NUEVA YORK – A lo largo de las 20 temporadas que se ha disputado la Serie del Subway, algunos de los 106 duelos anteriormente disputados entre los Mets de Nueva York y los Yankees de Nueva York han vivido capítulos sobresalientes.
De hecho, en los últimos años la serie entre las escuadras neoyorquinas había perdido un poco de su brillo. Algunos aficionados, analistas y peloteros expresaron su disgusto por la programación de estos partidos de interligas nacidos en 1994.
El miércoles por la noche en Yankee Stadium todo fue distinto y de nuevo se reanudó el interés durante la victoria de 9-5 de los Yankees sobre sus vecinos del condado de Queens.
Con el partido igualado 3-3 con corredores en primera y segunda base y dos outs en la parte baja de la segunda entrada, Mark Teixeira le conectó un cuadrangular al abridor Steven Matz, que puso al conjunto del Bronx adelante 6-3.
Matz, que le había otorgado un boleto a Teixeira en la primera entrada, entonces lo golpeó en la rodilla con una recta en el quinto inning. Y así, mientras que el joven 25 años, que creció en Long Island apoyando a los Mets, giró de vuelta disgustado, el veterano de 36 años salió de la caja de bateo para reclamarle al tiempo que el receptor puertorriqueño René Rivera lo detuvo en sus intenciones de ir a la loma, mientras se vaciaban ambos dugouts ante el delirio de los 48 mil 339 aficionados de ambas escuadras . “Sé que Matz es un buen muchacho”, aseveró Teixeira. “Peo cuando conectas un cuadrangular y el próximo lanzamiento no está cerca del plato y te golpea, se ve muy mal”.
Liderando el choque número 107 de la Serie del Subway 6-4 en el séptimo inning, los primeros dos bateadores de los Bombarderos del Bronx conectaron imparables ante el relevista dominicano Hansel Robles.
Robles entonces ponchó a Jacoby Ellsbury, antes de que un elevado de sacrificio por Rob Refsnyder aumentara el marcador 7-4.
Luego, el quisqueyano otorgó boletos consecutivos. Mientras bateaba Starlin Castro, Robles tuvo el presentimiento de que Teixeira, quien estaba en la segunda base, le estaba robando las señales, una de las reglas no escritas del béisbol.
Rivera y Robles entonces convinieron en varias ocasiones para cambiar la secuencia de las señales y evitar el espionaje de Teixeira.
El pelotero de los Yankees, quien ha estado pasando por la peor torneo de sus 14 temporadas en las Mayores, sonreía mientras le hablaba a Robles.
Tras perder su batalla con Castro, quien llegó salvo a la inicial con un sencillo en dirección del torpedero venezolano Wilmer Flores, el dirigente Terry Collins salió de la banca para sustituir a Robles.
Mientras Robles caminaba hacia el dugout de los visitantes, Teixeira y el coach de tercera, José Espada, comenzaron a discutir con el relevista, mientras el primera base de los Yankees apuntaba a su casco protector.
“Me enojó eso”, afirmó Robles a ESPN Digital. “No entendí muy bien lo que estaba diciendo”.
¿La versión de Teixeira?
“No tuve ninguna de las señas. Estaba respirando”, afirmó el veterano de los Yankees, quien inició la jornada con un promedio de bateo de .195.
“Sólo estaba tratando de divertirme con él y comenzó a mirarme fijamente más y gritando cosas. Sólo fue chistoso. Creo que nos divertimos de él. Nunca he tratado de estar en la mente de alguien estando parado ahí. Si piensas que tengo tus señales, cámbialas, pero no trates de retarme”, agregó A pesar de que Robles no estuvo sorprendido con los “trucos” de Teixeira, el lanzador amonestó a una de las figuras más respetadas del diamante.
“La pelota no se juega así”, aseveró el relevista de Bonao, Republica Dominicana. “La pelota hay que jugarla de la manera que se juega, como hombre”.