pero el tema continuó afuera. Amenazas, insultos e incidentes en la calle determinaron sanciones.
En noviembre el tribunal falló restando cuatro puntos a Aguada. El equipo se hundía en la tabla de posiciones.
Para colmo de males, unos días después el aguatero volvió a perder puntos por presentar a un jugador con ficha médica vencida.
El chico Sub 23, Ignacio Núñez, integró la planilla del juego con Defensor Sporting que reclamó los puntos del partido.
Aguada terminó décimo en el Apertura y quinto en el Clausura y, para colmo de males, los hechos referidos lo terminaron hundiendo en la tabla.
Se va Volcan
A fines de diciembre de 2019 se incrementaron las dificultades para el aguatero. El técnico Miguel Volcan rescindió contrato de común acuerdo con los dirigentes.
Había que abocarse a traer un nuevo entrenador. La directiva apuntó al argentino Adrián Capelli que ya había tenido un pasaje por Uruguay conduciendo a Atenas y a la selección nacional.
El tema fue que, los puntos perdidos y no encontrar el equipo en cancha, llevaron a Aguada una insólita situación de tener que ir a pelear por la permanencia.
La pandemia de Covid-19 obligó a la paralización de las actividades durante varios meses.
Y mientras había equipos con la tranquilidad de tener la clasificación para jugar los play off guardada en el banco, Aguada fue a parar al Reclasificatorio donde finalmente terminó logrando llegar a la zona de definición.
En la primera ronda de play off el aguatero eliminó a Olimpia 3-1, clasificando a semifinales contra Nacional.
La bronca con Balbi
En semifinales se picó el campeonato. Mientras Trouville dejaba a un lado a Urunday en partidos de guante blanco. Del otro lado Nacional y Aguada iniciaban una batalla brutal, con todo tipo de condimentos. El primero, cuando los tricolores vencieron a los aguateros por 97 a 91, quedó recordado por la imagen del español Carlos Cabezas mostrándole la pelota a Leandro.
Para el segundo juego saltaron casos de Covid-19 en el plantel tricolor y se postergó. La FUBB lo fijó para el 1º de diciembre. Nacional amenazó con no presentarse pero finalmente apareció en el calentamiento con varios juveniles.
Minutos antes de arrancar, el vicepresidente del club, Alejandro Balbi, reunió a los jugadores para avisar que el club no se iba a presentar.
Mientras tanto, llegó una llamada de Sebastián Bauzá, de la Secretaría Nacional de Deportes, indicando la suspensión de todos los deportes cerrados hasta el 18 de diciembre.
La actitud de Nacional fue sancionada por la FUBB que le dio por perdido el segundo juego. Con la serie igualada fueron a un tercer encuentro que ganó Aguada. El cuarto partido fue del bolso y se llegó al quinto y definitivo con clima caliente. Ganó Aguada.
Las finales
En las finales Aguada partió con un amplio favoritismo sobre Trouville. Claro que en los papeles, porque las diferencias no fueron tales en la cancha. Y otra vez se calentó el clima por una serie de declaraciones.
García Morales se quejó del trato recibido por su compañero Davis, de que algunos jugadores de Trouville salieron a golpear e incluso de que alguno, en pleno partido, le recordó el accidente donde murió una persona.
Del otro lado, esperaron y cuando tuvieron la oportunidad le apuntaron directo a Leandro. "Es un sorete" fue el calificativo del joven Federico Soto, en una nota para la televisión, para definir la actitud del jugador emblema de Aguada.
El viernes 26 de febrero de 2021, en el tercer juego final, Leandro salió por quinta al cierre del partido. Y cuando ya era imposible perderlo y la copa se iba para la Avenida San Martín, sentado en el banco, miró al cielo. Solo él sabe lo que pensó, a quién agradeció y dedicó el título más duro de su carrera. Emocionado miró atrás y sentenció: "Siento que estoy regalado en esta vida".