Tras una ausencia de más de diez años el circuito invernal dominicano, los veintidós veces campeones nacionales ponen sus esperanzas en Tony Peña, para enderezar la ruta del conjunto.
José Leger ya no es el dirigente de las Águilas Cibaeñas. Tras comandar al equipo durante el primer tramo de la temporada, en donde se situaron en el último puesto de la tabla de posiciones con marca de cinco ganados y once perdidos, el equipo tomó la decisión de cambiar de capitán y traer de vuelta a Tony Peña, quien dirigió a los amarillos por última vez en la campaña 2010-11.
El dos veces ganador de LIDOM junto a las Águilas (temporadas 1997 y 1999) es un emblema dentro de la historia del combinado y ha sido la apuesta de la directiva para enderezar el curso de un año que al menos por el momento, luce perdido.
Para Peña, el regreso implica una situación favorable, en el sentido de que las expectativas están bajas. Si el equipo no corrige rumbo y es eliminado en serie regular, no se le responsabilizará del desastre que encontró y que la gerencia del equipo no pudo corregir, si logra meter a las Águilas en la clasificación, se llevará los aplausos y los vitoreos de una fanaticada exigente. Tony Peña está en medio de un “buen negocio”.
Sin embargo, él mismo dirigente lo dijo durante su presentación, él “no tiene una varita mágica” y dado lo que ha mostrado el equipo hasta el momento, muchas cosas deberán corregirse para lograr una clasificación al Round Robin. La ventaja es que Peña recibe el equipo con tiempo para arreglar las cosas, restando 34 partidos de la serie regular.
¿A qué se enfrenta el dirigente campeón del Clásico Mundial de Béisbol 2013 en la ruta a salvar la temporada de las Águilas? Al peor equipo en los departamentos de pitcheo y defensa de la temporada.
En 16 partidos, las Águilas ocupan el último puesto en efectividad con 5.48, así como en promedio de hits y bases por bolas por entrada lanzada (WHIP) con 1.62. Adicionalmente, los bateadores rivales les batean para promedio de .275, son líderes en bases por bolas otorgadas con 71 y son el segundo equipo con menos ponches propinados en la campaña con 118, solo delante de los Gigantes del Cibao. Adicionalmente, han permitido 113 carreras (29 más que el segundo equipo que más vueltas ha permitido), de las cuales 86 han sido limpias (23 más que el segundo).
Esto trae el siguiente punto, la defensa. “Las Cuyayas” lideran la liga en errores con 29 y son el equipo que menos doble plays ha completado con cinco. Sin embargo, un punto luminoso es que son el conjunto al que menos bases le han robado (13) y son terceros en corredores capturados con cinco.
Tony Peña, a pesar de todo, cuenta con un elemento que pudiese estar a su favor y es la ofensiva. Las Águilas son segundas en promedio de bateo colectivo (.267), en OBP (.356) y OPS (.713). Adicionalmente, son el equipo que más bases por bolas ha tomado en el torneo (77), líderes en hits (146) y en bases por bolas recibidas (77), siendo a la vez la escuadra que menos veces se ha ponchado (105) hasta ahora. Para completar, son primeros en carreras impulsadas (72), terceros en jonrones (72) y colíderes con los Gigantes con menos corredores dejados en las bases.
Esto indica que si pueden limpiar la defensa y su pitcheo logra estabilizarse con incorporaciones anunciadas por el equipo como Yunesky Maya y Dinelson Lamet, existe una posibilidad real de recuperación.
Visto todo esto y por el momento que se vive en el torneo, no es una ilusión pensar que Peña puede guiar una recuperación del equipo en lo que resta de serie regular, pero lo demostrado y las dudas que existen hasta el momento son un claro indicador de que es probable que el nuevo dirigente necesite “magia” y hacer trabajar fuertemente a sus “enanos”, como los llamó durante la rueda de prensa.