El dominicano ha tomado un lugar como uno de los mejores intermedistas de las Grandes Ligas de los últimos años.
Ketel Marte, segunda base de los Arizona Diamondbacks, se ha convertido en uno de los nombres más relevantes y mencionados de los últimos en las Grandes Ligas. Visto, en un momento, como un buen jugador de rol con capacidad de ocupar el jardín central y la intermedia, Marte siempre estuvo bajo la sombra de jugadores del calibre de Paul Goldschmidt, pero desde 2023 a la fecha, la historia ha cambiado y el dominicano ha adquirido el estatus de estrella por sí mismo.
La historia de Marte es una interesante, tomando en cuenta que tras apenas su segunda temporada en MLB, cuando era miembro de Seattle Mariners, fue cambiado hacia Arizona en una transacción en la que las figuras principales eran el lanzador Taijuan Walker y los jugadores Jean Segura y Mitch Haniger.
Marte venía de un 2016 pobre, con respecto a lo mostrado en su primer año, y su rol era llenar una necesidad de profundidad que en ese momento tenían los D-Backs en su alineación. Luego llevó 2019, Marte recibió su primera invitación al Juego de Estrellas, quedó cuarto en la votación por el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Nacional y su potencial empezó a ser visto. Sin embargo, junto a ese potencial, también se empezó a notar una situación, los problemas de salud del dominicano.
Ketel Marte sufrió múltiples lesiones en un breve período de tiempo, jugando apenas 90 partidos en 2021 y, en sus propias palabras, su situación le hizo contemplar la posibilidad de retirarse del béisbol. Tras ello, tuvo un 2022 para el olvido, siendo afectado nuevamente por las lesiones, las cuales lo limitaron a 137 juegos, marcando un patrón de que, a pesar del talento, el dominicano no podía mantenerse saludable.
Fue entonces cuando llegó 2023. En la que sería apenas la segunda temporada en la que alcanzaba 150 juegos en su carrera, Marte demostró que no solamente contaba con el talento, sino que también probó que, si la situación se alineaba de forma correcta, podía mantenerse en salud durante todo el año.
2023 vio a un Ketel Marte que realizó una cátedra de bateo, especialmente en la postemporada, donde además de ganar el premio de Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y alcanzar su primer viaje a Serie Mundial, estableció marcas de partidos consecutivos conectando de hit, demostrando, nuevamente, su valía como jugador. Una estrella había nacido.
El patrón aquí, en todo momento es la salud. Marte tiene las herramientas necesarias para brillar como estrella establecida de MLB, la única pregunta que rodea cada una de sus temporadas es si podrá o no mantenerse en juego.
2024 vio una reducción de partidos tras Marte tener problemas con uno de sus tobillos, sin embargo, en 136 juegos estableció marcas personales en jonrones y remolcadas, colocó el mejor OPS+ de su carrera hasta ese momento (154) y fue finalista al premio de MVP de la temporada, quedando tercero en la votación, mientras que ganó su primer Bate de Plata.
2025 ha sido un poco más de lo mismo del año pasado para Marte. Perdió tiempo por lesión, pero sus números lucen como una continuación, prácticamente exacta de lo que ha venido haciendo en sus últimas dos temporadas. Ha sido productivo cuando ha estado en el terreno de juego y la clave de todo ha sido y seguirá siendo para él, qué tan saludable puede mantenerse.