ORLANDO -- Cada primavera, decenas de jugadores, jóvenes y veteranos, invitados o colados, lanzadores y bateadores, se imponen en cruentas batallas que en principio les eran desfavorables por el honor y el privilegio d uno de los 25 espacios que tienen los rosters de los clubes Grandes Ligas.
Las historias son abundantes, décadas tras décadas, años tras años. Algunas, verdaderas odas a la perseverancia, voluntad y valor de los protagonistas. Otras, producto de la combinación de que se junten una necesidad urgente del club con la habilidad estar en el lugar correcto en el momento adecuado del jugador.
Lo único que cambia en las historias son los nombres, los rostros y los lugares.
Enfocándonos solamente en peloteros latinoamericanos, estos son algunos de los casos más importantes que tuvimos en los entrenamientos primaverales de cara a esta nueva temporada de las ligas mayores.
Una taza en MLB para "Cafecito" Martínez
Si quieren una historia de superación, esfuerzo y determinación sin perder la paciencia y bajar la guardia, entonces deberían indagar sobre la carrera del utility venezolano José "Cafecito" Martínez, de los Cardenales de San Luis.
En su 11ma temporada en el béisbol profesional de Estados Unidos, Martínez estará en un roster de Grandes Ligas en el inicio de una temporada por primera vez en su vida. Los Cardenales tomaron la decisión de incluirlo en la nómina de 25, después de ver a Martínez batear .380 con cuatro jonrones, cuatro dobles y 15 carreras impulsadas en los juegos de exhibición de la Liga de la Toronja.
Para llegar a este momento, Martínez debió jugar una década en ligas menores y superar tres operaciones de rodilla en las organizaciones de Medias Blancas de Chicago, Bravos de Atlanta, Reales de Kansas City y San Luis.
El año pasado, su primero en la organización de los Cardenales, tuvo su primera "tacita de café" en ligas mayores y bateó de 16-7 con un doble en 12 partidos al final de la campaña.
Ahora, a los 28 años de edad, "Cafecito" espera que la estadía sea más extensa.
Sandoval: ¡Delgado y rindiendo!
La primavera pasada, el venezolano Pablo Sandoval fue noticia por el sobrepeso corporal y ligero promedio de bateo que le hicieron perder una posición regular en la alineación de los Medias Rojas de Boston, pese a estar en el segundo año de un contrato de casi $100 millones.
Sandoval, quien bateó .203 en los juegos de primavera de 2016, fue enviado a la banca y llevaba de 6-0 en la temporada regular antes de ser colocado en lista de incapcitados, y eventualmente operado, por una lesión grave del hombro izquierdo.
La carrera de un bateador de .294 y ganador de tres anillos de campeón en siete años con los Gigantes de San Francisco, repentinamente estaba en el limbo y con un futuro incierto.
"Kung Fu Panda" llegó extraordinariamente delgado a los entrenamientos de este año en Fort Myers, Florida, bateó .339 con cinco jonrones y 20 carreras impulsadas en los primeros 20 partidos de exhibición y fue declarado el antesalista regular de los Medias Rojas, el gran favorito para ganar la División Este de la Liga Americana.
Bastó con pasar menos tiempo en el comedor y más en el gimnasio para que Sandoval fuera de extremo a extremo de una primavera a la otra. Una verdadera pieza de superación personal.
Padres tendrá primer catcher-relevista de la historia
Que un jugador cambie de posición es algo frecuente y común en el béisbol.
Kenley Jansen fue de ser un catcher prospecto en ligas menores antes de convetirse en el cerrador estelar de los Dodgers de Los Angeles.
Rick Ankiel pasó de ser lanzador que peleó el Novato del Año a un jardinero de 25 jonrones en un tiempo relativamente corto con San Luis. El pasado 31 de julio, el zurdo Travis Wood, de los Cachorros de Chicago, hizo un out como relevista y una gran atrapada en el jardín izquierdo contra los Marineros de Seattle.
Pero lo que el panameño Christian Betancourt practicó en los entrenamientos de los Padres de San Diego es algo que solamente se ha visto en las pequeñas ligas.
Betancourt, quien bateó .223 y retiró al 35% de los corredores que intentaron robarle bases en los cuatro años anteriores como catcher suplente en Atlanta y San Diego, será receptor y relevista en el 2017.
Exactamente como lo leyeron: Betancourt seguirá siendo catcher, pero también será uno de los relevistas en el bullpen de su equipo. Betancourt puede lanzar la recta a 95 millas por hora, pero apenas está aprendiendo a agarrar la pelota para pitcheos secundarios y aparte de los cinco outs que hizo en el 2016, su última experiencia como lanzador la tuvo a los 12 años de edad.
En los partidos de exhibición de la Liga del Cactus, Betancourt jugó dos veces en la receptoría y dos en los jardines y lanzó en ocho ocasiones. Tuvo efectividad de 2.16 con tres ponches y cuatro boletos en 8.1 entradas, mientras bateaba de 13-1.
Nadie sabe como terminará el invento, pero Betancourt será parte de la historia moderna del juego por su rara combinación de roles en el 2017.
Histórico de Medias Rojas rescató novato de Yankees
No debería ser ninguna sorpresa que Luis Severino sea uno de los abridores de los Yankees de Nueva York comenzando la temporada del 2017.
Después de todo, el derecho dominicano es posiblemente el lanzador con el mayor talento en toda la familia de los Yankees.
No obstante, después de una temporada en la que tuvo 0-8, efectividad de 8.50 (con 70 hits en 47.2 innings) en 11 partidos como abridor en los primeros cuatro meses (3-0, 0.39 en 11 juegos como relevista en los últimos dos meses), incluso el más talentoso tiene problemas para recuperar la confianza en si mismo. O de sus jefes.
El jueves, no obstante, el manager Joe Girardi anunció que Severino será el cuarto abridor de su rotación, después que el derecho de 23 años ponchara a 20 bateadores en 18.2 entradas y tuviera foja de 3-0 y efectividad de 3.38 en seis juegos de exhibición.
El hombre que ayudó a recuperarse a Severino: El gran Pedro Martínez, un miembro del Salón de la Fama que trabaja para los Medias Rojas, el gran enemigo de los Yankees.
"Desde que terrminó la temporada pasada, acudí a Pedro y él, gracias a Dios, aceptó ayudarme", dijo Severino, quien tuvo 5-3 y 2.89 en 11 juegos después de un ascenso de segunda mitad de temporada en el 2015, para entonces caer estrepitosamente al año siguiente. "Desde que me subí a la loma, Pedro me dijo que estaba separando el brazo muy tarde, algo inusual, que no ayuda a preparar el pitcheo y lograr que haga el movimiento natural. Trabajé en eso todo el invierno, dijo Severino.
Aybar revive a tiempo
Por tercer año consecutivo, el dominicano Erick Aybar cambió de casa de entrenamientos, esta vez para bien.
El antiguo torpedero Todos Estrellas y Guante de Oro de los Angelinos de Los Angeles, tuvo la peor temporada de su carrera, con los Bravos de Atlanta y Tigres de Detroit, exactamente en el último año de su contrato.
Aybar, de 33 años, bateó .243 con 24 extrabases y tres robos en el 2016 y fue forzado a firmar un contrato de ligas menores con los Padres unos días antes del inicio de los entrenamientos de este año en Arizona, donde entrenó toda su carrera con Los Angeles. Los Bravos tienen su sede en Florida.
De un contrato de ligas menores, Aybar (.278 con cuatro extrabases) pasó a una batalla con el venezolano Luis Sardiña (.229 con un jonrón) por el campocorto y luego a a ser nombrado el titular de la posición para los Padres al inicio de la temporada.
"Nos gustan los intangibles que Erick lleva al terreno", dijo el manager Andy Green sobre el veterano de 11 temporadas en MLB. "Nos gusta la forma en que juega el juego, a la ofensiva y la defensiva. Nos dará mucha presencia", agregó el capataz.
Mejía a rotación de Mellizos
El quinto abridor en la rotación de los Mellizos de Minnesota será el dominicano Adalberto Mejia, un zurdo de 23 años que en el 2014 fue suspendido 50 partidos por usar un fármaco mortal que le recomendaron como un benigno adelgazante.
Mejía llegó a Minnesota en el cambio que mandó a su compatriota Eduardo Núñez a los Gigantes de San Francisco en julio del año pasado.
Tuvo la oportunidad de abrir un partido en las ligas mayores y permitió cinco hits y dos carreras en 2-1 entradas.
Esta primavera, sin embargo, Mejía ha estado imbateable. Mejía tuvo 1-0, 1.88 con 14 ponches en 14.1 innings en sus primeras seis apariciones para vencer al norteamericano Tyler Duffey en la batalla por el último puesto en la rotación de los Mellizos.
Aguilar impacta en Milwaukee
Después de nueve años en las ligas menores y algunas visitas esporádicas al equipo grande de los Indios de Cleveland, el primera base venezolano Jesús Aguilar hizo exactamente lo único que podía garantizarle a un bateador derecho de 26 años un puesto en el roster de 25 hombres de su nuevo equipo, los Cerveceros de Milwaukee.
Aguilar bateó .466 con siete jonrones, 17 impulsadas y 16 anotadas para limpiar el camino de Arizona a Milwaukee.
Un toletero decente en ligas menores (140 jonrones y 214 dobles en 3,500 turnos), Aguilar fue apabullado por los lanzadores de Grandes Ligas (.172, 21 ponches, 4 boletos en 64 apariciones) por lo que estaba forzado a, además de batear con poder, mostrar mejoría en la selección de pitcheos. El maracayero solo se ponchó 12 veces (con 7 boletos) en 58 turnos primaverales.
¿El tiempo de Alcántara?
En un tramo relativamente corto, el dominicano Arismendy Alcántara pasó de ser un súper prospecto de los Cachorros a un trotamundos en el béisbol.
Ahora con los Rojos de Cincinnati, su tercera organización en tres años, Alcántara hizo el roster del día inaugural como un utility que puede jugar varias posiciones del cuadro interior y los tres jardines.
Alcántara, de 25 años, era una de las joyas más preciadas en el sistema de los Cachorros cuando lo subieron a las ligas mayores en el 2014, pero sus bonos bajaron acelaradamente después que bateó .205 en 300 apariciones contra el pitcheo del nivel más alto y la tropa de Joe Maddon encontró otras opciones para llenar todos los huecos que tenía.
En junio del año pasado, Alcántara fue cambiado a los Atléticos de Oakland por el antiguo Novato del Año Chris Coghlan y tres meses después fue reclamado por Cincinnati debido a que Oakland lo sacó de su roster protegido de 40.
Alcántara es joven, puede jugar varias posiciones y posee la habilidad de correr y batear con poder. Ahora necesita aprovechar cada oportunidad que le den los Rojos para convencer al mundo de que puede ser un pelotero de todos los días en las ligas mayores.
Relevo, relevo, relevo
Los dominicanos Miguel Montero, de los Mets de Nueva York; Yandel Gustave, de los Astros de Houston; Joely Rodríguez, de los Filis de Filadelfia, y Wandy Peralta, de Cincinnati, aseguraron posiciones en los cuerpos de relevistas de sus respectivas organizaciones.
Montero, de 26 años, ha sido abridor toda su carrera, pero hacer el equipo en el talentoso staff de pitcheo de los Mets ya es una hazaña.
En la primavera participó en 10 juegos (1 como abridor) y abanicó 23 bateadores en 20.1 entradas y terminó con marca de 1-0 y efectividad de 1.77 para terminar de convencer a Terry Collins de que merece estar en Grandes Ligas en un rol diferente.
Montero tuvo efectividad de 5.15 en 24 juegos (la mitad como abridor) en apariciones intermitentes en MLB las tres temporadas anteriores.
Peralta, de 25 años, no tuvo un desempeño estelar esta primavera (1-0, 6.00 en 11 juegos), pero ponchó 13 en 12 episodios y... ¡es zurdo! A veces basta con lanzar con el brazo equivocado para sobrevivir en el béisbol.
Rodríguez, también de 25 años e igualmente zurdo, se ganó el puesto como un especialista de entradas finales en el horno de los Filis.
En septiembre del año pasado, Rodríguez, quien fue adquirido desde los Piratas de Pittsburgh, permitió tres carreras en 9.2 entradas en Grandes Ligas y esta primavera tuvo 2-0, 3.00 con ocho ponches y tres base por bolas en 12.0 episodios.
"Puede ser un especialista contra zurdos debido a su gran curva y como ha sido abridor en el pasado, también podría trabajar entradas múltiples", dijo Pete McKanin, el manager de los Filis.
El dolor de los Bonifacio
El año pasado, Emilio Bonifacio llegó a los entrenamientos primaverales a tratar de ganarse un puesto, pero mientras su cuerpo estaba en el complejo deportivo ESPN de Lake Buena Vista, su mente estaba a más de 200 millas, en Miami, donde su hijo recién nacido batallaba por sobrevivir.
Un mes antes de que los Bravos abrieran su campamento primaveral del 2016, la esposa de Emilio, Coralina, alumbró a Gael, el segundo hijo de la pareja.
El parto fue perfecto y madre e hijo fueron enviados a casa.
Varios días después, comenzaron los problemas.
"Los exámenes mostraron que la bilirrubina estaba alta y que su hígado no estaba funcionando adecuadamente. Los médicos nos informaron que necesita un trasplante o moriría".
"En ese momento, el béisbol pasó a un segundo plano en nuestra familia", dijo Bonifacio a ESPN Digital.
Los Bonifacio encontraron un donante de cinco años y Gael fue sometido exitosamente a una operación de trasplante.
Mientras el infante comenzaba un lento proceso de adaptación, su padre era enviado a las ligas menores por batear .211 en Grandes Ligas.
Esta primavera, con Gael viviendo como un niño normal por primera vez en su joven existencia, Bonifacio llegó a los entrenamientos de los Bravos con un contrato de ligas menores sin garantías.
El veterano lució lo suficientemente bien como para convencer a los Bravos de que merece uno de los 25 puestos del roster para el inicio de la campaña del 2017.
"Mi cabeza no estuvo en béisbol por casi un año. Las perspectivas de los seres humanos cambian cuando enfrentan casos como este. No le desearía a nadie algo parecido", dijo Bonifacio. "Este año, con mi hijo fuera de peligro, he tenido la oportunidad de enfocarme nuevamente en béisbol", dijo.