TAMPA, Florida -- Estevan Florial nació dominicano, pero sus documentos dicen que es haitiano. Mientras en Haití no lo conocen, en República Dominicana no lo aprecian lo suficiente. Un chico con dos naciones y ninguna patria que trata de encajar en algún lugar.
Y no hay otro lugar en donde Florial se sienta más cómodo que en un estadio de béisbol, especialmente cuando está vistiendo las distintivas rayas de una de las franquicias deportivas más famosas del mundo: Los New York Yankees.
“Me siento bien de poder estar aquí, al lado de todas estas estrellas, poder jugar con ellos. Me siento bien, agradecido de la vida”, dijo Florial a ESPN Digital en el George M. Steinbrenner Field, el estadio principal del complejo que tienen los Yankees en el centro de la Florida.
Un prospecto no protegido en el roster de 40, Florial bateó de 2-1 con un robo y dos carreras anotadas en el triunfo de Nueva York 5-1 sobre Atlanta Braves el martes. En 16 turnos durante la actual pretemporada, batea .313 (16-5) con cuatro anotadas y tres bases robadas, aprovechando que el centerfield titular de Nueva York, Aaron Hicks, está fuera de acción con molestias en la espalda baja.
Florial, de 21 años, es un jardinero central y bateador zurdo con tremendas habilidades para causar impacto en todas las áreas del juego. De acuerdo con los evaluadores, sus herramientas de poder, velocidad y fuerza para tirar la pelota son superiores, pero necesita seguir aprendiendo a reconocer la zona de strike.
Una operación de la mano derecha en mayo afectó su desempeño del 2018, cuando de todos modos bateó .283 con 29 extrabases y 16 robos en 84 partidos en tres niveles, incluyendo Clase A fuerte.
A pesar del freno que supuso para su desarrollo el proceso de rehabilitación del año pasado, Florial comienza el 2019 como el prospecto #1 en el sistema de desarrollo de los Yankees, cuya finca graduó en el último lustro a los dominicanos Luis Severino, Gary Sánchez y Miguel Andújar, el norteamericano Aaron Judge y el venezolano Gleyber Torres.
Los scouts consideran que Florial no estará listo para jugar en Grandes Ligas hasta el 2021, pero incluso esa fecha luce muy optimista después que Nueva York otorgó a Hicks una extensión de siete años y $70 millones de dólares hace un par de semanas.
“No es por casualidad que siempre está arriba en el ranking de prospectos. Su techo es ser número uno”, dijo Aaron Boone, el manager de los Yankees. La primavera pasada, Boone otorgó a Florial 32 turnos en partidos de exhibición de Grandes Ligas sin haber jugado más arriba de clase A baja.
“Hasta que no acaben los entrenamientos no sabré dónde jugaré, es algo que no puedo controlar. Lo único que puedo controlar es tratar de dar lo mejor, no importa donde sea”, dijo Florial.
“Florial es un atleta superior con herramientas de poder, velocidad y fuerza en el brazo por encima del promedio. Más importante aún, su ética de trabajo es firme y es un muchacho bastante despierto”, dijo Esteban Castillo, el buscador de talentos de los Yankees que descubrió a Florial a los 15 años de edad. Castillo trabaja para los Milwaukee Brewers desde noviembre pasado.
Mientras alcanzar las ligas mayores con el uniforme de los Yankees es su máxima aspiración, Florial tiene otros deseos en el tope de su lista, incluyendo ser elegible para jugar en la liga invernal de República Dominicana, algo que ha intentado infructuosamente debido, en parte, al poco usual camino que debió tomar para obtener documentos personales que avalaran su existencia.
Florial nació en Barahona, en el sur de República Dominicana, o en Puerto Príncipe, la capital de Haití, dependiendo las fuentes que se consulten. En la guía de medios de los Yankees se establece que nació en el lado dominicano de la isla carineña La Hispaniola, que comparten dos países con idiomas y culturas diferentes.
En el 2014, los Yankees lo firmaron como un prospecto dominicano llamado Haniel d’Oleo, pero el contrato fue anulado después que la investigación de rigor mostró que el certificado de nacimiento tenía incongruencias. La madre de Forial había usado el acta de nacimiento de un primo de su hijo para poder inscribirlo en la escuela en República Dominicana.
El jugador fue suspendido un año por falsificación de identidad por la oficina del comisionado y no fue elegible hasta que su madre logró conseguir un documento, en Haití, que dejó satisfechos a los Yankees y a las Grandes Ligas.
En lugar de recibir un bono millonario acorde a su talento, debido a la suspensión, Florial, quien reside en Santo Domingo, fue firmado por $200 mil dólares.
Como el documento oficial de identidad de Florial establece que es haitiano (nacido en República Dominicana), pero ninguno de sus padres son dominicanos, el pelotero, que solo ha vivido en República Dominicana, no es elegible para jugar como nativo en la liga invernal dominicana (Lidom).
“Todavía sigo en lo mismo. No he sido sorteado en la Liga Dominicana, cosa que quisiera, pero que dado las circunstancias no se ha podido. Algún día, ojalá que tenga la oportunidad de jugar [en Lidom] ya sea como nativo o como si fuera importado”, dijo Florial, quien fue enfático en señalar lo importante que es para él y su familia accionar en la liga invernal.
“Es muy importante. Desde que uno es niño lo único que uno quiere es jugar en Lidom y tratar de que nuestros familiares nos vean, especialmente mi mamá que nunca me ha visto en un estadio”, dijo.
Una investigación de ESPN The Magazine de febrero del 2017 mostró que las irregularidades en los documentos de identificación son muy comunes en Haití y República Dominicana y que muchos beisbolistas han sufrido las consecuencias de ese desorden. El artículo se enfocaba en la gran cantidad de jugadores dominicanos de Grandes Ligas que tienen orígenes haitianos.
Desde que Osvaldo Virgil debutó con los Gigantes de Nueva York en septiembre de 1956, más de 750 dominicanos han participado en al menos un encuentro de las ligas mayores, pero las estadísticas oficiales de la oficina del comisionado no registran ningún haitiano. En cierta forma, Florial haría historia si llega al “Big Show”.
“Ha sido difícil. Lo único que conozco es República Dominicana. Y aunque no tenga la nacionalidad me siento orgulloso de haber nacido allí y aunque no me reconozcan como dominicano me siento bien por ser parte de Dominicana”, agregó Florial, quien está claro de cómo quiere ser percibido el resto de su carrera.
“Sinceramente, no sé qué tan cerca estoy de las Grandes Ligas, pero sería una bendición, no solamente poder representar a los Yankees, si es que subo con ellos, sino también, ya sea dominicano o haitiano, [también] me sentiré orgulloso por eso”, dijo.